Afectada por las restricciones a los vuelos que impone la pandemia, con el aval de la Casa Rosada, la estatal Aerolíneas Argentinas echó mano al mismo recurso que empresas privadas en crisis y decidió entablar negociaciones con los gremios para aplicar un plan de suspensiones que afectará a 7.500 empleados de la empresa.
Según explicaron a Letra P voceros de Aerolíneas, la empresa “perdió un 97%” de sus ingresos en lo que va de la cuarentena, debido a la suspensión de vuelos, por lo que decidió “entablar las negociaciones en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo”, que contempla la posibilidad de que el empleador entregue “sumas no remunerativas de dinero” a los trabajadores, en caso de suspensiones fundadas en causales de “falta o disminución de trabajo” no imputables a él.
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Las negociaciones comenzarán este martes, con la primera reunión que los representantes de la empresa, que conduce Pablo Ceriani, tendrán con los líderes de la mayoría de los gremios aeronáuticos. El miércoles habrá otro encuentro, con Aeronavegantes. La empresa planteará su necesidad de recurrir al mecanismo de suspensiones durante dos meses y abonar un piso “del 75% de los salarios” en carácter no remunerativo. Según los cálculos de la empresa, esto le permitiría llegar a un ahorro de 500 millones de pesos en aportes y contribuciones.
La decisión es compleja en un contexto en el que el Gobierno les pide a las empresas que hagan esfuerzos por pagar los salarios de los empleados e incluso abona la mitad mediante el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP). En ese marco, Ceriani expresó su decisión de “asegurar la continuidad de la compañía y preservar las fuentes de trabajo” y echar mano al recurso de las suspensiones, que cuenta con el respaldo político oficial. La reacción de los gremios, hasta el momento, fue más que moderada.
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Aerolíneas arrastra problemas. La administración de Ceriani afirma que el macrismo dejó a la empresa con un déficit operativo de 680 millones de dólares y una deuda de 277 millones de dólares, entre otros problemas. Ahora, enfrenta la mayor crisis del sector aerocomercial en todo el mundo. Por poner un ejemplo cercano, en la compañía señalan que Latam despidió en mayo a 2.000 trabajadores.
En ese contexto, Ceriani decidió avanzar con un objetivo: la fusión entre Aerolíneas y Austral, que permitirá un ahorro de 100 millones de dólares en el primer año. El Comité Ejecutivo de la empresa ya elevó la propuesta y el directorio la tratará en los próximos días, cuando vuelva a reunirse.
Ceriani desembarcó en Aerolíneas en diciembre, pero ya conocía al detalle la compañía, ya que fue parte de la empresa entre 2013 y 2015, durante la gestión del senador Mariano Recalde.