Economía pospandemia

La estrategia de Carreras para desactivar el conflicto frutícola

El ministro de Producción afirmó a Letra P que diseña una mesa de diálogo para sentar a gremios y empresas ante la escalada de tensión. Cosecha en riesgo.

La tensa relación entre gremios, productores y empresas de la actividad frutícola de Río Negro y Neuquén por el proyecto de zona desfavorable puso en alerta a los gobiernos. Ante el aumento de tensión, anuncios de marchas y contramarchas, el ministro de Producción rionegrino, Carlos Banacloy, reconoció que la provincia diseña una mesa de negociación para calmar los ánimos. Su mayor preocupación es cómo se suplirá la mano de obra que aportan los trabajadores golondrinas, que llegan mayoritariamente del norte argentino, cada fin de año. Otro gran problema, junto al plan que tanta polémica generó en el sector, es de qué forma se encarará la cosecha en cuarentena o en algún tipo de aislamiento social.

 

A cuatro meses de que se inicie la recolección de fruta en los valles norpatagónicos, se mantiene la incógnita de cómo se resolverá la demanda por el plus que los trabajadores rurales, empacadores y del hielo exigen. Ante la negativa de la pata empresaria, a la que se le sumó la promesa de tractores en las rutas, el Estado avanza en la conformación de una mesa tripartita que termine con la discusión.

 

Banacloy, ex secretario de Fruticultura y actual ministro, reconoció ante la consulta de Letra P que “es una demanda válida” pero “el sector no lo puede pagar”. Tal complejidad, abona a la teoría del diálogo para encontrar una solución. Como explicó este medio, si no se aplica el ítem del proyecto, los sindicatos sostienen la idea de impedir la cosecha.

 

“Se puede buscar un mecanismo de reembolso por comercialización, algún mecanismo de incentivo a través de los impuestos de los combustibles”, razonó Banacloy. Pero también se sinceró: “Hoy, realmente, no se puede discutir (el concepto de) zona porque un administrativo del Estado lo cobra. ¿Cómo podemos decirle que no a un trabajador rural, que está trabajando en invierno en una escalera, con temperaturas bajo cero? Se hace muy difícil”.

 

La señal del funcionario que tiene Arabela Carreras aparece luego de una propuesta concreta de las exportadoras al gobierno nacional. En una carta dirigida al ministro Matías Kulfas, las firmas que llevan la fruta al mundo le plantearon cuatro ejes para levantar la alicaída economía regional. Uno de los puntos que les daría competitividad es el reembolso por puerto patagónico, un beneficio que retornó a finales del 2015 cuando Miguel Ángel Pichetto intentó ir por la gobernación.

 

“(Los gremios) deben reconocer que el sector privado hizo un esfuerzo desmedido que compensó parte de lo que hoy es la zona desfavorable. La paritaria no estuvo debajo del 50%. Trasladarla a los papeles, está en discusión y lo mejor sería en una mesa tripartita”, explicó el ministro.

 

 

 

 

NORTE. Otro problema es la mano de obra. Cada año, casi 20 mil trabajadores golondrinas llegan de todas partes (mayoritariamente el norte argentino) para participar de la temporada que exige un esfuerzo notable en las chacras. Cada día, en jornadas extensas, levantan duraznos, manzanas, peras, entre otras frutas.

 

La mayor preocupación de las empresas, contó Banacloy, es la incertidumbre de contar –o no– con los obreros calificados. “Hoy, Jujuy, una provincia que aporta trabajadores cada año, está igual o más complicada que Río Negro. Este es un tema delicado y veremos cómo lo solucionaremos”, se sinceró.

 

Entre las alternativas se piensa un abanico de posibilidades: incluir mujeres en una tarea monopolizada por hombres o hasta utilizar una mayor mano de obra local. Esto demandaría más capacitación, que entraría en el plan.

 

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