Para el exdiputado de la provincia de Santa Fe Eduardo Di Pollina, las elecciones internas del 18 de abril van a significar una profunda reconfiguración del Partido Socialista (PS). El referente de la corriente Convergencia Socialista compite por la presidencia del partido nacional contra la exintendenta de Rosario Mónica Fein, que tiene el apoyo de los exgobernadores Miguel Lifschitz y Antonio Bonfatti, y contra el legislador porteño Roy Cortina. El exlegislador sostiene que el socialismo tuvo “desaciertos” por decisiones políticas que se tomaron “a nivel personal”.
-¿Cómo se imagina el PS el día después de las internas?
-Va a ser otro partido. No es lo mismo que gane un proyecto político u otro. A pesar de que hay tres listas, hay dos proyectos muy parecidos: el de Roy Cortina y el de Miguel Lifschitz que hoy discuten públicamente quién tiene más contacto con Horacio Rodríguez Larreta. Nosotros, en cambio, estamos proponiendo un proyecto político para el PS con contenido de izquierda democrática y una construcción con los sectores progresistas de la política nacional. Estas internas son lo mejor que le está pasando al partido, permitieron revitalizar el debate y escuchar al afiliado. Estas elecciones va a ser determinante para el futuro de nuestro partido.
-Usted habla de una crisis en el partido. ¿Cuál es el núcleo del problema?
- El PS está atravesando una crisis orgánica y política. Durante los cuatro años de la presidencia de Mauricio Macri no hubo una posición política nacional clara y se produjeron desaciertos muy grandes por decisiones políticas que se tomaron a nivel personal y por afuera de los cuerpos orgánicos. Esos errores condujeron a la derrota electoral del 2019 en Rosario y en la provincia de Santa Fe. El sector que nosotros representamos en la provincia, Bases, ya lo venía planteando y se precipitó cuando en las elecciones nacionales el sector de Cortina apoyó a Macri y a Larreta en Capital Federal y Lifschitz promovió la candidatura de Roberto Lavagna y Manuel Urtubey. Esas posiciones generaron una interna en el partido en dos planos: nosotros nos expresamos muy fuerte en contra porque son dos expresiones de derecha conservadora y no representan el ideario ni el pensamiento ideológico del Partido Socialista, pero además, porque fueron decisiones que se tomaron a espaldas de los cuerpos orgánicos del partido.
-¿Son diferencias de fondo o de forma?
- Son ideológicas. Nosotros concebimos un partido con el protagonismo de las y los militantes en las decisiones políticas y en el proyecto hacia el futuro sobre qué país y qué provincia queremos. No podemos ser cómplices de quienes saquearon el país como pasó en la presidencia de Macri. Esa es una posición que está en las antípodas de los intereses de los trabajadores, de los sectores populares y de la mayorías nacionales, que es donde tiene que estar el PS. Después podemos debatir qué proyecto político queremos para estos sectores pero no cruzar esa línea, que es el límite que nos separa del establishment que es Cambiemos y el PRO y la oligarquía argentina.
-En 2019 llamó a votar por Alberto Fernández. ¿Sostiene ese apoyo?
-Esa fue una decisión política que tomamos en un congreso de Bases, con plena participación de las y los compañeros. Y lo hicimos con la coherencia histórica del Partido Socialista, que nunca militó el anti peronismo que es lo que está ocurriendo ahora en nuestro partido. En 1972, el socialismo apoyó la fórmula del Partido Justicialista y también en 1983. En 2019, entendimos que teníamos que apoyar a Fernández porque no teníamos la más mínima duda de que Macri no podía seguir gobernando y Fernández era la única representación que tenían los trabajadores y sectores populares. Nos acusaron de que detrás de esa decisión había un entendimiento con el peronismo y con el tiempo quedó demostrado que eso no pasó y que fue la decisión correcta.
-Esa grieta todavía se sostiene. ¿Tomarían el mismo rumbo en 2023?
-Eso no lo sabemos todavía, lo analizaremos en el futuro, cuando llegue el 2023. Hablar de proyección política de más de un año es muy complejo porque la dinámica nacional cambia en el día a día.