JUSTICIA BONAERENSE

Más huecos en la Justicia que Kicillof no puede llenar

La renuncia del subprocurador general de la Suprema Corte deja otra silla vacía. Se suma a las tres del máximo tribunal y otra de la Defensoría.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) La renuncia del subprocurador general de la Suprema Corte bonaerense, Juan Ángel de Oliveira, abre un nuevo hueco en la punta de la pirámide de la justicia provincial que el gobernador Axel Kicillof deberá ocupar, acuerdo del Senado mediante. El funcionario presentó su renuncia al cargo para acogerse al beneficio de la jubilación, ya que tiene 80 años, y esa silla quedará vacía desde el 1 de noviembre de 2022.

 

Se trata del número dos del procurador general Julio Marcelo Conte Grand, jefe de los fiscales, asesores de menores, defensores de pobres y ausentes de la provincia de Buenos Aires. Para su reemplazo se abre un nuevo frente de batalla en la Cámara alta provincial.

 

En ese marco, oficialismo y oposición además deberán alcanzar acuerdos para poder nombrar a tres jueces del máximo tribunal provincial, que actualmente funciona con cuatro miembros, y al Defensor General de la provincia de Buenos Aires, otro cargo sin ocupar, desde que se dividió el Ministerio Público.

 

Hasta el momento, la cobertura de vacantes no parece ser una urgencia para el gobierno de Kicillof. Durante una entrevista con Letra P, en 2020, el entonces secretario general del gobierno,  Federico Thea, señaló que completarla “no es prioridad” y adelantó que le gustaría que se hiciera con mujeres. En relación al perfil que buscaba el gobierno, detalló que debe “conocer el derecho público provincial, que entienda el rol institucional como cabeza de un poder, con trayectoria académica, entender la realidad social, las desigualdades que existen en la provincia, un perfil preocupado por los Derechos Humanos, por la realidad de los más vulnerables”.

 

En caso de seguir con el vaciamiento de tronos en la cúspide de la judicatura bonaerense y más allá del perfil profesional buscado o deseado por el oficialismo, el gobernador deberá transitar un terreno que no es de su agrado personal, pero sí de suma relevancia política e institucional para la provincia que gobierna: construir una nueva Corte verdaderamente independiente y con paridad de género.

 

Más allá de los perfiles, lo cierto es que el oficialismo no cuenta con cuórum propio para poder deslizar los pliegos sin sobresalto. Todo es materia de negociación constante con la oposición de Juntos, donde los vasos comunicantes por estos temas aparecen obturados.

 

Una muestra de ello es que el bloque de Frente de Todos no consigue los votos para la remoción del procurador Conte Grand, a quien señala como una cuña de la exgobernadora María Eugenia Vidal para empastar la gestión en materia de política criminal que debe derramar en toda la provincia de Buenos Aires, el distrito de mayor peso específico del país, tanto en lo económico como en lo electoral.

 

Con las elecciones 2023 en el horizonte, en el oficialismo confían en la reelección de Kicillof y en una nueva composición de la Legislatura provincial con más votos favorables para el oficialismo y sus relegados aires renovadores del Poder Judicial bonaerense.

 

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