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Teléfono rojo para Kicillof

Una llamada de CFK y otra del Presidente sellaron el desembarco del mandatario en el PJ nacional. Pedido de gobernadores con enlace De Pedro. Pac man k.

El gobernador Axel Kicillof llegará a una de las vicepresidencias del Partido Justicialista casi contra su voluntad. Una llamada de Cristina Fernández de Kirchner y otra del Presidente sellaron su suerte. Lo pidieron gobernadores vía el ministro Eduardo de Pedro. “Si es necesario para la unidad, sí”, dicen que dijo el bonaerense. Y, así, como un pac man, el kirchnerismo avanza sobre la estructura partidaria en todos los niveles, con lugares clave bajo la conducción de Alberto Fernández en el plano nacional, el desembarco de Máximo Kirchner en el bonaerense y el arribo de Mariano Recalde en la bastilla PRO.

 

Reacio a la rosca pejotista, cerca del mandatario deslizan que reniega y se incomoda con esas negociaciones y charlas de café con las que Fernández o Máximo K. cierran acuerdos. En público, casi siempre evita un pronunciamiento fuerte. Sin embargo, está vez accedió a poner los dos pies en el edificio de Matheu. No tuvo alternativa cuando sonó el teléfono y del otro lado hablaban CFK, Fernández o De Pedro. En cuestión de semanas, su entrada al PJ estaba cocinada. 

 

El apellido Kicillof en la lista refuerza el poderío del kirchnerismo dentro de la estructura oficial pejotista que encarnaban hasta el cierre de lista del último lunes los gobernadores y la estructura sindical. Según pudo saber Letra P, el mandatario condicionó su arribo a dos factores: el aval de Cristina y el sostenimiento de la unidad del peronismo, insumo clave para librar la batalla 2021. 

 

Las acciones del ministro del Interior, que mantenía el diálogo con los gobernadores del denominado Norte Grande y con el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, también cerraron la designación de Kicillof. En La Plata dicen que fueron los gobernadores quienes pusieron el nombre sobre la mesa durante la ronda de reuniones que el Presidente y parte de su gabinete mantuvieron con los mandamases locales en la gira de enero; en aquellos encuentros durante los cuales los mandatarios reinstalaron la supresión de las PASO también hubo espacio para discutir sobre el devenir el PJ. Ya había consenso para que Fernández encabece el partido.

 

Ya en Buenos Aires, el mandatario de Chaco, Jorge Capitanich, y De Pedro afinaron detalles. Se terminó de postular a Kicillof ante la necesidad de darle mayor representatividad a la liga de gobernadores. Fue una doble jugada: “Si tiene que haber un gobernador, que sea nuestro”, razonaron en el universo kirchnerista. No podía faltar el gobernador del 52% en la provincia del 40% del padrón electoral nacional. 

 

El propio Presidente y la vice hablaron con el mandatario. Bastaron algunas conversaciones telefónicas y encuentros personales para concretar su inclusión. La entrada de Kicillof a la conducción del partido del que la propia CFK se mantuvo alejada desnuda la incidencia de la expresidenta en las decisiones y la estrategia de ir por todo.

 

Un veedor bonaerense

Fuentes del entorno del mandatario sostienen que su arribo al PJ le cuadra perfecto, en tanto lo alejaría de la disputa por el sello del partido en el ámbito bonaerense, donde el desembarco de Máximo Kirchner es un hecho pese a la resistencia casi en soledad de un sector del intendentismo.

 

Mientras el lomense Martín Insaurralde juntó voluntades para dar forma al operativo clamor por MK, las actuales autoridades resisten en silencio. La dupla presidente y vice del PJ que componen Gustavo Menéndez y Fernando Gray tiene mandato hasta diciembre de 2021. Gray -intendente de Esteban Echevarría- es el más reticente a la llegada de Máximo K. En privado, sostiene que hay que respetar la institucionalidad del partido y que el líder de La Cámpora debiera ganar las internas para, de lograrlo, aumir en diciembre próximo.

 

“Es algo que deberá resolver el partido”, decía Kicillof cuando se lo consultaba. Luego, se animó a destacar las virtudes de Máximo Kirchner. Cerca del gobernador afirman que la designación de la vicepresidencia del PJ nacional es una salida por arriba a ese laberinto que implica el recambio de autoridades partidarias en el territorio bonaerense, y que pese a la intención y peso de la jugada de Insaurralde todavía no se concretó.

 

Guilllermo Cornaglia. Hasta diciembre fue senador por Belgrano.
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