El sector azul del Movimiento Popular Neuquino (MPN), el espacio oficialista partidario que comanda Jorge Sapag junto al gobernador Omar Gutiérrez, prepara un encuentro para delimitar quiénes se sumarán al proyecto que procura continuar en el poder en Neuquén, como ocurre desde hace más de 60 años. Secundados por el vicegobernador Marcos Koopmann, el intendente de la capital, Mariano Gaido, representantes en la Legislatura y referentes partidarios, avanzan en la conformación de una masa crítica para retener la conducción del partido y la gobernación provincial en 2023.
En Neuquén se construye una alternativa para las elecciones desde la columna vertebral del Estado, que afina una estrategia para evitar cualquier escollo puertas adentro. Como explicó Letra P, el oficialismo emepenista tiene dos vertientes opositoras representadas por el diputado nacional Rolando Figueroa y el exsecretario general del sindicato de Petroleros privados Guillermo Pereyra, quien abandonó la conducción con duras críticas al Ejecutivo provincial.
En principio, la reunión del sector azul estaba prevista para esta semana en un camping de Villa El Chocón, pero debió posponerse unos días por las incesantes precipitaciones en la región. Hasta el cierre de esta nota, la idea era convocarla para el jueves 3 de marzo.
La última muestra del acuerdo en el oficialismo emepenista se dio a mediados de febrero, en el Concejo Deliberante de Neuquén, cuando Gaido inauguró las sesiones ordinarias. El jefe comunal machacó con que su destino está en la ciudad más grande del sur, allanándole el camino a la pelea por la gobernación en 2023 al presidente de la Legislatura como potencial candidato. “Mi futuro está en la ciudad, voy a intentar la reelección y seguir transformando la ciudad de Neuquén”, le dijo Gaido al diario Río Negro.
Este medio explicó el trasfondo de la estrategia que imagina Sapag. El principal operador del sector azul le ordenó a Koopmann instalarse en el interior, un reducto siempre leal al MPN. Sostenido en las intendencias, sobre todo en su hermano Carlos Koopmann (Zapala), el vice visita ciudades y parajes para sumar músculo. “Modernización y desarrollo” son los estandartes del máximo candidato de la familia que fundó el peronismo sin Perón en el sur.
Enfrente sigue Figueroa, que no abandona su hermetismo. El diputado evita opinar por fuera de la agenda de visitas, en las que augura la unión de la provincia. En los últimos días, sufrió un retroceso con el movimiento que se dio en la cúpula de la cooperativa CALF, la prestadora de energía eléctrica en la capital provincial.
La salida del ingeniero Carlos Ciapponni, muy cercano al secretario de Energía nacional, Darío Martínez, propició el ascenso de Darío Lucca. El nuevo titular del Consejo de Administración de la entidad dio un giro a favor del sector azul para la etapa que se viene. “Si le va bien al MPN, también le va a ir bien a CALF”, dijo Lucca cuando se refirió a su relación con Gutiérrez y compañía.

Figueroa, Domínguez y Lucca. La diversidad en el MPN.
Durante la campaña electoral del año pasado, Lucca había manifestado en favor de Figueroa en la interna del MPN. Hasta fue un férreo militante de su candidatura, aunque el final de año y la renovación de CALF lo pintaron de azul. "Personalmente no tengo aspiraciones, pero voy a apoyar a la lista Azul para que este sector pueda llevar los mejores candidatos", se sinceró.
Un giro potencial
A la par de la interna, la agenda política del MPN no deja de mirar el cuadro nacional. Al menos eso entendió el concejal Claudio Domínguez, otro que se metió en la discusión partidaria y sorprendió con un respaldo a la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta. Domínguez, que supo ser visto como una expresión de la superestructura emepenista, tuvo que defender sus palabras de apoyo al alcalde porteño ante buena parte de su fuerza política.
Primero, se cruzó con Pereyra por redes sociales. Luego, escuchó del propio Sapag que su acercamiento al PRO era "a título personal”. Por ahora, mientras se definen las rencillas domésticas, un referente del oficialismo provincial da muestras de un posible giro el año que entra, cuando Neuquén defina sus autoridades y palpite quién puede llegar a la Casa Rosada.