Suspendido por el Vallas-gate, el PJ porteño, plantará bandera en el Parque Lezama este sábado en defensa de Cristina Fernández de Kirchner, al reactivar la convocatoria que había quedado en stand by al peregrinar de urgencia hacia Recoleta ante el despliegue policial ordenado por la administración de Horacio Rodríguez Larreta. El peronismo capitalino, con el sello de Mariano Recalde, no estará entonces en la misa justicialista convocada en Luján, a cambio de dejarle a su líder una foto de unidad en territorio amarillo. Al cierre de esta nota, no se evidencia un efecto contagio que lleve a desempolvar otras convocatorias cristinitas a plazas del resto del país. En el Instituto Patria desestimaron que se esté planificando otra jornada de movilizaciones nacionales.
La demostración en La Boca iba a producirse hace dos semanas, el 28 de agosto, tras el, considerado puertas adentro, éxito del cabildo abierto en la sede del PJ local que congregó a todas las cabezas del peronismo. Por un tiempo, los dirigentes olvidaron diferencias y juntaron clamor por la vicepresidenta, ante el pedido de prisión del fiscal Diego Luciani en la causa Vialidad, con miles de personas de fondo. Todavía no había ocurrido el intento de magnicidio.
Semejante convocatoria impulsó a Recalde, presidente del peronismo porteño y senador nacional del FdT, a reunir a los principales referentes de la coalición y motorizar una nueva cumbre, pero en esta oportunidad en un territorio más amplio. Fue elegido el parque que queda en el sur de la Ciudad, decisión que rápidamente contó con el guiño de todos los espacios, que coincidieron en volver a pisar calles por CFK.
Con velocidad, la organización se puso en marcha, pero el vallado que colocó el Gobierno de la Ciudad en Juncal y Uruguay, en la esquina del domicilio de la expresidenta, obligó a un cambio de planes inesperado. Con el intento de asesinato a CFK, otra vez, Lezama quedó en suspenso hasta esta semana cuando nuevamente Recalde y compañía decidieron activar un nuevo operativo clamor.
Lorena Pokoik, referente del PJ citadino y una de las caras más visibles que posee Unidos y Organizados, le anticipó a Letra P que el sábado se verá una nueva muestra de la unidad de la coalición, que retoma su agenda, y que aspira a contar con la compañía de sectores que excedan la militancia. Según la exlegisladora: "El atentado es un punto de inflexión, debe interpelarnos a todos y el debate debe ser lo más amplio posible contra los discursos de odio”.
Juan Manuel Valdés, legislador porteño, expresó que es necesario aunar esfuerzos “por la democracia, por el diálogo y por la paz social”, bajo un clima que observa “muy caldeado” y con dirigentes opositores que no fueron interpelados por el posible asesinato de la vicepresidenta, que, asegura, solo se han dedicado a redoblar discursos y acusaciones.