El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, figura central del Frente de Todos, tomó distancia del cruce político desatado tras la reacción opositora por la muerte de Fabián Gutiérrez, el exsecretario de Cristina Fernández de Kirchner: no se pronunció al respecto ni lo hará. Sin embargo, otros funcionarios bonaerenses se metieron en la discusión política y exigieron respuestas sobre el comunicado que los presidentes de los partidos políticos que integran Juntos por el Cambio difundieron en la tarde del sábado, una vez aparecido el cuerpo sin vida de Gutiérrez. ¿El objetivo? Que el ala dialoguista de la oposición tome distancia del posicionamiento radical que encabezaron contra el gobierno nacional Patricia Bullirch y compañía, quienes sostienen que el caso “es un crimen de la mayor gravedad institucional”.
Kicillof no se meterá en esa discusión de manera personal en forma pública, pero algunos integrantes de su gabinete ya tensionan la interna opositora que hoy se divide entre un ala más radicalizada encabezada por la jefa del partido PRO y otros nombres sin mayores responsabilidades de gestión, por un lado, y el ala más dialoguista que integran intendentes del conurbano, diputados nacionales como el jefe de bloque de diputados nacionales del PRO dentro del interbloque de JxC, Cristian Ritondo; el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la exgobernadora María Eugenia Vidal.
“Hay problemas internos. Yo ya escuché lo que dijeron Bullrich, Cornejo y Zuvic. Lo que quería escuchar es la opinión de todos los dirigentes que componen cada partido, qué dice Vidal, qué dice (Martín) Lousteau, qué dicen los radicales, si están de acuerdo con lo que dijo Cornejo”, lanzó la ministra de Gobierno, Teresa García, este lunes en declaraciones a FM La Patriada. La funcionaria, que es uno de los sostenes políticos de Kicillof en su interacción con intendentes opositores y oficialistas, espera que algún dirigente de Cambiemos se pronuncie en discrepancia con la línea Bullrich. Hasta el cierre de nota, eso no había sucedido.
En Juntos por el Cambio hay discrepancias sobre el contenido de ese mensaje. Sin embargo, la posición que imperó es la de los duros. En terreno bonaerense, el comunicado también lleva la firma de la diputada de la UCR dentro de Juntos por el Cambio Alejandra Lordén. Cómo contó Letra P, Larreta, por ejemplo, hubiera querido que ese comunicado no viese la luz.
El ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia y secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, fue al grano. “Hay sectores marginales que se quieren llevar puesto el diálogo”, apuntó en declaraciones a El Destape y agregó que tales sectores “son marginales, pero tienen un grado de incidencia alta por los medios”.
Kicillof no se meterá en esa discusión de manera personal en forma pública, pero algunos integrantes de su gabinete ya tensionan la interna opositora.
Larroque, al igual que García e incluso como lo ha hecho Kicillof en declaraciones a Letra P, separa a los intendentes radicales y a otros del PRO que tienen que ocuparse de la administración de la pandemia, de aquellos dirigentes que, vía Zoom o redes sociales y sin responsabilidades institucionales, interpretan los hechos en busca de rédito político.
El camino del gobierno consiste en mostrar cómo los ministros trabajan en una vinculación directa con intendentes opositores. Ya hay muestras en ese sentido. El intendente de La Plata, el vidalista Julio Garro, se alejó de la polémica. El de Olavarría, el jorgemacrista Ezequiel Galli, le agradeció públicamente a Kicillof por haber premitido que el municipio avanzara a Fase 4 de la cuarentena.
En la gobernación explican que, pese al malestar y la confrontación que proponen las cúpulas partidarias de Juntos por el Cambio, la vinculación política con el dialogismo no va cambiar. Esperan y apuestan, sin embargo, a un distanciamiento voluntario de los sectores más radicalizados de la alianza opositora.