El presidente Alberto Fernández afirmó que "no está en la cabeza" de ningún funcionario "andar expropiando empresas" y dijo que la intervención de la empresa Vicentin, que está en concurso preventivo por pasivos por U$S1350 millones, implica "un enorme esfuerzo del tesoro nacional".
"Nadie puede pensar que tenemos como política quedarnos con las empresas privadas. La excepcionalidad de esta decisión es absoluta", remarcó el jefe de Estado en declaraciones a la FM Radio Con Vos.
En este sentido, explicó que el gobierno nacional se está "haciendo cargo de una empresa en quiebra, no de una empresa próspera".
"Se trata de una decisión excepcional por su naturaleza estratégica. No nos podemos hacer cargo de la economía privada", agregó.
El jefe de Estado consideró también que la situación financiera de la empresa agroexportadora "no se estaba atendiendo adecuadamente y era difícil explicar por qué se habían endeudado de ese modo".
"Nos venía pareciendo que esto podía terminar resolviéndose con una compra a bajo precio de parte de una de las multinacionales que ya existen", dijo el mandatario y dijo que eso no le parecía bien a su gobierno porque "significaba que la Argentina perdía un operador muy importante en manos de esa trasnacionalización".
De esta manera, el mandatario defendió la decisión de intervenir el grupo cerealero Vicentin y enviar al Congreso un proyecto de ley de expropiación para afrontar el proceso de concurso preventivo que podría derivar en su quiebra. "No hacemos esto para salvar accionistas, hacemos esto para salvar una empresa", señaló.
Asimismo, negó que la medida haya sido impulsada por la vicepresidenta Cristina Kirchner: "Te escuchaba decir eso de que era una decisión de Cristina... No fue así, fue una decisión absolutamente estratégica. Una decisión que hablé con (Matías) Kulfas, con el gobernador de Santa Fe (Omar Perotti) y Anabel (Fernández Sagasti) se sumó porque tenía un proyecto de expropiación", aclaró.