La ministra de Economía, Silvina Batakis, aterrizará este miércoles por la mañana en el aeropuerto de Ezeiza, luego de su visita fugaz a Estados Unidos, para sellar una paz transitoria con la directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y después de encabezar un encuentro con inversores internacionales en Washington, donde buscó descomprimir la incertidumbre que reina en los mercados financieros ante el temor de que la Argentina vuelva a incurrir en un default. Para coronar su gira, confirmó la continuidad de las metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en paralelo, para lograr sumar dólares a sus reservas, el Banco Central le abrió al campo una ventana de poco más de un mes para liquidar su cosecha con un régimen especial.
“Con el Fondo no hablamos de tocar las metas. Sino cómo vamos a cumplir las metas. Las metas las tenemos que cumplir y no hablamos de hacer ninguna revisión de esas metas”, la titular del Palacio de Hacienda durante un contacto que mantuvo con la prensa en la Embajada en Washington.
Una de las necesidades del gobierno para cumplir con el pacto es engordar sus tenencias en las reservas internacionales. Mientras Batakis aún estaba en tierras estadounidenses, horas antes de que Alberto Fernández volviera a apuntar contra un sector del campo, esta vez bajo la sospecha de que auspician una devaluación, el directorio del BCRA aprobó "un nuevo instrumento para los productores agropecuarios que vendan su cosecha de soja, en la misma línea de los beneficios que reciben las industrias manufacturera, energética y del conocimiento que incrementan sus exportaciones".
Esa fue la manera de responder a las expectativas del campo de conseguir un desdoblamiento cambiario que le permitiera multiplicar la rentabilidad, en momentos en que los productores habían cerrado la canilla de las exportaciones: "Se permitirá que los productores realicen un depósito a la vista en las entidades financieras con retribución diaria variable en función de la evolución del tipo de cambio A3500, conocido como Dólar Link, por hasta el 70% del valor de la venta de granos. Además, por el 30% restante se permitirá la Formación de Activos Externos, al valor del dólar oficial más el impuesto PAIS y las retenciones a cuenta que percibe la AFIP", señaló la entidad que preside Miguel Ángel Pesce.
La ventana será hasta el 31 de agosto, cuando los productores de soja podrán "adquirir divisas de libre disponibilidad por 30% de los fondos obtenidos por la venta de granos con destino a la exportación y convertir 70% en un depósito de libre disponibilidad con retribución variable en función de la evolución del tipo de cambio oficial".
El Gobierno apostó por "aleccionar" a los "especuladores" del campo con un golpe a sus negocios: mientras que el precio internacional de la soja sigue en caída por mayor oferta en la plaza, la resistencia a profundizar una devaluación del peso ante la presión de la brecha cambiaria conformarían un combo de peligro para la rentabilidad agropecuaria, que cubrió los gastos de la cosecha con las ventas realizadas hasta el momento, y que decidió ponerle el pie al resto de los granos ante una mejora de las condiciones. Estas nuevas condiciones abrió la puerta de diálogo.
“Algunos siguen especulando con una devaluación para vender lo que tiene que vender y hacer ingresar los dólares que le permitan a la Argentina seguir creciendo”, se había quejado el presidente Alberto Fernández, en el marco de un acto en la costa bonaerense de conmemoración de la muerte de Eva Perón. En línea, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, aseguró que “no va a haber devaluación ni baja de retenciones". "Esta es la decisión del Presidente. Argentina tiene con qué superar la crisis, tenemos que pasar la dificultad del alto consumo de gas y combustible de este mes", sostuvo al participar de la entrega de los premios otorgados por el Centro Internacional de Innovación Tecnológica Agropecuaria (CITA) en el marco de la 134° Exposición Rural.