A Oscar “Turco” Urruty, el nuevo secretario de Gobierno del mandatario santafesino Omar Perotti, le encomendaron una tarea mayúscula: reconstruir el vínculo del Ejecutivo con la Legislatura. Terreno hostil para el gobernador, de derrotas habituales, la Casa Gris necesita hacer pie en Diputados y Senadores para viabilizar el diálogo político con propios y ajenos y darle luz verde a los proyectos insignia del rafaelino.
Urruty arrancó el lunes en el despacho del ministro de Gobierno Roberto Sukerman, su flamante jefe. El rosarino coordinó una extensa reunión de los secretarios que lo rodean. Luego, después del mediodía, afinó el lápiz junto a Urruty sobre las tareas más precisas a realizar.
Perotti está en franca minoría en ambas cámaras. En Diputados tiene siete de 50 legisladores y en el Senado solo cosecha cuatro cien por ciento propios de un total de 19. El gobernador tiene en la Ley de Conectividad y la reforma policial que escribió Marcelo Sain dos expedientes de su interés. Pero pese a que fueron derivados en el segundo semestre de 2020, todavía no tuvieron sanción.
La dificultad es, por un lado, por la mayoría que ejerce de manera voraz el Frente Progresista, que conduce el exgobernador Miguel Lifschitz, pero también por los propios, sobre todo por el bloque PJ del Senado que lidera Armando Traferri. Con ese eje, ni agua.
“Administrar y conducir de manera diferente la relación para que sea más eficiente”, le resume Urruty a Letra P. Las directivas de las tareas del Turco serán coordinadas por Sukerman y el ministro de Gestión Pública Marcos Corach, los alfiles políticos del gobernador.
El nuevo secretario habló, a la vez, de “evitar sorpresas”, como las que sufrió Perotti en más de una oportunidad desde que asumió. En criollo, contener a los y las legisladores para que le aporten información al Ejecutivo sobre las jugadas que promueve la oposición desde la Legislatura. “Previsibilidad”, es lo que anhela el funcionario.
Urruty llegó a Gobierno de manera sorpresiva. Cuando designó a Sukerman en enero, Perotti procuró ponerle un mano derecha en ese mismo momento. El ministro de Defensa Agustín Rossi le pidió por Facundo Olivera, pero dijo no. Pensaba, en ese momento, en el concejal rosarino Eduardo Toniolli o en Jorge Lagna, que en ese momento no había sido elegido ministro de Seguridad.
Con el delfín del Movimiento Evita las charlas avanzaron y mucho, y hasta algún medio se animó a confirmar su nombramiento. Pero pasaron cosas y Perotti enfrío la negociación. Ahora, con las aguas más calmas y bajo el andar de sus tiempos, el rafaelino condecoró al Turco.
Urruty es un militante peronista de mucha trayectoria, reconocido por diversos sectores. Fue diputado provincial, donde entabló un vínculo con el senador nacional Roberto Mirabella, y actualmente presidía el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ENRESS).
Respondía al Partido por el Progreso Social, que lideraba el exintendente de Rosario Héctor Cavallero, hasta que se distanció y armó su propia agrupación, Iniciativa Popular, que lo tiene como referente junto a la concejala rosarina Fernanda Gigliani.