Llegaron con la paz firmada, se ajustaron al manual de los anuncios y evitaron cualquier gesto o señal que pudiera sonar a provocación. Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta volvieron a compartir el anuncio de la prórroga de la cuarentena obligatoria que regirá, ahora con matices, hasta el 28 de junio en el Área Metropolitana de Buenos Aires, siguiendo al pie de la letra los acuerdos previos y los manuales de la buena convivencia política. Tras un sinfín de cruces, este jueves, en la Quinta de Olivos, el Presidente, el jefe de Gobierno porteño y el gobernador bonaerense mostraron unidad de criterios y sintonía para enfrentar la nueva etapa de la crisis del coronavirus.
Los tres dirigentes se reunieron a solas en Olivos cerca de las 19. Rodríguez Larreta fue el primero en llegar, en auto, junto al vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y el secretario de Medios, Christian Coelho. Kicillof aterrizó desde la La Plata con el jefe de Gabinete, Carlos Bianco. También lo acompañó la ministra de Comunicación Pública, Jesica Rey. Para entonces, en Olivos ya había varios funcionarios nacionales y dirigentes de confianza del Presidente. Las reuniones se sucedieron, con encuentros cruzados. Antes de las 20.30, cuando ingresaron al salón de conferencias de la Quinta Presidencial, Fernández, Rodríguez Larreta y Kicillof mantuvieron un encuentro a solas.
Según pudo reconstruir Letra P, aunque ya había sido conversado en la previa, en ese encuentro tripartito se definió que el aislamiento continuaría por otros 21 días, a diferencia de la prórroga habitual, de 14 días. Juntos, el Presidente, el jefe de Gobierno y el gobernador repasaron los últimos puntos de lo que comunicarían ante las cámaras, minutos más tarde. Que cada uno supiera cuál sería, esta vez, el discurso de los demás, colaboró para que la foto de la concordia avanzara, esta vez, sin percances.
El Presidente lo transmitió en su semblante. Aunque visiblemente agotado, Fernández se mostró más distendido, con algunas buenas noticias para transmitir, entre ellas, que "el 85% del país evitó la propagación del virus" y ahora deja la etapa del aislamiento para pasar a la fase de "distanciamiento social preventivo". El video que presentó la Presidencia para mostrar la reactivación económica que vive la mayoría de las provincias colaboró con el clima. Fue la única sorpresa que se llevó el jefe de Gobierno porteño.
Tras días de análisis y propuestas y en el marco de un fuego cruzado entre células dispersas del oficialismo y la oposición, Rodríguez Larreta llegó a Olivos aferrado las palabras del Presidente y el gobernador con la confianza en que la nueva etapa de la cuarentena obligatoria, con más aperturas en la Ciudad de Buenos Aires, empezaría a correr la semana próxima sin impugnaciones.
Antes, el jefe de Gobierno porteño y el gobernador se habían encargado de limar asperezas en privado, un paso que fue clave para que se lograse el clima que se vivió durante el anuncio, según destacaron a última hora fuentes del entorno presidencial.
Además de las comitivas de Kicillof y Rodríguez Larreta, este jueves en Olivos también hubo una extensa lista de funcionarios nacionales. Junto al Presidente estuvieron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; los ministros Eduardo De Pedro (Interior) y Ginés González García (Salud), los secretarios Julio Vitobello (General de la Presidencia); Vilma Ibarra (Legal y Técnica); Gustavo Beliz (Asuntos Estratégicos) y Francisco Meritello (Medios); la viceministra de Salud, Carla Vizotti; el asesor presidencial Alejandro Grimson y el diputado nacional Eduardo Valdés, que no estuvo en la sala de conferencias pero participó de la reunión previa.
Más temprano, Fernández había recibido al comité de expertos que lo asesora en la pandemia. Por la mañana, mantuvo una extensa reunión por videoconferencia con gobernadores. Todos le transmitieron su apoyo a la decisión de prorrogar la cuarentena en el AMBA y mostraron especial preocupación por el ya célebre "caso de Necochea" que relató Kicillof como ejemplo de la propagación del virus en un distrito hasta entonces libre de circulación.
Ya en la conferencia y después, Rodríguez Larreta destacó el trabajo conjunto y anunció flexibilizaciones propias de la Ciudad. Aunque la curva de contagios sube, Kicillof también cedió: pasó a fase 5 a 60 municipios sin contagios desde hace más de 21 días y dio luz verde a los intendentes para que presenten protocolos de habilitación de comercios para en el conurbano bonaerense. Un punto se mantuvo exactamente igual: seguirán los controles en el transporte público y no habrá libertad de circulación interjuridiccional.
POR TV. La paz se quebró después. El programa de Diego Leuco en TN sirvió de propalador de críticas de la oposición nacional y provincial a Fernández y a Kicillof. El diputado radical Mario Negri acusó al Presidente de gobernar en soledad y se quejó de que no haya convocado a la oposición "en 60 días". Además, pidió mayor apertura de la economía ("la gente se asfixia; lo peor que nos puede pasar es que "salga a atripellar a la cuarentena") y dijo que Fernández se ocupa de la pandemia y de la economía pero "deja el resto del Estado en manos de Cristina Kichner". "Tenemos un problema" por eso, advirtió.
Por su parte y en una línea similar, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, dijo que Kicillof "estuvo más educado (porque) por lo menos no revisó el pasado", pero "hizo una cronología del no anuncio". "No quiere abrir", le criticó. Macri acusó al gobernador de "pobreza conceptual" y de "querer tomar todas las decisiones". "A los intendentes también nos eligió la gente; no somos un poder delegado de la Provincia", le reprochó.
Menos filoso, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, también pidió más flexibilización de la cuarentena, incluso en el conurbano. En el programa siguiente de la continuidad de TN, le pidió a Kicillof más precisiones y dijo no entender "por qué algunas actividades no pueden abrir". En ese sentido, mencionó a los comercios minoristas y a algunas profesiones liberales.
Para entonces, Rodríguez Larreta ya había dejado asentada su voluntad de mantener la paz en su cuenta de Twitter. "Estoy totalmente convencido de que, ante una crisis sanitaria de esta magnitud, tenemos que trabajar de manera coordinada como lo venimos y vamos a seguir haciendo junto con el presidente, Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof, y sus equipos", cerró cualquier polémica el jefe de Gobierno, en son de paz.