El vínculo entre el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y los jefes y las jefas de las intendencias y presidencias comunales peronistas está en pleno proceso de negociación, con un freno de mano puesto por la bases. La relación echa chispas con el pedido al rafaelino de una construcción sólida, que no se reduzca a una distribución de recursos que obliguen a las localidades a sumarse sin chistar al proyecto provincial rumbo a 2023.
Con ese mar de fondo, asado por medio, Perotti se mostró como anfitrión para apaciguar el intento de rebeldía comunal que, por lo bajo, cada vez suena más fuerte. De cara a 2023, este martes hubo cruces y promesas para mejorar la comunicación y fortalecer el territorio con presencia de figuras del gabinete provincial. Sin embargo, las intendencias mantienen la lista de reclamos y no la sueltan.
Desde antes de las elecciones de 2021, los municipios y las comunas vienen levantando la voz pidiendo mayor participación en la política del gobierno provincial. No se centran en cuestionar la gestión, por más críticas puntuales que sobren. Ponen el foco en el déficit político del gobierno, característica que se repite en otros ámbitos, como por ejemplo en el vínculo con la Legislatura.
Los comentarios entre la dirigencia comunal encontraban eco en el Foro de intendentes y de presidentes comunales, pero ahora se reduce a encuentros más reducidos y grupos de WhatsApp. Por esa vía, expresan que se sienten arriados por una conducción carente de política, pero con recursos, que no hace más que reducirlos a un acompañamiento obligado en lo electoral.
“El amontonamiento no es real, pero nadie se quiere pegar un tiro en el pie”, reflexiona un intendente de una ciudad grande de la provincia para graficar el acompañamiento. Se refiere al convite de Hacemos Santa Fe, el sello del gobernador que reunió a una buena parte de la dirigencia el fin de semana pasado y propone meter bajo el ala a los territorios. Con todo, de nuevo llegan las críticas: un proyecto personal al que Perotti invita a seguir, no a construir.
«“El amontonamiento no es real, pero nadie se quiere pegar un tiro en el pie”»
Todo llegó a oídos del gobernador, que abrió la mesa y recibió a quienes están al frente de las comunas peronistas distribuidas por toda la provincia. Al almuerzo donde se comió pescado en la ciudad de Santa Fe, a la vera del río, no fueron quienes encabezan las intendencias, que son quienes más fuerza hacen y más peso tienen en el PJ.
En el encuentro se plantearon mejoras en la comunicación, sobre todo de obras, y que funcionarios y funcionarias bajen a las comunas para sumar fuerza territorial y no estar aisladas, por más obras que logren. Por momentos, hubo tensión. Perotti habló durante un rato largo, accedió a los pedidos y le añadió el abordaje de la autonomía para endulzarles los oídos.
El gesto y apertura que demostró con el asado de este martes choca contra un convencimiento de las intendencias, que tienen a mano para arrojar en cualquier momento. “Perotti no va a liderar ningún proceso político colectivo. Entendimos que si no lo hizo en la campaña, ¿por qué lo haría con el poder en la mano?”, disparó un intendente de peso a Letra P.