Superada la instancia del diálogo telefónico y con la designación de Silvina Batakis como reemplazante de Martín Guzmán confirmada, la Liga de gobernadores les metía presión a Alberto Fernández y a Cristina Fernández de Kirchner para que se reúnan personalmente y compartan el acto de asunción de la nueva ministra de Economía.
“Tiene que estar claro que tiene el respaldo de los dos”, le dijo a Letra P un funcionario que estuvo este domingo junto a un mandatario provincial que siguió de cerca el devenir de los acontecimientos en Olivos.
La liga que reúne a los gobernadores y a la gobernadora del oficialismo fue un factor clave de presión para que el Presidente y la vice retomaran la comunicación. El diálogo telefónico comenzó cerca de las 20. Hasta entonces, Fernández se negaba a llamar por teléfono a Cristina, que había enviado el mensaje de que estaba dispuesta a atenderlo.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y hasta la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, intervinieron para convencer al Presidente.
A partir de ese primer paso, la liga de las provincias pedía un gesto mayor para lograr que Cristina se desplace hasta Olivos o participe de la jura de la nueva funcionaria, el lunes.