SEMANA SANTA FE

Atado con doble cordel

Perotti no desdoblará el calendario electoral y ata su suerte a la del Presidente. Codo a codo, ante todo. Pudo ser cordobesista, pero quedó albertista.

Omar Perotti no va a contradecir nunca al presidente Alberto Fernández. Lejos está de expresar cualquier rasgo, gesto o vocablo, por más mínimo que sea, que enturbie su vínculo con la Casa Rosada. Pese a su amistad y andar compartido por la vida con su par cordobés, Juan Schiaretti, el rafaelino es un gobernador del Frente de Todos declarado y ató su destino al de la coalición oficialista. Ahora, en otro rasgo más en la misma línea, la Casa Gris confirmó que el calendario electoral de Santa Fe coincidirá con el nacional. Sea cual fuere.

 

El ministro de Gobierno, Roberto Sukerman, les hizo saber a socialistas y radicales, en reuniones separadas, que el objetivo de Santa Fe es organizar primarias y generales en agosto y octubre, respectivamente, si es que la situación sanitaria lo permite.

 

Perotti apuesta a plebiscitar su gestión, está claro, pero, también, a atar su suerte al gobierno de Fernández. En las futuras elecciones, el gobernador priorizará el buen entendimiento y cierre con el Presidente y la vicepresidenta Cristina Fernández.

 

¿Para qué tomar riesgos innecesarios?”, pensará el gobernador. Fernández lo contiene y contiene a la provincia con fondos como pocos presidentes anteriores y se garantiza, además, tener de su lado al mandatario de la tercera provincia más grande del país.

 

El rafaelino pudo, si hubiese querido, haberle dado más potencia a la estrecha relación que mantiene con Schiaretti. Ambos defensores de un peronismo blando, conservador, lejos del kirchnerismo, Perotti tuvo entre sus manos la chance de emular el cordobesismo en sus pagos.

 

Sin embargo, eligió otro camino, de defensa irrestricta del gobierno nacional. Es cierto que Perotti no tiene la robustez política del mediterráneo y que, en términos de conducción política, no pudo hacer pie en el peronismo santafesino. Se recuesta sobre su mano derecha, el senador nacional Roberto Mirabella, y poco más. No tiene ascendencia sobre la otra legisladora del Senado, la cristinista María de los Ángeles Sacnun, y tampoco sobre el grueso de los diputados y las diputadas nacionales por Santa Fe.

 

Dentro del pago, además, se enfrentó al grupo de senadores que lidera Armando Traferri y, por lo bajo, más de una tribu interna le factura su estilo de comandancia. Por ese motivo, no es de extrañar que varios de los sectores del justicialismo empiecen a hacer público su interés en concretar una interna.

 

En ese marco, la prioridad de Perotti será pegarse a Fernández, codo a codo, espalda con espalda. Lo demuestra, por ejemplo, con la resolución de la concesión de la Hidrovía. Sin disonancias, el rafaelino defenderá el esquema de negocios que proponga la Nación. Así, con todo.

 

Pullaro, el ministro Cococcioni y la secretaria de Asuntos Penitenciarios. Con más de 1.800 celulares incautados en requisas en las unidades penitenciarias santafesinas.   
El ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona e Ignacio Yacobucci, nuevo titular de la UIF.

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