CÍRCULO ROJO

La reelección en la UIA bonaerense que incomodó a Kicillof

Las empresas respaldaron la continuidad de Martín Rappallini, a pesar de la tensión con Costa. El factor Insaurralde como prenda de reconciliación con el G4.

El tesorero de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, con el respaldo del Círculo Rojo integrado por Techint, Arcor y Peugeot, entre otros poderosos, fue reelecto presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), el territorio fabril más poderoso del país. La ratificación de su continuidad fue resuelta en una asamblea general que debió sortear una impugnación interpuesta por un socio que intentó anular la elección realizada a finales del 2020, con la esperanza de la presentación de una lista opositora que pudiera desbancar al dueño de Cerámicas Alberdi. Detrás de la fallida movida opositora, aparece un grupo de empresarios afines al gobierno bonaerense de Axel Kicillof.

 

Rappallini preside la UIPBA desde 2018 y pudo superar los cuestionamientos que recibió de parte de un sector del kirchnerismo, que lo ubicó cercano a la gestión de María Eugenia Vidal. La mayor tensión quedó en evidencia cuando Kicillof se sumó al faltazo del gobierno nacional al festejo de la UIA por el Día de la Industria que, en 2021, se realizó en la fábrica que el titular de la UIPBA tiene en José C. Paz. En esa fecha y a la misma hora, el gobernador bonaerense se subió a un escenario a pocos kilómetros de allí, en General Rodríguez, en la fábrica de Marolio junto a su director, Juan Fera, uno de los opositores en la gremial-empresaria bonaerense.

 

El ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa, cortó relaciones con la UIPBA a mediados del año pasado, cuando los industriales de la provincia se alinearon en las críticas del campo ante la decisión del gobierno nacional de interrumpir las exportaciones de la carne, en un contexto de suba de los precios. Hubo otro chispazo: los empresarios criticaron un retorno a las restricciones en las fábricas, porque el gobierno de Kicillof había adherido a una decisión de la cartera sanitaria nacional, en el marco de la pandemia de covid-19.

 

La relación comenzó un camino de reencauce con la intervención del jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, quien mantuvo reuniones privadas y en público con las autoridades industriales. Según confiaron fuentes fabriles a Letra P, la intervención del intendente en uso de licencia en Lomas de Zamora abrió nuevamente el teléfono entre la UIPBA y la gobernación. Allí también talló la “buena relación” que tejió el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermin.

 

Cayó como anillo al dedo el armado estratégico del grupo de las cuatro entidades productivas bonaerenses, el G4: la UIPBA; la Asociación de Industriales Bonaerenses (Adiba), que preside Silvio Zúrzolo; la Federación Empresaria de Buenos Aires (FEBA), cuyo titular es Alberto Kahale; y la Confederación Económica de PBA (CEPBA), en manos de Guillermo Siro. Sucede que Kahale es lomense y mantiene un vínculo político estrecho con Insaurralde. Desde el pago chico surgió la reconciliación.

 

Fuentes que integran la mesa de conducción de la UIPBA aseguraron a Letra P que la orden de Rappallini es “trabajar para cuidar a la industria”, aunque aclararon que “nunca debe ser una entidad opositora al gobierno de turno, porque lo importante es generar las herramientas para dar respuesta a los socios”. “Nunca existió un ánimo de confrontar, pero es cierto que hubo una tensión por una postura que también defendía intereses de cámaras y empresas que estaban siendo afectadas por una medida”, aseguró la fuente consultada.

 

La lista única, denominada Consenso, logró el respaldo de pymes y de grandes empresas, con 126 los votos a favor y sólo dos abstenciones: General Rodríguez y Avellaneda, justamente las dos entidades que responden a Fera y enfrentadas con Rappallini.  Un comunicado de prensa destacó “la agenda de género e igualdad de condiciones que la entidad lleva adelante”, al señalar que se continuó “incorporando mujeres empresarias a los órganos de decisión, aumentando su participación en el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva”.

 

“Esta asamblea es una ratificación al apoyo de todos los socios de UIPBA por el trabajo que hemos realizado en pandemia para ayudar a los socios y sectores industriales para que la actividad pueda ponerse de pie y trabajar”, afirmó Rappallini en diálogo con Letra P, si bien evitó hablar de los roces con el gobierno bonaerense. Para adelante, el reelecto presidente fabril dijo que el “gran desafío es seguir estando cerca del territorio y de los empresarios, escuchando todas las propuestas, ideas y reclamos”.

 

En ese sentido, el empresario adelantó que los equipos técnicos de la UIPBA ultiman la “construcción de leyes y la elevación de propuestas”, que además serán replicadas a nivel nacional. 

 

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