El presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció este jueves la nueva fase de la cuarentena escoltado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodíguez Larreta. “Se mantiene el aislamiento social en todos los lugares que haya circulación comunitaria por 21 días”, lanzó el jefe de Estado. La decisión, dada a conocer en una conferencia donde reinó la paz, también contó con el aval de las otras 22 autoridades provinciales pero generó malestar en los dirigentes con responsabilidades de gestión en el conurbano bonaerense, básicamente, los intendentes de la oposición. La tensión creció en las últimas semanas y se sintetizó en una carta conjunta que unos 50 jefes comunales de Juntos por el Cambio -del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y también del interior- depositaron en el buzón del edificio gubernamental de La Plata antes del anuncio presidencial, y en las críticas vertidas luego por televisión. La avanzada de los mandamases de pago chico responde, fundamentalmente, a la creciente presión de comerciantes y vecinos.
Los dos principales hombres del PRO en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) Jorge Macri (Vicente López) y Néstor Grindetti (Lanús) salieron en tándem a cuestionar la decisión de Kicillof para el conurbano. Fue inmediatamente después de la conferencia de prensa. Primero, a través de las redes sociales y, más tarde, con la amplificación de los canales de noticias más importantes del país. En ambos casos el reclamo fue el mismo: que los comerciantes barriales puedan levantar sus persianas y estén en igualdad de condiciones que los hipermercadistas.
Según pudo saber Letra P, la postura de los dirigentes de la oposición, que también incluyó a legisladores bonaerenses amarillos, no respondió a una estrategia orgánica del espacio. Aseguran que son empujados por la presión que ejercen de manera natural y “razonable” los pequeños y medianos empresarios ante el riesgo de tener que cerrar sus negocios por la imposibilidad de flexibilizar el aislamiento.
“Hay mucha presión y con razón. Nuestra postura es que se podría flexibilizar un poco más”, anticipó Grindetti horas antes del anuncio de Fernández a través de algunos medios de comunicación, con la idea de que el reclamo también llegara a oídos del gobernador bonaerense. El planteo responde a que Lanús no tiene grandes centros comerciales o shopping más allá de su peatonal. Fuentes municipales explican que sólo existen nueve centros comerciales barriales de moderada circulación que podrían comenzar sus actividades con protocolos de protección. Una lógica que se repite en otros puntos de la provincia de Buenos Aires. Luego del anuncio, Grindetti volvió a reiterar las críticas.
Macri fue más vehemente. Dijo que Kicillof tenía “pobreza conceptual” y que “hizo una cronología del no anuncio (…) A los intendentes también nos eligió la gente; no somos un poder delegado de la Provincia”, disparó. El reproche apunta, justamente, a la necesidad de dar respuesta a esos vecinos.
Pese a ello, distintas fuentes consultadas por este medio coincidieron en que el diálogo entre municipios, Fernández y Kicillof se mantiene fluido. “Atienden el teléfono incluso a altas horas de la noche para resolver problemas”, conceden. El mismo ánimo destacan gobiernos del interior bonaerense. Claro que el caso de los distritos del interior es distinto, puesto que muchos –Kicillof dijo que son 61– no tienen circulación del virus y a partir de ahora entran en fase 5, de relajamiento y vuelta a la actividad.
CARTA. En la antesala al anuncio de este jueves, cuando todo indicaba que al menos en el AMBA todo seguiría igual, intendentes de Juntos por el Cambio le enviaron a Kicillof una carta en la que plantearon la necesidad de tener mayor autonomía en la toma de decisiones, y que se trabajara en una segmentación que atendiera las distintas situaciones sanitarias.
La misiva no se hizo pública porque, según indicaron diversas fuentes a Letra P, el objetivo no fue politizar sino encontrar eco de la administración provincial a los planteos, y resolver el punteo de problemas que, en el llano, preocupan a todos los intengrantes del heterogéneo grupo.
“Es una carta muy amigable, muy suavizada, no es agresiva”, describió a este portal uno de los firmantes, auqnue evitó dar detalles del contenido. La nota final pasó distintas revisiones. Las diversas posiciones, algunas muy críticas de la gestión provincial, atravesaron la redacción. La discusión pasaba en torno al tono; primó la moderación. Hubo quienes esperaban que fuera más confrontativo. “El objetivo era lograr que hubiera mayor apertura de actividades”, resumió un intendente.
Finalmente, a contramano de sus pares del AMBA, los intendentes del interior festejaron el anuncio. Pablo Petrecca (Junín) fue un de los primeros en remarcar que su municipio entraba en fase cinco “por no tener contagios en los últimos 21 días”. También el presidente del Foro Radical, Miguel Fernández, indicó que Trenque Lauquen “gracias al compromiso de toda la comunidad” ingresaba en la etapa de distanciamiento social prevista para distritos sin circulación del virus. Reacciones semejantes se repitieron entre los mandatarios alejados del conurbano.
Aunque debido a su condición epidemiológica un grupo de distritos del interior también permanecerá en fase tres, muchos intendentes consideran que la apertura dispuesta fue un guiño al planteo hecho por escrito. Lo toman como un triunfo. “La apertura y pase a la fase cinco de los distritos que no tienen casos es una respuesta a la carta”, dijo un intendente consultado, y destacó que la diferencia de criterios está atada a las dificultades derivadas de la pandemia.
RESPUESTA. La ministra de Gobierno, Teresa García, cuestionó los planteos de la oposición y los vinculó con dirigentes nacionales del espacio.
“Estamos muy lejos de discutir la autonomía municipal, esta no es la oportunidad. Además, la que asiste a los municipios desde el punto de vista financiero, de insumos y logística, es la Provincia”, señaló en una entrevista con Radio Provincia. Y consideró que se trata de “un planteo político” vinculado a la aparición de figuras como María Eugenia Vidal quien instó a los intendentes de su espacio político a “pelear el voto”.
“Qué casualidad que a los pocos días de la videoconferencia (entre intendentes y la exgobernadora) empieza a aparecer una suerte de reclamo generalizado en los intendentes que responden a ella”, destacó.