Después de 120 años, el Jockey Club de Rosario (JCR) romperá una histórica tradición y permitirá que las mujeres sean socias plenas de la institución. El proyecto para modificar el estatuto se tratará este año, según adelantó a Letra P Charles Bannerman Roberts, quien está iniciando su tercer mandato como presidente de la institución donde brilló Luciana Aymar. Titular de uno de los estudios jurídicos más antiguos de la Cuna de la Bandera, el hombre del doble nombre inglés se reconoce como una persona sin militancia política y “muy pragmático”, aunque admite que votaría al PRO si su esposa -la actual concejala Germana Figueroa Casas- volviera a presentarse a elecciones.
Roberts preside el club desde 2017, aunque fue en 2015 cuando comenzó a pisar fuerte en la Comisión Directiva. En ese bienio fue vicepresidente de Aldo Torriglia (exnúmero uno de John Deere Argentina), tras una elección que resultó una verdadera anomalía en la historia reciente de la entidad: por primera vez en dos décadas se presentó lista opositora. Con todo, suele decirse en Rosario que el Jockey, al que asisten unas 14 mil personas, viene siendo gobernado por el mismo grupo desde principios de la década de 1990.
La actual gestión aspira a quedar en la historia por aggiornar la institución y otorgarles a las mujeres la posibilidad de convertirse en socias plenas, lo que les permitiría, por caso, participar como dirigentes. En Santa Fe, la paridad de género no es obligatoria para los clubes, pero ya existen antecedentes de otras jurisdicciones en la materia, principalmente las resoluciones 34 y 35 de 2020 de la Inspección General de Justicia porteña. "El estatuto se modifica no porque sea malo, sino porque en 120 años las circunstancias y las relaciones humanas se modificaron y mucho", reflexionó Roberts.
La intención de la CD es, siempre que la pandemia lo permita, hacer "dos o tres" reuniones con los socios para presentar el nuevo estatuto y llamar a asamblea para mediados de año. Además de la cuestión de género, las modificaciones incluirán cambios vinculados a contemplar matrimonios del mismo sexo. Consultado sobre el éxito de la moción, el dirigente dijo estar convencido de que "no habrá grandes inconvenientes, porque se ha ido trabajando desde hace cuatro años, no seis meses".
En caso de avanzar, el Jockey Club de Rosario -cuya sede principal funciona en un predio de 110 hectáreas cercano al aeropuerto- replicará la experiencia del Club Universitario de Buenos Aires (CUBA), que en 2018 aprobó una histórica reforma que les permitió a las mujeres ser consideradas socias plenas y no ya “asociadas” o “adherentes”. La modificación no estuvo exenta de polémicas, pero con el 73% de los votos logró aprobarse.
Nombres con peso propio (I)
Cuando en marzo de 2020 los clubes de Santa Fe comenzaron a hacer causa común frente a los desafíos de la pandemia, la participación de Roberts sorprendió a muchos. Entre risas, el abogado recordó que hubo algún ceño fruncido en las pantallas de Zoom: “El Jockey generalmente genera una situación de antipatía, es verdad. A eso sumale mi nombre”, comentó, para luego explicar que tanto Charles como Bannerman responden al origen escocés de su familia. “Mi papá nació en Argentina, pero vivió y estudió en Inglaterra. Peleó en la Segunda Guerra Mundial”, completó.
Recibió a Letra P en su despacho del tercer piso de un edificio del microcentro rosarino, donde funciona la sede de Aletta de Sylvas, Enz & Roberts, un estudio jurídico fundado en 1894 por el que pasó, entre otros, Carlos Aletta de Sylvas, expresidente de la Federación Argentina del Colegio de Abogados.
Además de su rol como socio en el tradicional bufete, Charles tuvo experiencias en otros rubros. Se destaca la sociedad que armó en 2008 con Raúl Gomes Cornelio Kanhama, un ciudadano de Angola con quien fundó Praxis Argentina SA. “Lo conocí porque mi hermano vivió con él en el extranjero y siempre estaba tentando gente para traer dinero a Argentina. Quería invertir para comprar propiedades, pero la empresa no siguió más porque el país no le fue generoso”, evaluó Roberts.
El Boletín Oficial también advierte sobre la participación del dirigente deportivo en la firma AER Gestión SA, en la que también trabajó su esposa. Sobre el rol de su mujer en el Concejo rosarino, contestó que “Rosario tiene que estar orgullosa de tener una concejala honesta y trabajadora que no va a dejar pasar un punto y coma”. La legisladora es, además, contadora del estudio Castro & Fernández, que conduce el represente de radio CNN en Rosario, Marcelo Fernández. Figueroa Casas pretende renovar su banca en la próxima elección, pero la fuerte división interna de su partido amenaza con quitarle esa chance.
Nombres con peso propio (II)
Además del rol de las mujeres, el otro desafío de la gestión que inicia en mayo pasará por comenzar a encarrilar la relación del club con el fideicomiso Los Pasos, una historia que lleva más de una década de desencuentros y supo llevar a la quiebra al empresario Gustavo Shanahan, exdirector de Terminal Puerto Rosario, la concesionaria del puerto de Rosario perteneciente al grupo Vicentin.
“En su momento se hizo un convenio con el fideicomiso, donde se establecieron obligaciones recíprocas. El club cumplió (NdR: entregó terrenos para ser urbanizados en el límite entre Rosario y Funes) y ellos tienen obligaciones pendientes, como la construcción de un golf de 18 hoyos que el club podía utilizar. Como no lo pueden hacer, estamos negociando cómo lo compensarán”, explicó Roberts.
Shanahan había sido el mentor y principal inversor de la operatoria, pero en 2011 fue separado de su rol de administrador del fideicomiso cuando los inversores advirtieron que no se realizaban las obras de infraestructura. Por la misma época, al empresario se le dictó la quiebra ante un reclamo del hoy presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Daniel Nasini.
Desde que comenzó a formar parte importante de la Comisión Directiva, Roberts viene trabajando mancomunadamente con el secretario general Otto Crippa García (exjuez de Cámara) para concluir una historia que ya acumula 15 años. En paralelo, también negocia la instalación de un centro de salud privado en el club, que atenderá tanto a los socios del Jockey como al resto de la ciudadanía.