El índice de pobreza retrocedió al 37,3% en el segundo semestre del año pasado, por debajo de la medición del primer semestre de 2021, cuando fue de 40,6%, y del 42% de igual semestre de 2020, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Sin embargo, la cifra se mantiene por encima de la que dejó el gobierno de Mauricio Macri en 2019, cuando llegó al 35,5%.
En tanto, el índice de Indigencia, entendido esto como el porcentaje cuyos ingresos no les alcanza para procurarse el mínimo de alimentación, se ubicó en 8,2 % al término del segundo semestre del año pasado, contra el 10,7 % del primer semestre y del 10,5% de igual período de 2020. Los indicadores sociales todavía están por detrás de los niveles que tenían antes de la irrupción de la pandemia.
La pobreza afecta a casi 17 millones de argentinos que no lograr cubrir con sus ingresos la canasta básica total y 2,4 millones de personas son catalogadas como indigentes al no poder afrontar los gastos de la canasta básica alimentaria.
Asimismo, el INDEC también informó que, con relación a 2021, “la incidencia de la pobreza registró una reducción de 3,3 puntos porcentuales tanto en los hogares como en las personas” y que, en el caso de la indigencia, la disminución fue de 2,1 puntos en los hogares y 2,5 sobre las personas.
En lo que respecta a la distribución geográfica, el organismo que conduce Marco Lavagna afirmó que “se observó una reducción de la pobreza y la indigencia en la mayor parte de las regiones” y que la única excepción fue la región de Cuyo, donde los indicadores se mantuvieron sin cambios.
Los números que evidencian la crisis socio económico que atraviesa el país, todavía golpeado por las medidas de distanciamiento y aislamiento social impuestas durante la pandemia de covid-19, son uno de los grandes retos que enfrenta el presidente Alberto Fernández, quien busca revertir los indicadores con la guerra contra la inflación y un conjunto de programas económicos que buscan potenciar el trabajo y la producción nacional.