Danya Tavela

“Queremos un radicalismo que se siente a la mesa de JxC como socio pleno”

La compañera de fórmula de Posse para el Comité bonaerense llama a “reconstruir” el partido, recuperar desplazados y sumar afines. Unidad posinternas.

Al desglosar el concepto de “protagonismo radical” que levanta como bandera su espacio, la candidata a vicepresidenta del Comité bonaerense de la UCR, Danya Tavela, hace hincapié no sólo en lo que refiere a la representación territorial sino, también, a poner en el centro de la agenda frentista aspectos “que tienen que ver con la ideología radical”, por lo que resume, en diálogo con Letra P: “Queremos fortalecer Juntos por el Cambio, pero más cerca de la gente y con los valores que siempre defendió el radicalismo”. Vicerrectora de la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires (UNNOBA), más allá de la creación de fundaciones como las de Mauricio Macri, pide debates en torno a la calidad educativa y la inclusión.

 

En términos de construcción política, la compañera de fórmula de Gustavo Posse pide alejarse de la grieta y conformar una oposición que contribuya a la gobernabilidad. Para el partido, levanta el pedido de las bases por respeto a la territorialidad en el armado de listas locales y, para la coalición opositora, brega por recuperar en la mesa de conducción a figuras como Emilio Monzó y sumar a espacios como el GEN, el partido que conduce Margarita Stolbizer.

 

-¿Qué radicalismo pretende construir junto a Posse al frente del Comité Provincia?

 

-Un radicalismo protagonista, que se siente en la mesa de Juntos por el Cambio como socio pleno y que pueda plantear ahí todas las dimensiones que hacen a la representación territorial, a los problemas que vive la sociedad y cuestiones que tienen que ver con la ideología radical: el crecimiento de la educación y la salud públicas, la preocupación por el trabajo, temas centrales a discutir como principal espacio opositor.

 

-¿Esos aspectos de la ideología radical se vieron durante la conducción de Daniel Salvador?

 

-Lo que se vio tuvo más que ver con una vinculación con el PRO como líder de JxC. Ese no liderazgo del radicalismo en gran parte tiene que ver con la decisión de no dar el debate sobre cuestiones que hacen a la ideología central del radicalismo, los valores sobre los cuales se posiciona. El radicalismo es la defensa de los que menos tienen, de los derechos, de la educación pública... Durante los años que pasaron, no fueron adecuadamente representados en la mesa de Juntos por el Cambio y, por lo tanto, se debilitaron sus posibilidades electorales.

 

-¿Qué perfil de oposición debería definir Juntos por el Cambio?

 

-Siempre pienso en una oposición que construya y el radicalismo siempre ha sido una oposición que preserva la institucionalidad, la democracia y, en un momento tan delicado como el que afrontan nuestro país y el mundo, se necesita una oposición responsable que alce la voz y critique cuando corresponda, pero que también contribuya a la gobernabilidad, que proteja las instituciones democráticas que este país supo conseguir y, sobre todo, que se ocupe junto al Gobierno de encontrar soluciones para esta crisis económico-social-sanitaria-educativa que estamos viviendo. Hacen falta consensos en torno a ejes centrales que hacen a políticas de Estado; un trabajo conjunto de líderes políticos, sociales, económicos... Es una crisis sin precedentes y eso requiere de un enorme diálogo.

 

-¿Hay dirigentes en la oposición que apuestan a la grieta para construir políticamente?

 

-Algunos dirigentes se sienten cómodos generando la grieta y en posiciones rupturistas, de un lado y del otro,. No piensa en la realidad del país, sino en sacar algún tipo de ventaja electoral. El mapa electoral argentino marca que hay una grieta entre dos sectores muy marcados, pero también hay que pensar en una enorme cantidad de argentinos que piden soluciones de otras características. Hacia ahí tiene que apuntar la clase dirigencial como forma de responder a la sociedad y elevar la calidad de la discusión política.

 

-Como referente educativa, ¿cree que fundaciones como la creada por Macri aportan?

 

-Todavía no tiene expresión pública. Se pueden crear ONGs y fundaciones, pero hay que poner sobre la mesa los dos ejes de discusión: primero, resolver la cuestión en torno a cómo volvemos con una presencialidad gradual, cuidada, que proteja la salud pero, sobre todo, que ponga en valor la necesidad de nuestros chicos de retornar a las aulas; en segunda instancia, seguir profundizando los debates en torno a la calidad educativa y la inclusión.

 

-Lousteau pide llevar a JxC a quienes apuestan a "una socialdemocracia moderna". ¿Con quiénes debería articular la UCR en territorio bonaerense?

 

-Hay que volver a sumar a la mesa a quienes de alguna manera se sintieron desplazados del grupo de conducción de JxC. Me refiero a Emilio Monzó y su grupo y al GEN, que representa Margarita Stolbizer, una persona sumamente valiosa para la construcción política. Todos quienes trabajan con ella. Es un grupo con el que hay que establecer canales de diálogo y acuerdos. También, en la necesidad de pensar políticas de Estado,hay que convocar a personalidades como Facundo Manes. Hay mucha gente involucrada, con una mirada socialdemócrata, que tiene que estar en un mismo espacio, tratando que los acuerdos vayan primero y que las diferencias se puedan dirimir de forma más racional.

 

-¿Para dirimir esas diferencias son importantes las PASO?

 

-Son una herramienta muy valiosa de la democracia para no caer en cuestiones poco democráticas, como el dedo de un dirigente o la lapicera de quien tiene mayor acumulación de poder. Dan garantía de participación y de elegir entre los mejores hombres y las mejores mujeres.

 

-¿El radicalismo tiene para proponer un candidato o una candidata a la gobernación en 2023?

 

-Sí. Primero, tenemos que saldar nuestra discusión interna, que tiene que ver con qué rol va a tener el radicalismo en la mesa de JxC, porque de eso va a depender que podamos propiciar o no determinadas candidaturas. Lo más sano para JxC tiene que ver con una multiplicidad de figuras que puedan representar distintas visiones de la provincia. Ahí las PASO resuelven esas diferencias de visiones, porque propician que la gente defina con qué visión se identifica más. En el radicalismo, si hay una figura, es Gustavo Posse, que tiene una enorme experiencia en la gestión municipal y trabajó toda su vida política en la provincia.

 

-¿Qué reclaman los afiliados y las afiliados radicales?

 

-Mayor protagonismo, amplitud en la mesa de JxC y reglas de juego claras. Que existan las PASO para quienes tengan ambiciones legislativas locales o provinciales, que exista respeto por la territorialidad y el trabajo que allí hacen los afiliados y quienes dirigen los comités de distrito. Y nos plantean que, después de la interna, hay que hacer una convocatoria fuerte a la unidad del radicalismo, algo en lo que estamos absolutamente de acuerdo.

 

-¿Cómo observa la participación femenina dentro del partido?

 

-Está creciendo. La paridad en todas las listas ha favorecido mucho la presencia de la mujer. En el interior una ve un enorme crecimiento en la participación femenina y de la juventud. Se vienen épocas distintas en términos políticos. La mujer tiene mucho para aportar por cómo lidera, gestiona y entiende la resolución de los conflictos. Es muy valioso que un partido como la UCR, con tantos años de historia, tenga tanta representación de mujeres en la conformación de listas. Podemos hacer un enorme aporte a la reconstrucción del radicalismo.

 

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