TOCÓ CON CASI TODOS

Pasan los ministros, queda Rigo: la revancha del Señor de los Presupuestos

El secretario de Finanzas recicló el proyecto que la oposición le rechazó a Guzmán en 2021. De Cavallo a Massa, trabajó con los peronismos, la UCR y el PRO.

A última hora de este jueves, el ministro de Economía, Sergio Massa, enviará el proyecto de Presupuesto 2023 al Congreso para conseguir el respaldo legislativo y poder contar con un cálculo de ingresos y egresos renovado durante el año electoral. La tarea de su confección, más allá de los ajustes vinculados con el perfil del nuevo equipo económico, estuvo a cargo del secretario de Hacienda, Raúl Rigo, un experto en la confección de proyecciones que tuvo un fuerte traspié el año pasado, cuando la oposición le rechazó al gobierno de Alberto Fernández la denominada ley de leyes. Uno de los puntos que generó resistencia fue el pronóstico de inflación, debido a que no sólo se prevé lo que sucederá el año próximo, sino que también cierra la pauta de las remarcaciones del año en curso.

 

Rigo es un funcionario que trascendió todas las administraciones del peronismo desde el retorno de la democracia e incluso fue parte del esquema radical y macrista. Tuvo sus primeros pasos en la gestión pública cuando se sumó al equipo económico de Domingo Cavallo, bajo la presidencia de Carlos Menem, en 1993. Un año más tarde recalaría en la ANSES, donde pronto manejó la Gerencia de Presupuesto y Finanzas del organismo hasta 1999. Con la llegada de Fernando de la Rúa a la Presidencia de la Nación, el funcionario se convertiría en asesor de la Jefatura de Gabinete.

 

Con la llegada de Eduardo Duhalde a la Casa Rosada, luego de la crisis de 2001, Rigo se asentó en la Subsecretaría de Presupuesto y se mantuvo en ese puesto durante las gestiones de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner, a pesar de los cambios que se sucedieron en la conducción del Ministerio de Economía. Incluso, se sostuvo con la llegada de Mauricio Macri en 2019, ya que el entonces ministro Alfonso Prat Gay ratificó su perfil para controlar los gastos, pero Nicolás Dujovne lo corrió del cargo en 2017. Ese año, se convirtió en asesor de Hernán Lacunza, entonces ministro de Economía bonaerense con María Eugenia Vidal como jefa.

 

Ya en la gestión de Alberto Fernández, Martín Guzmán le otorgó a Rigo un papel central en el esquema del Ministerio de Economía. Ese vínculo llevó a que presentara la renuncia en sintonía con la salida del jefe del Palacio de Hacienda en el inicio de julio pasado. De hecho, el paso fugaz de Silvina Batakis por el Mecon lo tuvo marginado de la función pública, pero la llegada de Massa como superministro volvió a sentarlo en la silla que tiene, entre otras gestiones clave, la configuración de un presupuesto que ya tenía adelantado como borrador bajo las instrucciones de Guzmán. Con la idea de "ordenar y cuidar" las cuentas públicas, volvió a meterse de lleno en el cálculo de la gestión próxima.

 

Según las primeras informaciones, las proyecciones de inflación estarían en un ambicioso 60%, muy por debajo del 85% que planifican las empresas para sus cuentas de negocios. Lo que resta saber es el acumulado anual para este año, luego del cimbronazo del 7% en agosto y una inercia inflacionaria durante las primeras semanas de septiembre que dejaría el Índice de Precios al Consumidor (IPC) por encima del 6%, según varias consultoras. De confirmarse estos pronósticos, el 2022 cerraría con remarcaciones al borde del 100%, en la comparación interanual.

 

Según información de la agencia Noticias Argentinas, "la iniciativa también incluye una estimación del dólar a casi $270 para fin de año y un déficit fiscal de 1,9%, en línea con lo que contempla el acuerdo con el FMI". De hecho, Rigo fue parte de la avanzada que hizo el equipo que condujo el viceministro Gabriel Rubinstein, que negoció el OK del staff del Fondo Monetario Internacional a la segunda revisión del programa de facilidades extendidas ante la renegociación de la deuda externa del país con el organismo multilateral de crédito.

 

De regreso en el país, Rigo cerró los números finos que llegarán al Congreso, donde estaría contemplada, también, una fuerte baja del consumo privado, que pasaría del 6,5% en 2022 a un crecimiento de solo el 2% para el año que viene. "El Gobierno estima, por otra parte, que las exportaciones crezcan 7,1% en 2023, mientras que las importaciones aumentarían 2%. Así, el superávit comercial pasaría de 7.751 millones de dólares en 2022 a 12.347 millones en 2023", señaló NA.

 

El titular de la UIA matiza su apoyo a la gestión de Javier Milei 
El INDEC incluirá más productos para calcular la inflación.

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