RESISTENCIA (Enviada) En un clima de alta expectativa por el tono del discurso que dará, en plena tensión con el presidente Alberto Fernández, diputados y senadores nacionales, intendentes, académicos, dirigentes locales y militantes esperaban en esta ciudad la llegada de Cristina Fernández de Kirchner.
Al cierre de esta nota, la vicepresidenta estaba en vuelo desde Buenos Aires para aterrizar en el aeropuerto local, donde sería recibida por el gobernador Jorge Capitanich. Juntos se trasladarían al Centro de Convenciones Gala, donde hablará Cristina tras recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral. La vicepresidenta hará una ponencia doctoral titulada “Estado, Poder y Sociedad: la insatisfacción democrática”.
Una vez finalizado el acto, Cristina saldrá a hablarle a la militancia, que se ubicó detrás del edificio del Centro de Convenciones. Afuera, seguirán el discurso de la vicepresidenta a través de pantallas gigantes. Se esperaba una movilización de seis mil personas, entre integrantes de agrupaciones que responden a Capitanich y La Cámpora, que movilizó también desde provincias vecinas, como Corrientes.
Hacia las 16, el salón de convenciones ya estaba colmado por unas cuatro mil personas, con la presencia de dirigentes locales y nacionales de la región, como los diputados nacionales por Chaco Juan Manuel Pedrini y Aldo Leiva; su par Lucila Masin, el también diputado nacional Jorge Romero, de Corrientes; la senadora nacional Ana Almirón y el senador provincial de Corrientes “Pitin” Ruiz Aragón, entre otros. También estaba el dirigente sindical y empresario de medios Víctor Santa María.
Capitanich supervisó personalmente la preparación del evento. El gobernador pasó por el Centro de Convenciones a las 14 para ultimar los detalles, definir tiempos y ver el lugar donde hablará Cristina. La vicepresidenta estará en el escenario junto a Capitanich y al rector de la universidad, Germán Oestmann, quien anunciará la entrega del doctorado honoris causa. En principio, no está previsto que el gobernador pronuncie un discurso. El momento quedará exclusivamente reservado para Cristina.
En la asistencia había fuerte expectativa por las palabras de la vicepresidenta y por el impacto que podrá tener en la interna del Frente de Todos. “Vamos a ver si rompe todo”, bromeó un concurrente en la previa del acto. Cerca de la vicepresidenta se encargaron, sin embargo, de bajarle el tono. “Nadie va a romper nada, pero es probable que hoy marque una señal de largada. Nos queda un año para hacer campaña antes de que empecemos a hablar de las listas”, aventuró un dirigente alineado en el cristinismo.
En tanto, cerca del gobernador Capitanich se entusiasmaron con el significado de la presencia de Cristina y el respaldo de la vicepresidenta a la eventual candidatura presidencial del chaqueño.