LA ECONOMÍA

Industriales bonaerenses, con pronóstico de nubarrones para 2022

Más de la mitad cree que la economía empeorará y que la inflación podría trepar a 60%. El factor FMI. Baja inversión, sin despidos. Foco en la carga impositiva.

 

Del informe al que tuvo acceso Letra P, se desprende que un 62,5% de quienes fueron abordados prevé que, este año, la inflación será de entre 46 y 60%, proyección ubicada muy por encima de las estimaciones gubernamentales que tienen expectativas de estar por debajo de los 40 puntos.

 

En tanto, el 52,5% estipula que la situación económica empeorará, aunque sólo para el 22,5% su empresa se verá impactada por la hipotética acentuación de la crisis. Ante eso, la mayoría proyecta un escenario de baja inversión, aunque sin efectuar despidos (un 75% proyecta un statuo-quo en cuanto a volumen de personal, un 15% confía en que hará nuevas contrataciones y solo un 10% habla de posibles despidos).

 

Uno de los aspectos donde el empresariado industrial bonaerense estuvo más cerca de la unanimidad fue ante la consulta sobre el origen de la crisis argentina. El 85% hizo foco en el plano político y no en el socio-económico. Eso, se liga con otra fuerte coincidencia entre el universo relevado: más del 90% identificó la carga impositiva como uno de los principales problemas, siendo el punto más elegido por encima incluso de la inflación.

 

Al analizar los resultados de este estudio, el titular de la Confederación Económica de la provincia de Buenos Aires (Cepba), Guillermo Siro, consideró que la incertidumbre frente al desenlace de las negociaciones con el FMI jugó fuerte en las percepciones empresariales. En diálogo con Letra P, sostuvo que, si el acuerdo se da bajo condiciones de enfriamiento de la economía, eso “va a resentir la recuperación que se está dando”, a la vez que estimó un escenario más nebuloso aun de no darse un acuerdo, ya que eso “impediría la importación de bienes de capital y tecnología, como así también la exportación de productos industrializados, con valor agregado, con desarrollo, trabajo e identidad argentina y sobre todo bonaerense”.

 

Bajo ese cuadro, frente al factor FMI Siro bregó por un acuerdo facilitando acciones que en el mediano plazo promuevan un sendero de desarrollo “sin enfriar la economía” y –recalcó- “sin que esto implique un incremento de la presión tributaria ni tampoco el estancamiento de una incipiente recuperación que se está dando”. Ante eso, el empresario considera clave un horizonte despejado para el desarrollo de nuevas inversiones que garanticen la creación de nuevos puestos de trabajo.

 

Al definir como “cauto” el panorama que se ha plasmado en esta encuesta, el tiutlar de Cepba ponderó que “los trabajadores nunca son una variable de ajuste para las pymes”, que -dijo- “siempre priorizamos el desarrollo de empleo de calidad y apostamos a nuevas fuentes de trabajo a través del crecimiento, del desarrollo y la sustentabilidad. Para eso tenemos que tener un panorama a mediano y largo plazo, viable”.

 

Así, insistió en que “la presión tributaria es alta”, pero que también “la informalidad es muy alta y que la crisis que generó el covid intensificó esa informalidad”.  “Tenemos que trabajar como sociedad reseteando la economía, hay que empezar a trabajar para un programa de desarrollo y formalización de la economía, de las actividades, trabajadores y de la presión tributaria, donde la recaudación sea exactamente igual pero distribuida entre más aportantes y que el no pagar o la informalidad deje de ser un buen negocio y pase a ser la formalidad”, puntualizó.

 

El enviado del FMI, Rodrigo Valdés, se reunió con Javier Milei y Toto Caputo
Martín Menem y Karina Milei.

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