El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cerró su año con un acto en el que congregó a más de 4.000 figuras del PRO de todo el país en Costa Salguero. Posando con la camiseta argentina, aprovechando el clima nacional de euforia gracias a la Scaloneta, el alcalde se nutrió de una blindaje de propios para pensar más allá del mano a mano que mantiene con Patricia Bullrich, ya pensando en subirse a un ring con el Frente de Todos y hasta el socio de la coalición opositora, la UCR.
Convencido de que su campaña electoral salió de la meseta en la que estaba, con otras personalidades opositoras copando la marquesina; tranquilo por como reencauzó su relación con el expresidente Mauricio Macri, después de ciertos chisporroteos; y confiado en que tiene todas a su favor para ganarle la interna a la titular del partido, el alcalde porteño juntó todo su músculo en una foto con toda la dirigencia que apuesta a que llegue a la Casa Rosada en 2023.
Sin blanquear aún el secreto a voces de su candidatura presidencial, si bien no hacía falta por el contexto que lo hubiera vuelto redundante, Larreta pudo ensayar un discurso en el cual mezclo la prédica halcón, con duras críticas hacia el kirchnerismo, pero también mantuvo parte de su estilo de mayor moderación con el que remarcó que cualquier transformación de la Argentina necesita de la ampliación constante de Juntos por el Cambio (JxC).
"Hay que tener más huevos para dialogar con el que piensa diferente que para sentarse del otro lado de la tribuna a agredir. Basta de la grieta que nos condenó al fracaso, hay que hacer algo diferente”, sostuvo Larreta arriba de un escenario 360 grados, fiel al manual estilístico del PRO para campañas.
La relación con Macri fue uno de los motivos principales para el sentimiento de empoderamiento del jefe de Gobierno. Con canales de diálogos directos e indirectos ya abiertos, Larreta tiene confirmada una visita a Villa La Angostura en el verano, lo que lo convirtió en la primera figura del PRO en agendar una cita con Macri para el arranque del año electoral. Hubo retribución arriba del escenario, con guiños discursos hacia el expresidente.
Una de las más recientes críticas que recibió Larreta de parte de Macri fue la postura del jefe de Gobierno de no preocuparse que el PRO mantenga el dominio en la Ciudad, como consecuencia de su acuerdo electoral con la UCR porteña y Martín Lousteau. El alcalde recogió el guante este jueves para salir al cruce de un reiterado reproche amarillo: "Al radicalismo no le disputamos Mendoza o Jujuy", en relación que se le permitía al centenario partido disputar la jefatura porteña, pero el PRO no se metía en distritos radicales. Larreta jugó con un fuerte respaldo a la candidatura de uno de sus armadores políticos en la tierra del Sol y el buen vino.
“Vamos a ganar Mendoza también con Omar de Marchi como nuestro candidato”, dijo ante la mirada del agasajado, que fue el primer orador del encuentro. En ese discurso, en el que no remarcó que iba a ser presidente en una costumbre que mantendrá hasta marzo cuando haga su lanzamiento formal, Larreta obvió a Bullrich como rival y puso directamente al Frente de Todos en su mira.
Esa jugada tampoco fue aleatoria. La foto de este jueves procuró ser una demostración de fuerza frente a la presidenta del PRO al potenciar en la foto larretista a los principales candidatos que tiene el espacio como Ignacio Torres (Chubut), Martín Maquieyra (La Pampa), el aliado Luis Juez (Córdoba), Claudio Poggi (San Luis), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Diego Santilli (Buenos Aires) y Leticia Esteves (Neuquén).