El Correo convocó a una licitación secreta para contratar a la empresa que contará los votos en las elecciones nacionales de octubre.
A dos semanas del despido del gerente de Servicios Electorales, el presidente del Correo, Camilo Baldini, volvió a sacudir la estructura de la empresa despidiendo al jefe del área tecnológica, otro sector clave para la realización de las elecciones del año que viene.
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Se trata de Alejandro Benaven, un funcionario que desde hace cuatro año ocupaba el cargo de director de Tecnología del Correo del que repentinamente fue removido a principios de esta semana. El encargado de comunicarle su despido fue su colega Santiago Berestein, el director de Recursos Humanos, que llegó a ese puesto como integrante del equipo que propuso en su momento Santiago Cafiero, que le informó que dejaba el cargo y la empresa pública.
En simultáneo, los empleados de las áreas vinculadas a tecnología e informática fueron notificados de que su nuevo jefe sería Pablo Bergero. Santafesino de nacimiento, pero cordobés por adopción, este analista en sistemas funcionaba bajo las órdenes de Berenstein, pero había ingresado de la mano de la actual gestión libertaria.
Bergero supo tener el respaldo político de Rodrigo de Loredo, quien lo llevó desde la Dirección de Tecnología de la provincia de Córdoba a la gerencia tecnológica de ARSAT, cuando la empresa satelital era manejada por el diputado radical libertario, en el gobierno de Juntos por el Cambio.
Ahora, ya con la cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas del año que viene, deberá ponerse al frente de las decisiones sobre qué sistema adoptará el Correo para procesar la información electoral y quién brindará ese servicio.
Un Correo en clave electoral
No es el primer cambio que ocurre en lugares clave de la cúpula de la empresa estatal de Correo. Al contrario, como informó este medio, a mediados del mes pasado las autoridades encabezadas por Baldini resolvieron desplazar al director de Servicio Electoral Diego Fernández Oliver.
La diferencia con Benaven es que Fernández Oliver fue un funcionario designado por la administración libertaria a principio de año tras la renuncia masiva de funcionarios y directivos que habían llegado a la empresa de la mano del gobierno anterior. Pero ambos movimientos tienen en común que ocurrieron tras la llegada a la compañía de Alejandro Tullio, un exfuncionario de todos los gobierno que desembarcó en el Correo en formato de asesor.
Sin embargo, Tullio sigue presentándose públicamente como consultor electoral y niega tener injerencia en los últimos movimientos, en paralelo opera como interlocutor con la justicia electoral para acercar certezas. Sobre todo, luego de que el Congreso aprobase reformas en el Código Electoral e implementó la Boleta Única en Papel, un cambio sustancial que profundizó la preocupación sobre el desarrollo del proceso electoral en los jueces que tiene competencia en esa materia que todavía miran de reojo la falta de reemplazo del Director Electoral.
El común denominador entre ambas direcciones es que cumplen una función fundamental en la gestión del Correo Argentino en la organización de las elecciones. Como anticipó LetraP, el rol de esta empresa pública, ya de por sí importante en situaciones ordinarias, será más trascendente aún a partir de la decisión oficial de centralizar allí casi la totalidad de la gestión electoral. Al menos la que tiene que ver con los servicios informáticos.
En las próximas semanas, la dirección del Correo debería publicar el pliego de licitación para contratar los servicios de digitalización y transmisión de telegramas, y el de recuento provisorio de resultados. El primer caso, permanece aún en manos de Smartmatic, una empresa de origen venezolano que fue contratada por el macrismo en 2019 por cinco años, por lo que sus prestaciones no llegarán a las elecciones primarias. Durante los últimos dos comicios, el recuento provisorio, que permite conocer los resultados durante la noche de la elección, lo realizó la española Indra, que debería reactualizar las términos del servicio en función de la implementación de la boleta única.