MAR DEL PLATA (Enviado) Entre empanadas y cazuelas de lomito con vista al mar, 16 intendentes y una intendenta bonaerense del PRO empezaron a cocinar este viernes en Mar del Plata una estrategia política para 2023. En el primer foro de 2022, uno de los disparadores conceptuales fue sembrar con fuerza en distritos donde el espacio no gobierna. También, orientar una construcción que rompa el techo amarillo para ampliar lazos hacia abanicos dirigenciales que van desde lo que denominan “peronismo desencantado” hasta, incluso, la ultraderecha libertaria.
Todo, en un marco de unidad fuertemente pregonada, más allá de las diferencias en lo relativo a paladares para las disputas nacional y bonaerense. Diversas voces intendentistas abordadas por Letra P coincidieron en que las apetencias o preferencias para la próxima parada electoral no tienen que erosionar el barco amarillo, sino todo lo contrario: dejar jugar a todo el mundo para dotar de volumen un partido que, como concubino, tiene a un radicalismo más robustecido.
La novedad con respecto a foros previos fue que, en el salón de eventos del tradicional restorán Tío Curzio, el mitin fue ampliado a la participación de 13 dirigentes PRO oriundos de municipios donde el esquema amarillo no gobierna. El objetivo concreto es darles un lugar a las y los denominados referentes “sin tierra” y que la y los intendentes le habiliten espacios de capacitación en gestión, por un lado, y volumen político, por el otro. En cuanto a esto último, la idea es aceitar un trabajo coordinado en el que, en cada sección, se den desembarcos de jefes comunales a municipios vecinos para bancar a quien vaya por la intendencia.

Montenegro da la bienvenida en el salón de eventos del restó Tío Curzio (FOTO: Ignacio Amiconi -AGLP)
En esta oportunidad, fueron poco más de una docena de sin tierra, pero -aducen en la organización- ese número se limitó a la capacidad del salón y que, en próximos encuentros, se convocarán a nuevas “referencias territoriales”. Esto no se limita exclusivamente a bastiones administrados por el Frente de Todos (FdT), sino que también se orientan soldados para dar batallas en comunas radicales. Por caso, este viernes asistieron al foro los dirigentes Juan Manazzoni y Lucas Iturri, de Tandil y Lezama, respectivamente, municipios al mando de la UCR. Oriundos de comunas que hoy están bajo la órbita del FdT, se destacaron los exintendentes Martiniano Molina (Quilmes) y Ramiro Tagliaferro (Morón). También estuvo el actor tigrense Segundo Cernadas.
“Tuvimos unas PASO muy competitivas y muy buenas, así que eso no es problema”, minimizó potenciales discordias el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien, en diálogo con Letra P, se mostró confiado con la tarea de construcción territorial que quedó plasmada en el foro marplatense: “Estoy convencido de que podemos ganar entre 20 y 30 municipios más”.

Los exintendentes Molina y Tagliaferro, presentes como "referencias territoriales" (FOTO: Ignacio Amiconi -AGLP)
Para eso, Valenzuela hizo hincapié, a su vez, en un criterio de ampliación que -sostuvo- “no es tanto partidario sino conceptual”. En ese sentido, ahondó: “Me resisto a pensar que el PRO o Juntos es el espacio de las clases medias. Ha pasado en Tres de Febrero, donde he llegado a sectores que no son PRO, tengo 10 puntos de corte de boleta de personas que votaron a Alberto Fernández y a mí en el 19, me refiero a los sectores populares, los que laburan, pero en la informalidad, que no necesariamente son adeptos al peronismo, quizás lo fueron en la historia y hoy no”.
El platense Julio Garro, en tanto, es otro intendente que posó la lupa en la ampliación del espacio, y dijo que van por “peronistas desencantados, independientes que no se habían animado a involucrarse o profesionales”. En diálogo con Letra P, Garro remarcó que “buscar todo aquello que hoy Juntos no tiene” será la apuesta de Hacemos, armado donde interactúa, entre otros, con su par de Lanús, Néstor Grindetti.
“Soy un precursor de ampliar la construcción. Hay que seguir ampliando la base de sustentabilidad política”, insistió el platense para aclarar que no irán a pescar a la pecera del PRO o de la UCR, sino que tratarán “de convencer a dirigentes que vienen de otros partidos políticos que tienen que ver con el liberalismo o la moderación, independientes”.

Martínez, Iguacel, Garro, Echevarren, Echeverry, Petrecca y otros, previo a la foto grupal (FOTO: Ignacio Amiconi -AGLP)
En ese punto, al ser consultado sobre si los lazos deberían extenderse incluso hasta los libertarios Javier Milei y José Luis Espert, Garro enfatizó: “En la política hay que hablar con todos”. Y fijó objetivos: “Cuanto más uno crece, más aprende a conducir, y cuanto más uno conduce, seguramente en el 23 llegará más fortalecido para conseguir cinco o seis puntos más en la provincia de Buenos Aires para poder ganar el gobierno provincial y nacional y, mínimamente, 30 municipios bonaerenses más”.
De la misma forma, Javier Iguacel, intendente de Capitán Sarmiento que escolta a Patricia Bullrich en numerosos recorridos, recalcó que con la ultraderecha libertaria “hay puntos en común respecto de la libertad, etcétera (SIC). Por ahí, algunas tácticas que no compartimos como los vouchers en las escuelas”. Amén de eso, aclaró: “Pero son matices, hay que trabajar en un norte y después estarán las particularidades de cada sector”.
Valenzuela pide trabajar en “una propuesta superadora” sin quedarse en la crítica. “Necesitamos evolucionar, cambiar y aprender de lo que nos pasó entre el 15 y el 19”, indicó. Pero hay referencias que prefieren no hablar aún de 2023: “Lo más importante es no poner candidaturas personales de ninguno por sobre el objetivo del conjunto, que es poder volver a gobernar la provincia y el país”, dijo a Letra P la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez. En sintonía con la reemplazante de Jorge Macri, el marplatense Montenegro se despegó de especulaciones de corte electoral: “Yo solo pienso en los temas de agenda de mi ciudad, solamente hablar de candidaturas de cara al 23 me parece una falta de respeto a mis vecinos. Hoy no estoy ni pensando en eso”.
Como fuere, luego de un primer tramo de temas relativos a la economía y cómo puede impactar el acuerdo con el FMI en las comunas -y tras la foto de rigor con el mar de fondo-, la dirigencia PRO volvió al salón para sumergirse en la rosca. Allí, la capilaridad territorial y la amplitud (¿hasta que duela?) fueron ejes de la construcción rumbo el decisivo año electoral.