El gobernador Omar Perotti adhirió al decreto de necesidad y urgencia que el presidente Alberto Fernández firmó el pasado viernes y este domingo tomó la siempre difícil decisión de suspender la presencialidad en las escuelas de los departamentos Rosario y San Lorenzo. El anuncio se hizo en plena disputa del primer tiempo del clásico entre Rosario Central y Newell's y dispone, entre otras medidas, la modificación del horario de cierre para locales gastronómicos y para la circulación vehicular en los dos populosos departamentos del sur provincial.
El apartado más sensible de las nuevas restricciones es, obviamente, el dedicado a la educación. Según manifestó el de ministro Gestión Pública, Marcos Corach, hubo intensas comunicaciones hasta bien entrada la tarde-noche del domingo con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para sostener la presencialidad en las escuelas de los dos departamentos catalogados por Nación como de "alarma epidemiológica". No lo consiguieron.
En ese sentido, el único desmarque que logró Perotti fue el de sostener esta medida restrictiva por solo siete días. De cualquier modo, en la tarde de este lunes habrá una reunión entre el gobernador y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, con quien uniría fuerzas para reclamar el regreso de chicas y chicos a las aulas.
En la mañana de este lunes, el alcalde rosarino también se manifestó en desacuerdo con la medida de suspender la presencialidad escolar, aunque afirmó que no hará un reclamo directo al gobierno nacional y, en cambio, buscará un planteo conjunto con la Provincia.
Otra de las nuevas restricciones para Rosario y San Lorenzo se da en el horario de cierre de los locales gastronómicos. A partir de este lunes, sólo podrán atender al público hasta las 19. Luego de ese horario, sólo podrán comercializar en las modalidades de delivery o take away.
