OTRA VOZ, MISMA CANCIÓN

CFK, al barro de Twitter: la expresidenta se adapta al lenguaje de época para confrontar con Javier Milei

Cambió el tono y explora alternativas para hacer más eficiente su comunicación en redes. La prueba “Che Milei”. Herramientas, sin ghostwriters y un límite.

Hubo un momento de quiebre. Hacia fines de 2024, Cristina Fernández de Kirchner dejó de dirigirse a Javier Milei como “presidente” y cambió el trato de usted por el tuteo. Después, pausó la publicación de largos documentos, soltó algunos insultos y dedicó el primer “Che Milei”, que ya se convirtió en marca registrada.

Los cambios se dieron en paralelo a la llegada del año electoral y, también, a la aparición de escándalos del Gobierno, que le dieron a Cristina rienda suelta para confrontar con Milei en el barro, usar un lenguaje llano y barrial y hasta apelar a malas palabras que, hasta ahora, solo se habían escuchado en público con filtraciones no deseadas.

Patético, balbuceante, contradictorio, bochornoso, pálido, fueron algunos de los calificativos que Cristina usó en el posteo que publicó en Twitter para describir a Milei en su entrevista con el periodista Jonathan Viale. Fue el último de una seguidilla que mostró la pérdida del respeto paulatina a la figura presidencial.

Como contó Letra P, hace tiempo que Cristina analiza con su equipo cómo adaptar su comunicación a los estilos que más explotan en redes. Sabe que el de Milei tiene éxito probado, por alcance y penetración del mensaje. La expresidenta no quiere quedarse atrás, lee sobre el tema, se actualiza, investiga y explora alternativas.

En el Instituto Patria se ríen sobre las versiones que dan cuenta de la contratación de supuestos ghostwriters que le habrían dado un nuevo estilo a las publicaciones de la expresidenta. La versión fue implantada nada menos que por la Casa Rosada a través de la cuenta de Twitter que se le atribuye al asesor presidencial caído en desgracia Santiago Caputo.

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“Ya que hablamos de 'ghostwriter' debo decir que la chica que le escribe los tweets a la señora la hace quedar como una quinceañera de centro de estudiantes mal formada que cree que haciéndose la guacha le va a ir bien”, se publicó en la cuenta @MileiEmperador el 30 de enero, después de que CFK apuntara contra Milei por su polémico discurso del Foro de Davos.

La idea se instaló en las redes sociales y llegó hasta a señalar a los supuestos autores de los posteos. Pero en el cristinismo aseguran que la voz de la expresidenta, con su “tono picante”, las ironías e incluso los insultos, se escucha en cada una de sus publicaciones. Son muy parecidas a sí misma.

El “Che Milei”, inclusive, fue “un gancho” que Cristina exploró por primera vez en diciembre y resultó exitoso. Su última publicación en Twitter, por caso, tiene 5,3 millones de visualizaciones, 13 mil comentarios, 23 retuits y 80 mil likes. En el ecosistema peronista, la expresidenta también domina las redes.

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Los intercambios con el Presidente tienen una clara evolución. Eran inexistentes al comienzo del mandato de Milei y se intensificaron a medida que la Casa Rosada la subió al ring electoral. En paralelo, pasaron de un respetuoso “Presidente” y críticas al plan económico de gobierno al “Che Milei”, el tuteo y el tono chicanero y desafiante. Desde la Casa Rosada, el Presidente respondió igual. Esta semana, Cristina lo acusó de haber montado una estafa. El Presidente la llamó “estafadora”.

Con ese intercambio, Milei y la expresidenta se ubicaron como protagonistas únicos de la discusión política pública, con dominio de un territorio digital en el que parece no haber terceros a la altura.

La mentira, el límite de CFK

“Milei tiene un dispositivo pensado de comunicación que le funciona muy bien. Nosotros tenemos que encontrar métodos no tan formales. Cristina lo entiende bien. No hay que copiar el mensaje, pero sí comprender que hay que ser más eficientes en la comunicación”, le contó a Letra P un integrante del equipo de la expresidenta, que remarca que fue una de las primeras mandatarias en subirse a la ola de Twitter y darle uso intenso. Su cuenta data de 2010.

Para otros cambios en su estilo de comunicación, por ejemplo, hay que viajar a las elecciones 2017. Para aquella campaña legislativa, la expresidenta también introdujo cambios novedosos. De calzas y zapatillas, salió de recorrida por barrios y hasta modificó el formato de sus actos políticos. "Ella siempre está atenta a esas cuestiones. Es todo suyo", aseguran en el Instituto Patria.

De una mirada de los últimos meses se desprende que el uso de las redes que hace Cristina varía según el contenido que busca comunicar. En Twitter publica documentos extensos y análisis, además de cartas y señalamientos al Gobierno. En épocas de campaña, con actos y recorridas, profundiza su participación en Tik Tok. Sin embargo, la mayor penetración sigue estando en Facebook, la red que todavía tiene más cantidad de usuarios.

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“Ellos serán novedosos, pero nosotros también. El único límite que tiene Cristina es la mentira. Ella se adapta al lenguaje de época, pero hay algo que conserva y por eso su electorado la valora, es frontal, no miente”, dicen en el equipo de la expresidenta.

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Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner.

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