ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) El gremialista municipal de San Lorenzo, al norte de Rosario, Edgardo Quiroga, buscará ser la carta de Juntos por el Cambio (JxC) para competir por la senaduría departamental, un lugar reservado desde hace décadas para el peronismo tradicional y comandado por el histórico Armando Traferri, que iría por la reelección. Se lanza a través del peronismo conservador y republicano de Miguel Ángel Pichetto, quien estuvo en la ciudad para levantarle la mano al candidato.
San Lorenzo es un departamento de relevancia productiva por albergar el clúster agroexportador, donde se ubican las cerealeras más grandes del país, y también por contener un potente cordón industrial y petroquímico. Allí manda desde hace dos dècadas Traferri, justicialista que pisa fuerte en la Cámara alta. Justamente la banca en el Senado es de un peso determinante en la política santafesina, además de implicar una enorme caja para mantenerse.
Quiroga es el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitram) y fue líder de la CGT San Lorenzo durante varios años, currículum que le da cierta territorialidad en las 16 localidades que componen el departamento. Para competir se unió a Encuentro Republicano Federal (ERF), el sello de Pichetto que tiene como referente provincial a la diputada Betina Florito.
Se le suman a la construcción el secretario de Gobierno de la municipalidad de San Lorenzo, Alejandro Cabral, de extracción peronista, y los dirigentes Cristian Hoffmann y Andrés Danelón, quien compitió por la senaduría en 2019. El intendente radical de la ciudad, Leonardo Raimundo, por el momento no tiene candidato oficial, pero en el espacio del gremialista municipal especulan con que podría lograrse alguna línea implícita llegado el caso.
JxC podría tener una interna en el departamento en la que, además de Quiroga, competiría la dirigente de Roldán Vanina Procopio, la abogada Fabiana Álvarez y hasta se rumoreó a la diputada por el radicalismo de NEO, Silvana Di Stefano. El gremialista pretende enfocar parte de la campaña en la frase “cuatro años en el Senado y nada más” para contraponerse a Traferri que ya encadena cinco períodos en la banca. Sin embargo, la idea choca con sus largos años al mando del sindicato.
Traferri es un clásico cacique con poder en el justicialismo y lo demostró de entrada contra el gobernador Omar Perotti, convirtiéndose en un adversario político al menos hasta el año pasado. También dejó en claro su peso cuando logró blindarse con sus pares en el Senado de la acusación de fiscales por presunta participación en una causa de juego ilegal.