#1M APERTURA DE SESIONES

La Bota no se toca: Perotti, otro problema para Alberto Fernández

"No nos callamos más", avisa el perottismo. El gobernador cuida su quinta y se desmarca más aún de la Casa Rosada. Una apertura de sesiones desde el interior.

SANTA FE (Corresponsalía) “No nos callamos más”, blanqueó un perottista de primera cuna al terminar el discurso. El gobernador Omar Perotti cambió el tono en su vínculo con el gobierno nacional, lo viene contando Letra P desde hace dos meses. Y, en ese marco, la apertura de sesiones le sirvió al rafaelino para profundizar ese camino, para dejarle en claro al presidente Alberto Fernández que no son lo mismo y que necesita premura para las principales y urgentes demandas de la provincia.

 

Perotti hace rato que le viene pegando a Fernández por cuestiones productivas, por sentir que el interior, y Santa Fe en particular, no es reconocido como él pretende. Exportaciones, retenciones, subsidios, transporte, la crítica es reiterada y sostenida en el último tiempo.

 

Este domingo, sobre un atril que le permitió ver a todas y todos desde las alturas, Perotti le pegó a la Nación por la seguridad. El gobernador tiene un grave problema en esta área, no conduce a la policía, el Ministerio está envuelto en internas interminables y la cantidad de homicidios es récord. No hay límites para los narco criminales.

 

Hijo eterno del eslogan “La paz y el orden” que lo ayudó a ganar las elecciones, el gobernador sabe que no tiene futuro si no calma las fieras. “Convoco al gobierno federal, al Congreso, a que provean a la provincia de efectivos federales y una estructura federal de justicia más sólida y acorde a la crisis que enfrentamos en nuestro territorio, evitando en consecuencia que esto ocurra y se expanda a otras provincias”, manifestó.

 

“El gobierno nacional debe reconocer que el crimen organizado ha desbordado a la justicia federal en nuestro territorio y, en consecuencia, de manera prioritaria, es que solicitamos actúe y tome las medidas necesarias para encauzar esta situación. Requerimos también mayores y estrictos controles en las cárceles federales. Es inadmisible que desde allí se organicen delitos”, amplió.

 

Ambos tramos son dardos teledirigidos a Fernández y el gobierno central. Denota falta de apoyo y acompañamiento de la Casa Rosada hacia Santa Fe. Un gobernador del Frente de Todos que le reclama al presidente en una apertura de sesiones suena más a opositor que a aliado.

 

Perotti no es albertista. Nunca le fue, pese al deseo de Buenos Aires. Pero pasada la pandemia, empezó un largo camino de distanciamiento. Reconoce y valora lo que cree que está bien y no se guarda el hachazo si no comparte una medida. Primero Santa Fe, después vemos.

 

No hay fin para este rumbo, su rumbo. Seguirá con la cantinela del “motor productivo del interior” y se diferenciará en cuanta ocasión pueda del Presidente. En las próximas semanas continuará en dicha senda, más cercano a gobernadores que con la Rosada.

 

Lo dijo más claro sobre el cierre de su extenso discurso. “Debemos terminar de una vez por todas con la mirada centralista. Argentina va a salir adelante si somos capaces de potenciar la riqueza del interior productivo con una propuesta federal”, señaló. Parece una proclama. Menos porteñismo y más interior, Presidente.

 

Con una oposición provincial decepcionada, Perotti busca su presente y futuro en otro lado. Sin reelección, empieza a jugar otro partido. Da pocas pistas y cuida su quinta. Si Santa Fe es reconocida en la medida de sus intereses, no habrá conflicto. La Bota no se toca. Pero si la tensión permanece, no se callará.

 

Horacio Rosatti se pone al frente del cambio de procedimiento penal federal. (NA)
Martín Lousteau y Maximiliano PUllaro durante el proceso electoral.

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