Fue Axel Kicillof quien mejor graficó la estrategia en la que está embarcado el Frente de Todos, en un intento de mantenerse amalgamado en plena interna interminable. "No es 'Ah, pero Macri' sino '¡Ay, Macri!", le cambió el sentido el gobernador bonaerense al reproche por la herencia cambiemista como argumentación que popularizó el diputado Martín Tetaz. El expresidente no es solo una sombra para la estrategia electoral de Juntos por el Cambio, en general, y el PRO, en particular: la administración de Alberto Fernández lo usa como amalgama para unir al ecléctico oficialismo.
El Presidente comenzó 2023, año clave que decidirá su continuidad o no en el poder, recordando a su antecesor con un spot electoral. Lo hará, también, en el último discurso en el Congreso, al menos de su primer mandato, al inaugurar este miércoles un nuevo período de sesiones ordinarias. El plan es utilizar los cuatro años de Mauricio Macri como espejo para evaluar los tres y monedas de Fernández, con la pandemia, la guerra y el #AhPeroMacri por la deuda legada.
"Duele lo que hizo Mauricio Macri en la provincia ya desde los años 80'", apuntó Kicillof al inaugurar el colector cloacal Morón Sur. Poco antes, la titular de AySA, Malena Galmarini, había pedido que las pantallas mostraran la famosa foto de Macri, con 29 años y representante de Sideco, sellando un negocio con el luego destituido intendente Juan Carlos Rousselot, en 1988. "En esa década, se anunció esta obra y se firmaron los contratos, pero era una estafa desde el principio: el Estado ponía una parte y el resto, un empresario, y le transferían el costo a los vecinos", le endilgó el mandatario. El anfitrión, el intendente Lucas Ghi, también remarcó esa antigua relación en sus pagos.
El presidente Alberto Fernández inauguró el Colector Cloacal Morón Sur.
Fernández tomó el micrófono y continuó tirando barro a su némesis electoral. "En este caso, el corrupto terminó enjuiciado y perdió su municipio y el corruptor siguió su vida, después hizo maniobras de contrabando con la venta de autos y un día se volvió presidente de la Argentina", acusó el mandatario. Más: hay "algunos que llegaron, blanquearon sus bienes, se enriquecieron y se fueron a dar cátedras de ética a la FIFA y hay otros que vamos a dejar el Gobierno con el mismo patrimonio que cuando llegamos, que dejamos todo y no nos llevamos nada". Fue un día después de que Macri consiguiera la foto que no pudo lograr la Casa Rosada con la obtención de la Copa del Mundo: como titular de la Fundación FIFA, el expresidente posó con Lionel Messi luego de que el ídolo ganara el premio The Best.
El jefe de Estado spoileó parte del mensaje del #1M: "Llevamos tres años muy difíciles. Lo que Macri nos dejó, que no hay que olvidarlo, porque nos dejó 54 puntos de inflación, un endeudamiento como nunca, obligaciones imposibles de cumplir... Al día 99 vino una pandemia que se llevó diez millones de vidas. Cuando estaba por superarse, se desató una guerra. Planteo este escenario para que sepamos cómo podemos hacer obras como esta en semejante contexto", enumeró. En privado, el mandatario repite lo que será el leitmotiv de su campaña, que puede o no terminar con una postulación, como también suele dejar en claro: todos los cañones apuntarán a Macri. ¿Es para forzarlo a competir? En Balcarce 50 no arriesgan respuesta, pero puede ser más un mecanismo defensivo que un ataque planificado.
El plan ReivindicAr, que, como contó Letra P, viene oficiando de eje temático de la campaña por la reelección del FdT, buscará trascender la comparación con el legado macrista para intentar ordenar la interna. "Este Gobierno, tan vapuleado, que con las buenas y las malas, con la pandemia, lo que nos dejó el gobierno de Macri, la sequía, la helada... este Gobierno sigue construyendo", fue el llamado de Galmarini. Debajo del escenario estaba sentado Sergio Massa.
"No se puede hacer campaña sin hablar positivamente de lo que se hizo", es la queja que circula en despachos oficiales, donde todavía duele el más reciente achaque de Andrés Larroque: el ministro bonaerense, secretario general de la Cámpora, dijo que esta no es una administración peronista ni kirchnerista. "Hacemos obras de energía, de todo tipo, y me siento en la obligación de venir hoy acá a decir que hay que pararse y aplaudir, no sólo el 100% de cloacas en Morón, sino todo lo que hizo este Gobierno a pesar de todo lo que nos pasó", cerró la titular de AySA. Fernández fue el primero en levantarse de su silla para abrazarla.