Con la gestión como premisa central para enfrentar la pandemia, el intendente de La Plata, el macrista Julio Garro, afirma que “no es momento de construir liderazgos”; pero avisa: “Para 2023, necesitamos un candidato a gobernador que haya sido intendente”. En esta entrevista con Letra P, el dirigente analiza la construcción y ampliación política de la alianza Juntos por el Cambio y el rol clave de los jefes comunales en ese terreno. Dice que la pandemia lo ayudó a darse cuenta de que es posible gobernar sin grieta y propone aprender a convivir con el virus, con el distanciamiento como herramienta clave. Halcones y palomas amarillas, el rol de la exgobernadora María Eugenia Vidal y el del expresidente Mauricio Macri; la pelea por el endeudamiento bonaerense, la relación con Axel Kicillof, las visitas al presidente Alberto Fernández y más, en esta charla con el hombre que transita su segundo período al frente de la capital de la provincia de Buenos Aires.
-Con estos días de sol y luego de casi 140 días de cuarentena la gente siente la necesidad de salir un rato a la plaza. Monitoreamos la situación permanentemente. Los platenses han actuado con mucha responsabilidad y conciencia. Hay que condenar a los 60 desquiciados de la fiesta clandestina del fin de semana.
-¿Cómo imagina las semanas, los meses siguientes?
-La cuarentena sirvió, está sirviendo, pero el desafío es buscar el equilibrio entre cuidar la vida y la actividad económica de la ciudad, no pensar tanto en aislamiento, sino en distanciamiento. Es clave la responsabilidad de cada uno para convivir con el virus.
-¿Cómo es el vínculo con Kicillof y sus ministros?
-Tenemos un buen vínculo, más allá de los colores políticos. La sociedad necesita de una dirigencia que sepa distinguir los momentos de elección de los momentos de crisis. Hay buena coordinación a pesar de no coincidir en algunas cuestiones. La pandemia nos ayudó a darnos cuenta de que es posible gobernar sin grieta.
-¿Está conforme con los recursos que le ha facilitado?
-Los intendentes siempre necesitamos más acompañamiento. Hubo asistencia en los momentos más cruciales. Siempre hay cosas para corregir, pero este inicio de vínculo ante el cambio de gobierno fue con diálogo, con búsqueda de coincidencias.
-El ministro Carlos Bianco dijo que lo llamaron siete intendentes de la oposición para pedirle disculpas por el bloqueo del endeudamiento que le pide el gobernador a la Legislatura. ¿Usted fue uno?
-No. Tengo mucho diálogo con el jefe de Gabinete, pero no lo llamé ni me disculpé. Entiendo que están en el medio de una mesa de diálogo. Sería muy irrespetuoso pasar por encima de los legisladores y desautorizarlos. De nuestro lado, le pedimos certezas sobre los 500 millones de dólares. (NdR: el Ejecutivo pidió autorización para tomar deuda por ese monto y 28.000 millones de pesos)
-Es decir, los legisladores están llevando al debate la palabra de los intendentes…
-Claro. En la mesa de trabajo están sentados los presidentes de los bloques. Más autorizados que ellos no hay. Hablan en todo momento con nosotros. Les faltaríamos el respeto si dijéramos que están haciendo una cosa contraria a lo que piensa nuestro espacio.
-¿Tras la derrota, Juntos por el Cambio está en reconstrucción, buscando nuevos liderazgos?
-No es momento de construir liderazgos. Quienes gobernamos estamos muy concentrados en la pandemia, en no seguir generando una grieta. Hacia adelante vamos a necesitar otra construcción. Tenemos la obligación de ampliar la base de sustentabilidad política. Hay que volver a consolidar el poder territorial que teníamos en 2015/2017.
-Jorge Macri dijo que era necesaria una construcción horizontal. ¿En que rol quedaron Vidal y Mauricio Macri?
-Ellos son los fundadores del espacio. Sí coincidimos con Diego Valenzuela, con Néstor Grindetti, con Jorge Macri y otros intendentes en que es momento de que la construcción en la provincia pase por los intendentes. Tenemos que tener esa hegemonía, esa libertad de poder conformar un candidato a gobernador para 2023 que provenga de los intendentes. Necesitamos un candidato que haya sido intendente. Que sea bonaerense y que haya tenido la experiencia de gobernar un municipio. Los intendentes estamos haciendo un trabajo enorme, con la responsabilidad de estar en la primera trinchera, que no sólo es gestión, es política, es buscar consensos, acuerdos, que son puntos que nos van a permitir construir lo que venga en 2023. Es un gran desafío y los intendentes nos lo merecemos.
-¿Esta visión es compartida por el resto de la dirigencia del PRO?
-Lo hemos planteado y entienden que la base de la construcción de la sustentabilidad política tiene que estar en los jefes territoriales. Al momento de construir un proyecto en la provincia, hay que apoyarse en los intendentes.
-Jorge Macri ya dijo que le gustaría ser candidato a gobernador…
-Hay muchos intendentes que tienen vocación de construir un liderazgo, un posicionamiento. Lo bueno es que nos encuentra a todos trabajando en el mismo sentido: que el candidato tiene que salir de los intendentes. El o la candidata tiene que ser consensuado por los intendentes.
-El Presidente los recibe periódicamente. ¿Cómo califica esa relación?
-Llevé adelante mi campaña en 2019 con el eslogan “Me importa la ciudad, no los partidos” y lo sigo manteniendo porque estoy convencido de que ese es el camino. Hay que dejar las diferencias de lado y cada dos años competir democráticamente, sin agresiones, sin chicanas, con propuestas claras. No creo en el posicionamiento insultando al otro.
-¿Las críticas del ala dura de Juntos por el Cambio al gobierno nacional les genera inconvenientes a los intendentes?
-En un frente tan heterogéneo como es Juntos por el Cambio, como el Frente de Todos, hay varias expresiones. Todos tienen la libertad de pensar y decir lo que quieran, siempre con fundamentos y responsabilidad. Si uno se pone a mirar, son prácticamente cero los casos donde se da este tipo de agresiones. Están todos muy concentrados en lo que estamos atravesando.
-El ministro de Economía bonaerense, Pablo López, prometió trabajar por la tasa de capitalidad. ¿Confía en que la Provincia pague la deuda?
-La tasa de capitalidad se acordó en la Legislatura en la época en que (Julio) Alak era intendente y se fue pagando muy salteado. A fin de año, vamos a encontrarnos con una deuda de 1.200 millones de pesos; deuda que está acreditada, que tenemos que poner por ley todos los años en el presupuesto y eso nos genera un agujero. Esa deuda empezó a vencer y vamos a tener que judicializar… no es lo que queremos. Queremos acordar con la Provincia, queremos una salida jurídica.
-¿Cuánto hace que no se paga?
-El gobierno anterior efectuó pagos parciales y en lo que va de este gobierno todavía no ha surgido nada. Ahora hay un despacho de minoría con la ley de capitalidad. Es momento de que nos reconozcan la deuda.