El mapa de disputas internas de la Unión Cívica Radical (UCR) es amplio. En el distrito conducido por el macrista Pablo Petrecca se enfrentarán dos listas. Un sector que brega por el purismo boinablanca y otro que se encolumnó detrás de una propuesta que amalgama dirigentes de distintos sectores. A pesar de las diferencias internas, en ambos sectores coinciden en la necesidad de postergar las elecciones -programadas para el 11 de octubre- por el contexto pandémico. Además, concuerdan en que hasta el cierre de listas, buscaron alcanzar una propuesta de unidad que represente a todos los sectores.
El objetivo cayó en saco roto. Camino a las urnas, lo rosca no fue un reflejo de lo que se pugna a nivel provincial, donde la disputa se centrará entre Gustavo Posse y Maximiliano Abad y quienes los respaldan, sino que se dividió entre quienes buscan una renovación manteniendo el purismo radical y quienes se nutren de dirigentes del meonismo o cercanos al oficialismo municipal (PRO).
Por un lado, va Pablo Merad, secundado por Verónica Borsani, en lo que representa la propuesta del “Ateneo Raúl Alfonsín”. Por el otro, Juan Pablo Itoiz (Evolución) y, como vice, la concejala Cristina Cavallo, referenciada con Abad. Desde ambos sectores advierten diferencias con el conductor del municipio y hablan de la necesidad de ser una altenativa.
“Hicimos un gran esfuerzo por la unidad y así fue entendido por casi la totalidad de las líneas internas del partido, cinco de seis acordamos unirnos. Lamentablemente, un sector minoritario no lo entendió así”, señaló Itoiz y agradeció “la generosidad” de Carlos Mansur, actual presidente de la UCR distrital, Martin Agosti (Consenso y Unidad) y uno de los radicales más críticos con la gestión de Petrecca, la exdiputada nacional y actual secretaria del comité local, Laura Esper, y el respaldo de Rubén Rasso, ambos del sector del senador provincial Roberto Costa. “Entendieron rápidamente el momento y nuestra propuesta; se sumaron ella y nos ayudaron a mejorarla y ampliarla”, señaló Itoiz.
“Esto no invalida nuestra pertenencia y representación con las líneas internas provinciales, cada uno de nosotros militará por aquel espacio o candidatos con los cuales se siente representado o tenga afinidad política. Siempre, sin perder de vista nuestro acuerdo en Junín”, completó.
En la vereda de enfrenta se ubicó la excandidata a intendenta por Consenso Federal Verónica Borsani, quien en desacuerdo presentó otra lista liderada por Merad. La dirigente local había sido expulsada por el partido por su última inclinación electoral, pero hizo una presentación judicial que la habilitaría a seguir, precisó la dirigente a Letra P.
“El radicalismo se ha desdibujado con esta posición del partido de ser aplaudidores del PRO. Tratamos de llegar a la unidad en base a las propuestas que nosotros queríamos debatir, no imponer, respecto de tener un comité abierto, tener voz y voto dentro del plenario para las decisiones que tenemos, hacer trabajo barrial, porque el comité está cerrado”, enumeró Borsani sobre los puntos en los que no hubo acuerdo. Y agregó: “No queremos pasar de un comité aplaudidor PRO a uno aplaudidor K. Queremos al radicalismo”, dijo. Afirmó además que el sector oficialista “hizo una cuerdo con el meonismo”, en referencia al ministro de Transporte, Mario Meoni.