A más de un año de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), tres figuras del PRO buscan matchear (como en la popular aplicación de citas) con dirigentes de los otros partidos que integran Juntos por el Cambio (JxC) para sumar músculo de cara a la batalla presidencial. Cada uno tiene sus favoritos con quienes comparten afinidad. Con otros, directamente, ponen la cruz característica del rechazo. Así se mueve el expresidente Mauricio Macri, la titular del PRO, Patricia Bullrich, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien confirmó recientemente que será candidato a presidente en 2023.
En la política, como en casi todos los ámbitos de la sociedad, hay mayor y menor afinidad en equipos de trabajo. Macri lo experimentó en carne propia cuando algunos dirigentes de la alianza opositora salieron a decir abiertamente que no votarían por él o que "ya cumplió un ciclo". Incluso, hay quienes lo ven en un rol más de “consultor”. Cerca del fundador del PRO tienen una mirada diferente: sostienen que forma parte de cálculos electorales.
“El radicalismo se queja de que no tuvo espacio dentro del gobierno (de Cambiemos), pero lo hace para no hacerse cargo de que también era su barco”, bramó uno de los colaboradores del expresidente ante la consulta de Letra P. Dentro de la UCR, Macri mantiene un vínculo aceitado con el senador Alfredo Cornejo, que también se sube a la contienda para desembarcar en la Casa Rosada.
En una entrevista reciente con el diario La Nación, Cornejo dijo que no lo ve como candidato presidencial a Macri, pero admitió que hubo una evolución en él políticamente. “Escucha más ahora que cuando estaba en el cargo”, señaló el mendocino. Sin embargo, reconoce que la relación con Bullrich es "más fluida" y destaca que es "con quien mejor se entiende".
Otro sector del radicalismo mantiene un mejor entendimiento con el alcalde porteño. “Hoy en día nos sentimos más cómodos con Larreta que con Bullrich o Macri”, responde un dirigente de la UCR con un apellido de peso dentro del partido
La punta de lanza de esa postura es el sector que lidera el senador nacional Martín Lousteau, quien arma Evolución a nivel nacional y también trabaja en la Ciudad para ser el sucesor de Larreta. El jefe del interbloque en Diputados, Mario Negri, es su otro gran aliado. "Se conocieron formalmente en 2016 y desde entonces se juntan una vez al mes a charlar", sostuvieron desde el despacho del legislador nacional que profundizó el acercamiento más por su rechazo hacia el sector de los halcones de Juntos por el Cambio.
En tanto, el gobernador Gerardo Morales mantiene una relación cada vez más tirante con Macri, que se tensó aún más cuando circularon rumores sobre un supuesto acuerdo con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para nombrar a los legisladores que formarán parte del Consejo de la Magistratura. "Es una mentira total y una infamia", se defendió el mandatario y apuntó contra "un sector de Juntos por el Cambio que buscan un acurdo con ( Javier) Milei. Con Bullrich, su dialogo es más fluido al punto de que se reparten elogios en público. Larreta, desde hace tiempo, procuró bajar el nivel de belicosidad contra Morales, sobre todo después de que los diputados nacionales de Jujuy votaran a favor de la quita de puntos de la coparticipación federal a la Ciudad.
¿Y en el PRO? En el partido amarillo hay divisiones marcadas desde hace tiempo. Larreta, Macri y Bullrich tienen bien definidos a los integrantes de sus respectivos equipos pero siempre buscan ampliarlos con dirigentes que aún no jugaron por uno o por otro candidato. El primer paso lo dio Bullrich cuando directamente empezó a plantear "es con Larreta o conmigo”.
Luego, llegó el segundo capítulo de la interna, por la distribución de apoyos en los jefes comunales sobre todo de la provincia de Buenos Aires. La exministra de Seguridad tiene como baluarte al intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, que hizo de la baja de tasas impositivas su lema de gestión desde que asumió en el cargo en 2019. Por el lado de alcalde porteño el listado, a priori, es mayor e incluye a los intendentes de Lanús, Néstor Gridentti; de La Plata, Julio Garro; de Tres de Febrero, Diego Valenzuela; de Vicente López, Soledad Martínez; el de Pinamar, Martín Yeza; el de Mar del Plata, Guillermo Montenegro; y el de Olavarría, Ezequiel Galli, entre otros.
“Todos tenemos relación con todos, pero lo que tiene Horacio es que lo conocemos hace muchos años”, expresó uno de los intendentes de ese grupo.
Asimismo, en ese contingente no termina de creer del todo que Macri pueda llegar a presentarse como candidato el próximo año. “Lo natural es trabajar con Larreta”, admitió el mismo alcalde. Entre sus pares, no obstante, hay todavía dudas sobre si finalmente el expresidente decide jugar. “Hoy en día el proyecto claro es el de apoyar a Larreta. Ahora, sí Macri quiere ser candidato se abre otra historia”, agregó uno de los organizadores del encuentro del jueves en la capital provincial. La discusión interna que abordaran los jefes comunales pasa por otro lado: la interna del PRO por la gobernación.
Si bien todos remarcan que la interna que se avecina entre los diputados nacionales Diego Santilli y Cristian Ritondo por la candidatura bonaerense se puede arreglar “en dos minutos”, considerando la relación que ambos tienen desde hace años, cada uno de los intendentes del PRO empezó de poco a tomar partido.
En la Coalición Cívica, mientras tanto, procuran tener en breve una respuesta más institucional a ese planteo. “No es una cuestión de comodidad personal y de nombres propios”, sostuvo uno de los líderes del espacio, que remarcó en que el partido fundado por la exdiputada nacional Elisa “Lilita” Carrió busca “construir un sistema de ideas y definir a dónde estarán parados” con respecto a temas puntuales. “Nosotros tenemos excelente dialogo con todos. Pero buscamos construir por el centro, con firmeza y contundencia”, agregó la misma fuente.