En una entrevista con Letra P, el hijo de Alberto Benegas Lynch, considerado por Milei como el principal referente del liberalismo en Argentina, defiende el ajuste que impulsa el precandidato presidencial, confía en que la dolarización no terminará como la convertibilidad y considera que no pueden existir empresas públicas eficientes ya que el Estado sólo tiene la tarea de garantizar los derechos individuales.
-La libertad es un don que nos da Dios y está en la naturaleza del hombre, que sólo siendo libre tiene sentido de responsabilidad individual, moralidad en sus actos y respeto por sus semejantes.
-Con Milei comparto ideas. El Estado es un organismo represor, al que le dimos el monopolio de la de la fuerza, a los efectos que defienda los derechos de los individuos. En Argentina esta situación se fue corrompiendo. Le dimos los tanques a un grupo de políticos para que nos proteja. Giraron el cañón y nos apuntaron en el pecho.
-En los últimos 100 años hubo gobiernos democráticos y dictaduras. ¿No cree que hay diferencias?
-Por supuesto, hay distintos matices. La historia no es una cosa lineal, pero desde 1916 con el gobierno de (Hipólito) Yrigoyen se socaban los principios republicanos y se activó el socialismo.
-¿Argentina tiene un Estado represor?
-Si, porque en esta cinchada está ganando el socialismo. Hay mucha gente de bien que no ha hecho nada y piensa que la libertad es algo que se da por añadidura o tiene que ser un esfuerzo de otro. Hay quienes hacen su negocio y dicen que están dando trabajo, pero en realidad lo hacen para ganar guita.
-¿Qué leyes hace falta para garantizar la libertad?
-Hay que derogar leyes porque el poder legislativo en estos 100 años se dedicó a llevar a la práctica este paradigma y todas las legislaciones son en contra de la vida, la propiedad y la libertad.
-Deme un ejemplo
-La ley de alquileres.
-¿Qué recorte haría del presupuesto?
-Hay que reducir el gasto político, que es de donde roba la política, pero sin afectar partidas sociales. Los planes sociales son un horror porque comprometen la dignidad de la gente. Es el asistencialismo de la política. Argentina está en el quinto subsuelo y no se pueden ajustar ahí. Hay que hacerle el ajuste a la política, a la obra pública, a las transferencias discrecionales a provincias y municipios. Los subsidios deben ir a la demanda y no a la oferta. Sólo un punto del PIB se ajustaría eliminando las empresas estatales. El Estado juega a ser empresario y usa la palanca política para limpiar la competencia y no someterse al rigor del mercado.
-¿Los vouchers educativos mantendría la gratuidad de la educación?
-Si, aunque no hay nada gratuito porque todos pagarían. Hay muchos chicos que no van a la universidad por un tema de subsistencia y financian al que va con una Cherokee desde Nordelta hasta las escalinatas de la Facultad de Derecho. El socialismo crea esto: el que aporta no es el que recibe. Esas son las verdaderas asimetrías que generan injusticia. Javier (Milei) propone que todos reciban un voucher para que las universidades nacionales compitan con las de Palermo o con la UCA. Y los subsidios sean para los estudiantes.
-¿La dolarización podría terminar como la convertibilidad en 2001?
-No era una convertibilidad porque eso hubiera significado un respaldo con oro. Fue una política monetaria sin emisión y con tipo de cambio cambio fijo. Pero tuvo gérmenes que la hicieron detonar, como la falta de apoyo político que hubo con (Fernando) De la Rúa. (Domingo) Cavallo debió haber renunciado antes.
-El ajuste que hizo Cavallo en 2001 para sostener la convertibilidad aceleró la caída de De la Rúa. ¿Cómo hará Milei para que no le pase lo mismo?
-Sacando la maquinita del Banco Central. De esa manera, el Gobierno sólo podría tener fondos con impuestos razonables. La deuda pública hay que prohibirla. El FMI fue creado por (el economista) John Keynes y el (exjefe del Departamento del Tesoro de Estados Unidos), Harry Dexter White, que fue acusado de espía ruso. Y se usó para financiar el socialismo. El Gobierno está pagando la tarjeta de crédito con un adelanto efectivo y con el pago mínimo. Eso no termina bien.
-¿Cómo haría para financiar la dolarización sin tomar deuda?
-Para dolarizar de la noche a la mañana se necesitan 40 mil millones de dólares de base monetaria y stock, que se pueden conseguir con los activos del Banco Central. El problema es entender que la inflación es un fenómeno monetario, que se produce por la expansión exógena de dinero. No es multicausal. Si se cierra el Banco Central no hay vuelta atrás.
El Gobierno está pagando la tarjeta de crédito con un adelanto efectivo y con el pago mínimo. Eso no termina bien. El Gobierno está pagando la tarjeta de crédito con un adelanto efectivo y con el pago mínimo. Eso no termina bien.
-¿La concentración de la oferta tiene incidencia en los precios?
-Con un mercado abierto los monopolios existen sólo por innovación: la gente da el voto para que haya un solo productor de algo. Los monopolios anti naturales son los que genera el Gobierno, que convirtió a los empresarios en gestores de privilegios. Adam Smith decía que el empresario es el principal benefactor de la humanidad, pero cuando pasean por los despachos oficiales buscando privilegios, se transforman en la peor de las lacras. En Argentina está lleno de esos empresarios y son lo contrario al espíritu liberal.