La política en ojotas

De Isasi: “Hay que construir fuerza para gobernar a plaza llena”

El titular de ATE bonaerense pide que el Gobierno convoque a “los sectores más dinámicos” para bancar medidas en la calle. 2022, el año del “despegue” salarial.

Fue un arranque de año complejo para el titular bonaerense de ATE, Oscar de Isasi, que transitó la primera quincena del año positivo de covid. Sorteada la enfermedad, apenas pudo hacerse una escapada de fin de semana a Córdoba para visitar amigos. Sus lecturas de verano tampoco lo desentienden de las actividades que tiene previsto impulsar a lo largo de 2022: “Estoy estudiando mucho la vía troncal del Paraná y el tema del litio, cómo darle valor agregado”, detalla en la charla con Letra P. Dice que esa inquietud se enlaza con la iniciativa de la CTA de construir para el primer trimestre de este año “una gran marcha a Plaza de Mayo” por la defensa de la soberanía de esa ruta fluvial y ese recurso natural.

 

Dice que la presencia en la calle de “los sectores más dinámicos” de la sociedad es un aspecto clave y estima que “muchas cosas” se van a dirimir allí en los próximos dos años. Por lo pronto, ve “una dificultad” del Gobierno nacional para incorporar a “actores sociales de peso” a los fines de “construir fuerza para gobernar a plaza llena”.

 

En cuanto al gobierno bonaerense, pondera “un diálogo importante” y deposita expectativas en la negociación salarial que se inicia en los próximos días: 2022 debe ser “el año del despegue del salario de los estatales”, se esperanza. “El objetivo es recuperar parte importante de lo que perdimos durante el gobierno de María Eugenia Vidal”, indica.

 

-¿En estos dos años no recuperaron nada de lo perdido con Vidal?

 

-No sustancialmente. En 2021 cerramos algunos puntos arriba de la inflación. Fue importante pero insuficiente. Un bono de $20 mil nos permitió paliar de otra manera enero, pero hay que discutir rápidamente el salario. La tarea es doble: aumento salarial por parte de la Provincia y control de precios estricto de parte de la Nación, que tiene que meterle mucha presión a los formadores de precios porque, si no, no hay salario que alcance.

 

-¿Está metiendo esa presión el Gobierno nacional?

 

-Por momentos sí, por momentos no. Hay dificultades, la inflación sigue creciendo. No se trata de jugarla de opositor, sino ver que ahí está uno de los problemas más serios. En los próximos 14 meses hay que ocuparse de eso y de la falta de trabajo, si no, la restauración neoliberal va tomar cuerpo.

 

-¿Qué planteos tiene en carpeta para este año más allá de lo salarial?

 

-Un logro muy importante fue la regularización de más de 20 mil estatales que estaban con contratos basura. Pero es tiempo de hacer nuevos listados para el pase a planta de miles que ingresaron ante la necesidad de incorporar personal en Salud y Niñez por la pandemia y que no tienen estabilidad. También, avanzar en la designación de personal y profundizar el camino hacia un nuevo convenio colectivo de trabajo. Una nueva carrera administrativa.

 

-Hace dos años, usted pedía mayor protagonismo de los gremios en las decisiones políticas del Estado. ¿Ganaron protagonismo?

 

-Tenemos un diálogo importante con la Provincia en la cuestión laboral. Logramos niveles de protagonismo en la pandemia. Una de las decisiones más sabias del gobierno provincial fue abrir la cancha para transitar la pandemia, donde propusimos los comités de crisis en los hospitales que funcionan bárbaro. Esa apertura es un camino a profundizar.

 

-¿Cómo?

 

-Para transformar las cosas, se necesita que los sectores más dinámicos de la sociedad jueguen en la cancha. Para eso, hay que darles una cuota de participación y protagonismo.

 

-¿También tiene que pasar en el plano político electoral?

 

-En lo político, hay una dificultad para incorporar a actores sociales de peso en la disputa que hay que dar y que, si no se incorporan, es muy probable que esa disputa no salga bien. Si en el tiempo que dura la esperanza, uno no logra vincular las políticas con la resolución de los problemas cotidianos de la gente, la esperanza se transforma en frustración. Hay un tiempo político para transformar el consenso y poder organizado para llevar adelante las cosas.

 

-¿Ese tiempo se le está agotando al Gobierno?

 

-Quedó muy limitado por la pandemia para quienes tienen intenciones de construir ese poder, y quedaron disimulados aquellos que no tienen intención de abrir la cancha. La pandemia también disimuló disputas internas en el Frente de Todos, que es un frente electoral, no político.

 

-¿En el FdT hay sectores que no quieren abrir el juego al sindicalismo?

 

-Hay que construir hacia el interior del FdT una corriente que recupere las mejores tradiciones del movimiento popular. Muchas cosas se van a dirimir en la calle. Venimos de una derrota electoral, por lo cual, para llevar adelante políticas de reparación de derechos, tenemos que construir fuerza. Eso hay que hacerlo con acuerdo de los sectores más dinámicos: el movimiento de trabajadores y trabajadoras, precarios, de la economía popular, privados, estatales, convocarlos para construir fuerza para, más de una vez, gobernar a plaza llena.

 

-¿Cómo se plasmaría eso?

 

-Si hay que sacar una ley para avanzar sobre determinada cosa que cuestiona los intereses económicos, hay que hacerlo a plaza llena y con la movilización popular. Trasladar a la calle el poder formal e institucional. Una creciente movilización popular que sostenga al Gobierno en decisiones que van a ser seriamente confrontadas por la representación política de los grupos económicos que se sienten fuertes porque ganaron la elección.

 

-¿Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense puede abrir un camino en ese sentido?

 

-Espero que así sea. Cada uno de nosotros tiene cuotas de capacidad de hacer. La sociedad hoy busca y sobrevive, no está enamorada de un proyecto político, a nadie le da un cheque en blanco. La derrota de 2021 fue una advertencia, no un voto ideológico hacia la derecha. Si en estos 14 meses hay capacidad de resolver medianamente el problema salarial, del empleo, de los pequeños productores y comerciantes, habrá un golpe duro al neoliberalismo. Si no sucede, puede pasar cualquier cosa..

 

-¿Qué es cualquier cosa? ¿Más escenas como las del Gestapo-gate?

 

-Ese video me dio indignación y cierta satisfacción. Porque hay una porción de la sociedad a la que no le entra que estas cosas pasan. Ahí está la prueba. Y, si se da la restauración neoliberal, lo primero que van a tratar de hacer es intervenir los gremios que hicieron lo que debían hacer en la resistencia contra el neoliberalismo. No tengo dudas que en los primeros dos años van a tratar de destruir todo lo que sea oposición seria al proceso que quieren consolidar. Para que no vuelvan estos personajes ligados a la historia más negra, hay que tener memoria, mostrar el video, pero también reparar derechos. No es solo la denuncia, el Gobierno tiene que reparar derechos porque ése es el sentido que le dio la sociedad en 2019 y la advertencia que le dio en 2021. Para hacerlo, no alcanza con tener razón, hay que tener fuerza. Y para tener fuerza hay que convocar a las organizaciones libres del pueblo a un proceso de movilización popular que nos permita hacer las cosas que el neoliberalismo no quiere que hagamos.

 

Gisela Scaglia va a fondo por la conducción del PRO Santa Fe.
Pullaro, el ministro Cococcioni y la secretaria de Asuntos Penitenciarios. Con más de 1.800 celulares incautados en requisas en las unidades penitenciarias santafesinas.   

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