Desde hace algunos años, la interna planteada en el arco cambiemista tandilense tenía más que ver con un enfrentamiento entre radicales. Camino a las PASO de este año, el cruce interno en los estratos superiores añade otro condimento a la cocina de Juntos en el distrito serrano. Los cortocircuitos persisten entre el ala referenciada en el caudillo radical Miguel Lunghi y el sector liderado por el también boinablanca Marcos Nicolini. La boleta bendecida por el jefe comunal privilegió purismos y no abrió el juego al correligionario que fue adversario interno en 2019, a pesar de que ambos juegan con Facundo Manes. En tanto, el cruce en la macro entre Diego Santilli y el neurólogo hace que el PRO presente lista propia en el distrito.
En este escenario de diáspora intestina, Juntos tendrá -de mínima- un cruce entre dos listas: la bancada por el caudillo y liderada por el concejal Mario Civalleri y la boleta PRO encabezada por Juan Manazzoni, miembro del Consejo Directivo nacional del partido amarillo. Nicolini, por su lado, está armando una lista de su sector.
Pero aún hay quienes dudan de que efectivamente la anote en la contienda, aunque no juegue él directamente. Algunos sostienen que la nómina confeccionada por el contrincante interno de Lunghi en las PASO de 2019 nació para exhibirla en la mesa de negociación local. Sin prosperar el acuerdo, ahora el interrogante está sobre si avanzar con esa boleta en la compulsa interna o correrse del ring en esta vuelta electoral para mantenerse vigente hacia 2023. Es que una baja performance de votos en la interna de Juntos representaría un golpe fuerte para la aspiración intendentista –aún intactas– de Nicolini.
En el lunghismo hubo dos miradas sobre Nicolini: uno pro acuerdo –bajo el lema de que la pelea es en 2023–, habida cuenta que ambos van con Manes. Otros impulsaban el purismo lunghista. Venció esta última corriente de opinión, bajo la lectura de dejarlo fuera de juego al correligionario díscolo para debilitarlo hacia 2023. Dentro del Comité radical, algunas voces subrayan que Nicolini estaba abierto a un acuerdo, que requería una apertura de listas no concedido por la comuna.
Ningún sector interno negaba las diferencias ni relegaba aspiraciones futuras, pero varios veían que estas legislativas eran el momento para ratificar el liderazgo de Juntos y cosechar un triunfo contundente que deje a esta alianza en la pole position hacia 2023, donde sí habrá una disputa abierta por la sucesión. Como contó Letra P, en esa contienda interna hay un póker de figuras radicales: los alineados al lunghismo desde la agrupación 14 de septiembre (los concejales Mario Civalleri, Juan Pablo Frolik y Luciano Grasso) y, por el otro, Nicolini.
De haber existido unidad arriba, el candidato del sector de Nicolini hubiera sido quien ahora encabeza la lista pura amarilla: Juan Manazonni. Es que el ala PRO local viene trabajando en confluencia con el radical díscolo en el Ateneo “Tandil del Tercer Siglo”, pero la interna macro los dividió. Sin embargo, varias voces coinciden en que ese cruce interno –sólo forzado por la macro- no limará el trabajo conjunto a futuro. De jugar el sector de Nicolini, suena el nombre de Blas Pugliese.
Pero no solo la UCR local registró turbulencias internas. Post 2019, Gonzalo Santamarina pegó el portazo del PRO y generó un partido vecinal, Acción Tandilense, que competirá con boleta corta bajo el esquema del senador Lucas Fiorini. Ante eso, el partido amarillo busca reposicionarse, empujando la boleta de Santilli. Saben de lo complejo de una interna frente a la nómina del veterano intendente, pero lo ven como una oportunidad para fortalecerse.
La lista bendecida por Lunghi lleva a Mario Civalleri, exjefe de Gabinete y actual concejal que encabezó la lista de 2017. Algunos socios marcan que, en esa oportunidad, por primera vez la boleta local lunghista obtuvo menos votos que la boleta nacional del espacio. En segundo lugar, iría la directora de Educación, Guillermina Cadona, en tercer casillero el médico Juan Salceda y cuarta, la pediatra Marta Brea, colega de confianza de Lunghi. Algunas voces indican que el lunghismo está ofreciendo un sexto y expectante lugar a Nilda Fernández, quien fue titular del Concejo pero que se alejó del intendente hace más de 15 años y hoy interactúa con Mauricio D’Alessandro, otro que no se descarta a la hora de promover una lista interna local en Juntos y alguna jugada seccional.
En medio de todo esto, circuló en el distrito la versión de que Lunghi podría liderar la lista seccional del ala radical. Como jugada política, no lo ven mal, ya que dejaría desde este año en el sillón de mando precisamente a su predilecto para la sucesión: el presidente del Concejo, Juan Pablo Frolik, que así podría construir su candidatura desde la misma intendencia. Pero en el llano no lo ven muy factible. Y dan razones: primero, porque, quienes lo conocen atestiguan su desagrado por la tarea legislativa. Segundo, porque fue a la última reelección manifestando su deseo de coronar sus dos décadas de mandato siendo el intendente del bicentenario de la ciudad, que será en 2023. Tercero, por su avanzada edad.