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La otra deuda: el 86,5% de las familias debe impuestos, servicios o créditos

Ingresos en caída y temor por el empleo. Un lastre para la recuperación del consumo pospandemia. Préstamos online: advertencia del Central por tasas excesivas.

Las deudas familiares no bancarias –impuestos, servicios públicos y créditos de fuentes externas al sistema financiero formal– crecieron un 16,1% en junio y el 11,9 millones de hogares, 86,5% del total nacional, terminará el mes debiendo algo, dijo un informe del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX). El dato ilustra el ahogo económico de gran parte de la sociedad, producto de la recesión y la caída de ingresos que se desató en 2018 y el agravamiento que supone la prolongación del aislamiento social en la región metropolitana y otros puntos del país. De acuerdo con el trabajo de la consultora, la situación impondrá una severa limitación para la recuperación del consumo, motor de la economía argentina, en la pospandemia de COVID-19.

 

El CERX divide entre deudas bancarias –las que las familias mantienen con el sistema financiero formal– y no bancarias –vinculadas al pago de cargas tributarias, de servicios públicos y de préstamos con financieras y hasta parientes y amigos–. De acuerdo con el estudio, la deuda total creció 4,6% en el mes que está por finalizar, dato que surge de una disminución del 1,6% en el primero de esos ítems y de un incremento del 16,1% en el segundo.

 

“Lo que más preocupa de esa deuda es el tendal de actores que quedan sin cobrar, sobre todo en el caso de deudas con familias, comercios, alquileres. Más allá de la economía, se afectan relaciones personales”, le dijo a Letra P la directora del CERX, Victoria Giarrizzo.

 

Fuente: Centro de Economía Regional y Experimental (CERX).

 

 

El informe se realizó cruzando una encuesta propia entre 6.770 hogares realizada entre el 22 y 25 de junio con información provista por el Banco Central y ofrece una perspectiva sobre “la evolución de esta variable fundamental para conocer el impacto socio-económico de la pandemia y las restricciones en la recuperación del consumo post COVID”, dijo.

 

Según el CERX, las deudas bancarias totalizan 1,168.217 billones de pesos y las no bancarias, 737 mil millones. El total asciende a 1,905.119 billones de pesos. 

 

Entre mayo y junio, el número de familias endeudadas cayó en 163.000, pero el stock de compromisos impagos creció en 83.415 millones de pesos.
“Lo que más se acumuló a junio en deudas no bancarias fueron impuestos, seguidos por servicios”, dijo el CERX.

 

 

Fuente: Centro de Economía Regional y Experimental (CERX).

 

 

“En promedio cada familia adeudaba en junio 159.738 pesos, 6% más que en mayo. Ese monto no incluye los costos asociados a moras y retrasos, que fueron en incremento con los días en cuarentena y podrían incrementar fuertemente ese stock. A su vez, la deuda no bancaria promedio por hogar es de $62 mil”, dijo el informe.
Por otro lado, la encuesta sumó el dato de que crece el temor a la pérdida del empleo o los ingresos familiares, con un 44,9% que lo califica como “muy alto”.

 

 

Fuente: Centro de Economía Regional y Experimental (CERX).

 

 

Una de las conclusiones principales del estudio apunta al modo en que el fuerte endeudamiento ralentizaría la recuperación del consumo y la economía. “En la medida que se liberen más actividades es de esperar que las familias vayan regularizando sus deudas no bancarias. Pero ese proceso será muy lento e irá combinado con aumentos en el stock de deuda de quienes perdieron ingresos o empleo y no recuperan todavía”, señaló.

 

“Aun cuando los ingresos comiencen a ganar terreno, primero se cancelarán deudas y después habrá consumo”, añadió. En efecto, en el 61,8% se afirma que, cuando finalice la cuarentena, una eventual recuperación de los ingresos se destinará prioritariamente a reducir esas deudas.

 

El Gobierno descuenta que la emergencia sanitaria y económica incrementará los niveles de incumplimiento tributario, por lo cual planea establecer una moratoria amplia que permita a los contribuyentes ponerse al día. Algo análogo ocurre con los servicios, razón por la cual en marzo prohibió por 180 días los cortes de luz, gas, agua, TV por cable e Internet

 

En cambio, lo inquieta la acumulación de deudas con financieras no bancarias, tanto barriales como online, cuyas elevadas tasas de interés suelen poner a las familias en círculos de difícil salida.

 

El informe del CERX cuantifica esas deudas, uno de los ítems que más crecieron este mes, 12,6%, y que ya suma 106.000 millones de pesos.

 

En ese sentido, el Banco Central decidió poner la mira en los créditos que se tramitan vía Internet, uno de los sectores más promovidos durante el gobierno de Mauricio Macri, en los que detectó “inconsistencias y tasas excesivas”.

 

 

El Gobierno muestra inquietud por la acumulación de deudas con financieras no bancarias, cuyas elevadas tasas de interés ponen a las familias en círculos de difícil salida.

 

 

De acuerdo con un relevamiento reciente, “el 77% de las fintech de préstamos, empresas que brindan créditos a través de aplicaciones móviles o plataformas de Internet, cobran a sus clientes un costo financiero total (CFT) que supera, como mínimo, el 150% anual, mientras que más de la mitad (de las mismas) percibe un CFT por arriba de 400% anual”.

 

En este sentido cabe señalar que la situación de las llamadas financieras de barrio, sobre las que prácticamente no hay control, es mucho más grave. 

 

De acuerdo con el trabajo de la autoridad monetaria, “el monitoreo se hizo sobre un total de 46 fintech de préstamos y servicios de pago que tienen actualmente activas sus plataformas, en base a la información, ejemplos y simuladores puestos a disposición por las compañías”.

 

“Del total de las fintech relevadas, el 24% no publica ningún tipo de información sobre el costo de los préstamos”, añadió.

 

¿Guerra en ciernes con ese sector? No. El Central afirmó que “sigue con atención el desarrollo de la actividad de las fintech, ya que tienen el potencial de profundizar la inclusión financiera de la población”.

 

“El objetivo del monitoreo permite evaluar el desempeño de la actividad, sus posibles riesgos y aspectos vinculados a la protección de los usuarios de servicios financieros y a la inclusión financiera”, aclaró.

 

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