Con un anuncio formal divulgado el lunes 15 de noviembre, el Grupo Werthein –de origen argentino- confirmó la compra a AT&T de Vrio Corp, compañía de servicios de entretenimiento digital que opera 11 países de América Latina y el Caribe. La operación implica el control de las marcas DirecTV Latin America, SKY Brasil y DirecTV GO. Según el analista de mercado Enrique Carrier, se trata de “la mayor operación de compra de una empresa estadounidense por parte de capitales argentinos". Sin embargo, en la web del ENACOM el aval local no aparece aun en acta de directorio alguna.
Como había anticipado Letra P en julio, el Grupo Werthein regresó a un sector que conoce: el info-comunicacional. Pero lo hizo en una dimensión más amplia que en el pasado. Controlará el operador de TV satelital más potente de los países hispanoparlantes de América Latina, el más relevante de Brasil –el mercado más grande de Sudamérica- y su marca para el espacio audiovisual ampliado, con la que competirá con los emergentes del paradigma como Netflix.
La transacción era una necesidad de AT&T, quien logró desprenderse de los activos de Vrio cinco años después de haberlos puesto a la venta. Y con una pérdida muy relevante en términos económicos. Según informa la agencia Bloommberg, la venta se hizo “por $ 500 millones y (…) culminando un largo esfuerzo para deshacerse del negocio.”
La razón de ese desprendimiento parece ser clara: fue un mal negocio, una inversión problemática que no le resultó nunca. AT&T está en proceso de retirada del video y entretenimiento en EEUU para enfocarse en sus servicios inalámbricos e Internet. Tal vez, entendió que el desarrollo de la prestación de servicios no es compatible con la generación de contenidos. “Quien construye la autopista no puede ser también quien fabrique los autos que por ella circulan”, razona Horacio Gennari, presidente de Business Bureau, en diálogo con este medio.
Por qué compran los que compran
La confirmación de la compra por parte del Grupo Werthein habilitó el interrogante sobre las razones que lo llevan a este regreso al mercado de la comunicación.
Carrier explica que el holding privado obtiene un negocio que todavía funciona por 500 millones de dólares. Además, se asegura una base sólida par pretender ser parte de “la TV paga del futuro”.
Por su parte, Gennari considera que se trata de un negocio que genera un flujo de caja muy bueno, basado en una demanda consolidada que se materializa en los más de 10 millones de clientes en los diferentes países. De ellos, el titular de BB subraya que solo cerca de un tercio de ellos está alcanzado por las restricciones cambiarias que atraviesa Argentina. Además, destaca que tendrá en sus manos una empresa que ya no tiene deudas, ya que fueron absorbidas por ATT&T antes de la venta.
Otro atractivo de los activos radica en los contenidos. En el paquete de la compra está Torneos, una productora de transmisiones deportivas con alta capacidad que se ha expandido, incluso, a otros géneros en los últimos años.
Habrá que ver si la estrategia que los nuevos dueños de DirecTV funciona en el sector audiovisual. Disney lanzó hace pocos meses en el mercado de streaming su sello Star+ y traslada contenidos exclusivos de sus señales de TV paga tradicionales para volverse competitivo. Por caso, los derechos de televisión de la Premier (la liga inglesa de fútbol) finalizan en junio del 2022. Es posible que entre marzo y abril haya una licitación al respecto. Seguramente DirecTV estará en la pelea por llevárselos. La escala se lo permite y el modelo se lo demanda.
Dónde va el mercado
La operación es de alto impacto para el mercado local. DirecTV es el segundo operador de TV paga detrás de Flow/Personal, del Grupo Clarín. Se da en un contexto en el que empieza a asomar a nivel global cierta saturación del mercado de servicios audiovisuales sostenidos en Internet y distribuidos por streaming.
Este negocio permite un consumo “a demanda” de las audiencias, que mira cuándo y cómo quiere, combinado por algunas experiencias sincrónicas por la inclusión de competencias deportivas. Además, mantiene expectativas de crecimiento, pero no parece por ahora consolidar la tesis de “comerse” al modelo tradicional de TV de pago.
Desde la perspectiva del mercado, un informe de la consultora global OMDIA da cuenta de que los OTTs globales sumarán 500 millones de nuevas suscripciones en los próximos cinco años. Pero aclara que el mercado ya ha empezado a saturarse y se espera ‘un estancamiento en el número de suscriptores’. El estudio también señala que la TV mantendrá estabilidad en su base de clientes.
Esa estabilidad proyectada implica, en mercados como los latinoamericanos, un recorrido que avanza desde un piso atractivo. Argentina, por caso, mantiene bien por encima del 70% la penetración de TV paga en hogares. En ese sector DirecTV controla cerca del 30%. Las empresas que acaba de comprar Werthein operan en Brasil y Argentina, dos países con territorios muy extensos y complejos para la cobertura de redes de servicios, entre otros aspectos relevantes.