Luego de casi tres décadas, están a punto de vencer las concesiones de las represas hidroeléctricas del Comahue y la situación abre el debate en las provincias de Río Negro y Neuquén. En voz del legislador rionegrino Sebastián Caldiero (Juntos Somos Río Negro), un sector plantea la idea que las concesiones pasen a manos de las provincias. Lo propuso en una reunión virtual con sus pares neuquinos del MPN, del Frente de Todos y de Cambiemos. Al mismo tiempo, la cooperativa CALF, que brinda energía en la región de la capital neuquina, ratificó sus intenciones de participar en el manejo de las presas.
El miércoles, de forma remota, diputados de ambas provincias dialogaron sobre una situación que alerta al poder político norpatagónico: en 2023, vencen las concesiones y se les proyecta una oportunidad a varios actores del sector que pretenden participar del negocio energético.
El complejo hidroeléctrico de El Chocón, un emblema del sur argentino.
El plan genera controversia y comenzó a debatirse en la Legislatura de Neuquén con el representante del Estado nacional de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Daniel Figueroa. El organismo, que administra los ríos Limay, Neuquén y Negro, opera la administración, el uso, el control y preservación de esos cursos de agua. Justamente, eso es lo que intenta plantearse con el anuncio de participación provincial.
“Sabemos que es una pretensión ambiciosa pero justa. Nadie puede negar la incidencia del Estado nacional, pero es importante que las empresas tengan otros usos prioritarios como el control de las crecidas de los cauces, garantizar abastecimiento de agua y aumentar las superficies bajo riego”, razonó Caldiero en diálogo con Letra P. Para el exsecretario de Energía rionegrino, con el tiempo, las represas “se fueron subordinando al uso prioritario de generar energía”.
Figueroa, ante las consultas de los parlamentarios, admitió que el gobierno nacional no tiene una postura definida pero dijo que “está en carpeta” de las autoridades competentes del área energética.
En agosto de 1993, Hidroeléctrica El Chocón S.A. obtuvo, a través de un proceso licitatorio del Gobierno Nacional, la concesión de las centrales “El Chocón” y “Arroyito” por el término de 30 años.
Con la necesidad natural de energía para el país, la situación aguas abajo sustenta la advertencia del legislador. Por estos días, las crecidas generaron algunos inconvenientes, sobre todo del lado rionegrino. Cuando se pensaba El Chocón (bautizada como La obra del Siglo), entre sus justificativos figuraban las soluciones a las crecidas a las zonas productivas del Alto Valle y Valle Medio norpatagónico.
PERJUICIO. Caldiero recuerda la resolución 95/2013 de la Secretaría de Energía nacional, que modificó la forma de remunerar a los generadores de energía hidroeléctrica, en el que “las provincias fueron perjudicadas”, “se licuaron” las regalías. “Las concesionarias cobran sobre un montón de otros ítems que las provincias no cobramos como regalías”, razonó el exfuncionario en los tiempos que gobernaba Alberto Weretilneck.
“Necesitamos que se corrijan las distorsiones, no sólo no percibimos como corresponde en regalías sino que terminamos pagándola más cara”, advirtió.
Las concesiones están en un inminente debate, por eso las provincias pretenden ser parte con una auditoría financiera que les permita conocer al detalle la realidad de estas megaobras.
A la par, y en diálogo con este medio, el titular de la cooperativa CALF (brinda en al región de la Confluencia neuquina) admitió la idea de avanzar en la participación. “Enel tiene la concesión de El Chocón. En 2018-2019, ganaron cifras multimillonarias, mientras la mayoría de los neuquinos no podían pagar su factura”, le dijo a este medio en una entrevista.
Los gobernadores tomaron nota y esperan el rebote del debate, que por ahora sólo está en voz de parlamentarios. Como se espera, irá tomando volumen cuando el vencimiento de la licitación se haga más corto. Y cuando no les genere un inconveniente con la Casa Rosada, en un momento de armonía por la pandemia.