SAN PABLO (Enviado especial) El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, advirtió este domingo que saldrá en busca de los pocos votos que quedaron sueltos en la primera vuelta electoral para intentar torcer el resultado adverso, pero mucho más ajustado de lo que se esperaba (su principal adversario, Luiz Inácio Lula da Silva, le ganó por cuatro puntos y medio), que arrojaron las urnas.
"Vamos a hacer buenas alianzas para ganar las elecciones", anunció el mandatario cerca de las 23, una hora y media después de que la justicia electoral diera por "definida" la elección y confirmara que habrá ballotage el 30 de este mes. Se esperba que se dirigiera más temprano al pueblo brasileño y, fundamentalmente, a su base electoral, pero esperó dos cosas: el resultado final y que hablara Lula, quien salió al escenario de su búnker pasadas las 22 para arengar a la militancia del PT a "luchar hasta la victoria final".
Bolsonaro deberá tejer fino para conseguir el respaldo de las fuerzas que quedaron fuera de combate. La pecera donde deberá ir a pescar es pequeña, porque los dos competidores que definirán quién preside el gigante sudamericano por los próximos cuatros años aspiraron el 91% de los votos válidos emitidos este domingo. Polarización XXL.
En el tercer puesto quedó Simone Tebet, la mujer del Movimiento Democrático Brasilero (MDB), con el 4,19% de los votos, y cuarto salió Ciro Gomes, el candidato del Partido Democrático Laborista (PDT), con el 2,59%. Los casi 800 mil votos que suman estas dos candidaturas parecen un número menor ante los millones de Lula y de Bolsonaro, pero, en un mano a mano a vida o muerte, se volverán fundamentales.