En el gabinete económico nacional, que encabeza el ministro Martín Guzmán, se resignan a que la inflación de los próximos meses de invierno tendrá un "piso alto", que condicionará la utilización de herramientas financieras que pretendían anclar las expectativas futuras para darle paso a políticas antiinflacionarias de mediano a largo plazo. La suba en combustibles y las remarcaciones en las tarifas de los servicios públicos regulados son dos variables que ya impactan en el mercado mayorista y que moverán la aguja del índice de Precios al Consumidor (IPC), que el Indec mostrará en junio y julio próximos.
Fuentes gubernamentales confiaron a Letra P que la actividad económica "mantendrá su ritmo de crecimiento", pero admitieron que la disponibilidad de pesos en el mercado, producto de la emisión monetaria, generó una combinación que "deja con poco margen para aplicar medidas de reducción inflacionaria, que se contextualiza con un escenario mundial en donde los precios crecieron por pandemia y por la guerra entre Rusia y Ucrania".
"Parte de la inflación es debido a la disponibilidad de pesos que está en circulación, lo que explica que las personas con alto poder adquisitivo convaliden remarcaciones e inviertan en bienes que resguardarán el dinero que tienen en la actualidad", analizó uno de los integrantes de la mesa económica del Gobierno, que por estas horas busca alinear a todos los ministerios y las variables para evitar que la inflación pegue un salto más fuerte del previsto por los ajustes en la energía.
Fuentes del Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmaron a Letra P que la tasa de interés para plazos fijos seguirá corriendo por debajo de la inflación, a pesar de que el objetivo del jefe de la entidad monetaria, Miguel Ángel Pesce, es incentivar a "esa parte de la población que está líquida". Según datos oficiales, en conformación de plazos fijos hay alrededor de 5 billones de pesos invertidos, con una parte importante que pertenecen a personas, y el objetivo es darle incentivos para evitar que se vayan a dólar o del sistema.
La idea inicial del BCRA era lograr una "convergencia" entre una baja de la inflación con las subas de las tasas de interés de referencias de los plazos fijos que la entidad monetaria tenía diseñada para el 2022. La disparada generalizada de los precios obligó al Central a retocar, ya en cuatro oportunidades en lo que va del año, el rendimiento de los plazos fijos, pero siempre corriendo por detrás de la línea de la alza de precios.
"La gente se saca los pesos de encima. La suba de los precios es porque hay sectores de la población que tiene disponibilidad y busca refugiarse en inversiones en donde puedan ganarle a los aumentos. Hoy se realizan más compras en distintos sectores, que presionan sobre la inflación y se puede verificar en la suba en sectores como el textil, que voló cerca del 10%; o los autos, que tuvieron un fuerte aumento después de que el sector se había mantenido calmo en los primeros meses del año", afirmó una fuente calificada del gabinete económico.
Según distintas consultoras, las remarcaciones en góndola pusieron a la primera quincena de mayo al rojo vivo. A la escalada de precios en alimentos y bebidas, que creció por encima del 2%, los medicamentos acumularon sólo en el inicio de mayo una suba del 9%, que llevó el índice de incrementos al 23% en todo el 2022. El dato surgió del observatorio de Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar). Entre los que más aumentaron están los medicamentos de venta libre (9% en abril y 27,4% acumulado en el primer cuatrimestre) y los anticonceptivos (7,5% en abril y 30,1% acumulado en el primer cuatrimestre), según reveló el portal Tus Noticias.
Guzmán se muestra confiado en una baja progresiva de la inflación, luego del pico de 6,7% en marzo y una baja marginal de 0,7% en abril, aunque integrantes del gabinete económico admitieron que "la continuidad de los precios internacionales por las nubes llevarán y factores internos no ayudarán a conseguir el objetivo inicial".