ELECCIONES EN LA RURAL

La SRA siembra fuego cruzado en la versión bonaerense de su interna

El oficialismo enrostra el bono de Etchevehere, la oposición habla de socios cautivos. Quiénes juegan. Contrapuntos y pases de factura. Cómo ven a Kicillof.

De los 14 distritos en los que se segmenta organizativamente la Sociedad Rural Argentina (SRA), tres de ellos están en la provincia de Buenos Aires. La gravitación bonaerense sobre el mapa productivo nacional tiene su correlato en el organigrama de esta entidad que el próximo 31 va a elecciones internas, donde se enfrentarán el actual titular, Daniel Pelegrina, y el opositor Nicolás Pino. A nivel PBA, se hacen eco de las diferencias de posicionamiento frente al Gobierno y el Consejo Agroindustrial, aunque surgen particularidades al enfocar las potencialidades y objetivos de cada espacio.

 

En la lista oficialista de Acción y Unidad, al igual que Pelegrina, en la provincia de Buenos Aires quienes representan la entidad en sus tres distritos también buscarán la reelección como vocales titulares. En la franja norte bonaerense que comprende el Distrito I, figura el también director de Acción Política Santos Zuberbühler (Navarro); en la zona centro (Distrito II) aparece la villeguense Mercedes Lalor, la primera mujer en ingresar a la Comisión Directiva de la entidad, hace diez años; en tanto, en el sur bonaerense (Distrito III) buscará renovar Oscar Javier Pérez Balade, expresidente de la Rural de Dorrego.

 

Tanto Lalor como Pérez Balade fueron dos de los miembros de la CD ruralista que en 2017 votaron en contra del bono por $500 mil otorgado a Luis Miguel Etchevehere cuando este abandonó la presidencia de la SRA para asumir como ministro de Agroindustria de Mauricio Macri, algo que disparó una fractura intestina que se extiende hasta estos días. De hecho, en aquel entonces, uno de los detonantes de la polémica fue la carta que se hizo pública de 26 delegados del Distrito bonaerense II donde sus dirigentes manifestaban el “profundo desagrado” por el bono girado a Etchevehere “por los servicios prestados” a la entidad.

 

Las esquirlas de aquellas tensiones se reflotan en estos tiempos electorales en voces que traccionan la lista oficialista en la provincia: “No correspondía ese bono. Y, a la larga, terminamos todos manchados”, lamentó una voz dirigencial abordada por Letra P, quien ligó al exministro macrista con la nómina opositora que lidera Pino. Es ahí donde, para marcar contraste con la oposición, resaltan la “vocación de transparencia” del armado oficial.

 

Del otro lado, no solo no se ponen el poncho acusatorio sino que retrucan hablando de “socios cautivos” sobre los que el oficialismo “se enquistó” en las riendas de la entidad. Y dan números. Dirigentes del armado opositor consultadas por Letra P afirman que la SRA tiene unos 2.500 socios activos, cifra que consideran extremadamente baja pero no casual. Advierten que desalentar la renovación societaria es garantía de statu-quo.

 

No solo eso, sino que, en ese cupo societario, detectan como “cautivos” particulares a varios cabañeros, algunos con asiento en PBA. “Si tenés una cabaña, sos cautivo de la Sociedad Rural por el registro de pedigree, entonces, muchos de esos socios están disconformes pero no tienen manera de quejarse”, relató una fuente de la lista opositora.

 

Bajo la misma tesitura, grafican que, a lo largo de 28 años, se decidieron autoridades –“mediante lista única, no de unidad”, aclaran– con el voto de 300 de esos socios y que la participación subió sustancialmente a cerca de 1.200 votantes en 2018, cuando volvió a darse una confrontación interna entre dos listas. “El oficialismo maneja la CD hace 30 años y toda la gente fue puesta a dedo. Frente a ese nivel de no democracia, surgió este movimiento”.

 

Es ahí donde en el opositor Movimiento Compromiso Federal (MCF) ven un objetivo a explotar. “A esta altura, la SRA debería tener 15 o 20 mil socios”. Para esa empresa, ven al terreno bonaerense como un motor central de la “renovación” y “democratización” de la entidad. Allí, hay quienes se despegan de Etchevehere y hasta señalan que su gestión en Agroindustria “no fue buena”. Aunque aclaran que “el contexto general jugó en contra”.

 

Por el MCF en Provincia de Buenos Aires figuran como vocales titulares el ingeniero agrónomo Marcos Mathé (Salto) por el Distrito I; el azuleño Martín Salgado (Distrito II) y Adela Nores (Distrito III). Tanto en estos perfiles como en otros de la lista opositora se pondera que son personas que “tienen realmente campo y se mueven en esta actividad, no cobran un sueldo de la Rural, quiere aportar”. Con ese foco, fuentes consultadas marcan que muchas de estos candidatos solo piensan su participación activa en la entidad por un breve periodo y no “hacer carrera” allí.

 

Al refutar el concepto de “socios cautivos”, en el oficialismo destacan un contacto estrecho con el socio, al que –describen- se giran informes cada dos meses de las actividades que se realizan distritalmente, desde reuniones con funcionarios bonaerenses hasta gestiones puntuales. Aquí, se diferencian de la oposición, a la que acusan de “que llegue la fecha llamar hasta el cansancio a los socios para pedirle el voto”.

 

Pero la mecánica de votación también es otro foco de conflicto y contrapunto. Como hace décadas, está habilitado el voto por correspondencia. En el oficialismo, no tienen ruidos: “Es lo que se hizo todo este tiempo”. En la oposición, consideran que “es ridículo” que se vote “como hace 40 años” y sostienen que ese mecanismo no fomenta la mayor participación. En ese aspecto también hablan de la necesidad de una gestión “moderna”.

 

Kicillof y el Consejo Agroindustrial

Sobre la relación con el gobierno de Axel Kicillof, cerca de la lista oficialista admiten que “hay diálogo” mediante los canales institucionales, ven auspiciosas planes como el destinado a los caminos rurales, pero cuestionan: “Son muchas reuniones y pocos resultados”. En ese sentido, hay melancolía del pasado vidalista: “Con Sarquís, había otra forma de trabajar, era fácil encontrarlo en su teléfono”, desliza una voz que, no obstante, destaca la existencia de mesas de trabajo con la Provincia que no ve en lo nacional. En la oposición, son drásticos: “La Provincia es lo mismo que la Nación. Lo demostró Kicillof al apoyar el cierre de exportaciones a la carne”. Pero los dardos también van a Pelegrina, al que acusan de estar “más preocupado por la interna que por cumplir con su representación gremial”.

 

En la interna bonaerense, se hacen eco de las diferencias a nivel nacional en cuanto a qué posición tomar ante el Consejo Agroindustrial. En el oficialismo aducen que la conducción ruralista no ve las “condiciones de confianza” como para “apostar y trabajar” en ese ámbito. A eso, un candidato de la lista opositora rebatió que, participando del Consejo de la SRA, el productor puede “tener un accionar más profundo” para “que el Gobierno se dé cuenta de la importancia que tiene este sector”.

 

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