El exintendente macrista de Morón Ramiro Tagliaferro quedó en el centro de todas las miradas luego de que el Concejo Deliberante rechazara la rendición de cuentas 2019, último año de su gestión. Durante la sesión, que tuvo ribetes escandalosos y estuvo cruzada por una denuncia por discriminación de una concejala PRO y el exilio del edil que debía defender el ejercicio finalmente rechazado, el oficialismo confirmó la existencia de empresas fantasma, contratos a amigos, mercadería faltante y expedientes desaparecidos, lo que –destacó– constituye una estafa. El bloque cambiemista no se presentó al debate alegando discriminación a una de sus integrantes, mientras que el Frente de Todos indicó que la movida se trató de una pantalla para “tapar el escándalo” y cuidar la figura del exmandamás del distrito, a quien la alianza que gobernó hasta el 10 de diciembre en Buenos Aires intenta sentar en una silla del directorio del Banco Provincia.
NÚMEROS. El rechazo del oficialismo al registro contable de la gestión de Tagliaferro estuvo basado en el “grave estado económico y operativo” en el que su gobierno dejó el municipio, con un déficit de 1.400 millones de pesos, según ratificaron fuentes a Letra P. Además, una deuda pública de más de $ 1.200 millones, que está siendo renegociada por la actual gestión que encabeza Lucas Ghi. Las concejalas y los concejales del Frente de Todos adelantaron en la sesión de este viernes que tales hechos serán denunciados judicialmente.
Entre las deudas más cuantiosas se destaca la que la gestión Tagliaferro constituyó con la empresa de recolección de residuos Urbaser, a la que se le deben 15 quincenas (más de 6 meses) de servicio, por un total superior a los 600 millones de pesos. En un año electoral como fue el 2019, donde se invirtieron numerosos recursos en pautas publicitarias en medios y redes sociales y contrataciones de cartelería en vía pública, el exjefe comunal llegó incluso a contraer deuda pública con la CEAMSE por más de 70 millones de pesos para derivar esa partida a otros gastos de menor relevancia, se denuncia.
Enumeran “la contratación a empresas fantasma o sin empleados; el pago de cuantiosos recursos a compañías sin trayectoria cuyos titulares tienen vínculos directos con funcionarios de Tagliaferro; la compra de mercadería, equipos o insumos hospitalarios que nunca llegaron al destino previsto; y la asignación de voluminosas pautas publicitarias a portales de Internet inexistentes, entre muchas otras malversaciones escandalosas del erario municipal”.
El bloque oficialista –que cuenta con once ediles de un total de 24– expuso varios ejemplos: en 2019, se compraron por casi once millones y medio de pesos alimentos secos y frescos, leches para el Hospital de Morón, golosinas, víveres para el Concejo Deliberante y alimentos para mascotas a una empresa cuyo titular es Franco Favini Ragone. Se trata de un amigo de funcionarios de Tagliaferro, cantante del grupo Destino San Javier y heredero del histórico Trío San Javier. La empresa a su nombre, según explicaron los concejales y las concejalas, no tiene depósito ni empleados y está domiciliada en un departamento de Lavalle al 1.500, en la zona de Tribunales en Ciudad de Buenos Aires.
Algo similar ocurrió con la proveedora Marta Inés Gómez –esposa de un vecino presentado como mayor contribuyente por el Gobierno de Tagliaferro–, a quien en 2019 se le compró alimentos para las colonias y el hospital, botellas de agua, víveres para el HCD, elementos descartables, desayunos, servicios de lunch y meriendas para la Secretaría de Empleo, por más de seis millones de pesos. La empresa a su nombre, domiciliada en un departamento de la calle Carlos Casares de Castelar, no tiene empleados, ni habilitación municipal, ni registra pagos de tributos.
Pese a la deuda que dejó con proveedores, el día antes de dejar el poder –el 9 de diciembre–, Tagliaferro ordenó el pago de varios millones a empresas como la de Tomás González García, de José León Suárez (a quien se le compró insumos tan variados como estufas, juegos infantiles y artículos de librería por 15,5 millones de pesos), o Belfast S.A., de CABA, a la que le pagaron 3,8 millones de pesos para arreglar escuelas, cuyos trabajos no pudieron constatarse. Esta última empresa declaró al fisco que no tiene ni un solo empleado a su cargo.
Sesión en el Teatro Municipal de Morón.
En ese marco, también destacaron la vertiginosa compra de 21.459 medicamentos e insumos a la empresa DNM Farma S.A. que demandó 11 trámites en el Departamento Ejecutivo, que se resolvieron en el tiempo récord de tres semanas, cuando un circuito de esas características suele tardar dos meses. Esa mercadería, destinada al Hospital Municipal Ostaciana Lavignolle, no se entregó en el nosocomio, tal como establecía la licitación, sino en un domicilio del centro de Morón. Tampoco hay constancia de que haya ingresado al centro de salud. Tan rápida como la tramitación de la compra fue la del pago, que se concretó antes del 19 de noviembre por un total de 2,5 millones de pesos.
MEDIOS OFF. El oficialismo del Concejo también denunció la contratación de pauta publicitaria en diversos medios con la que se habría incurrido en falta o delito. Citó el ejemplo de la compra de publicidad a dos proveedores por un total 1,2 millón de pesos en los portales lanotanews.com, clasepolitica.com, oesteconectado.com, lapoliticaba.com, moronradio.com y cronicasoeste.com. Ninguno de esos seis medios está en la web.
SIN DEFENSA. La rendición fue rechazada por 13 concejales, una edila se abstuvo y no hubo ningún voto a favor. En efecto, ninguno de los ocho intengrantes del bloque Juntos por el Cambio defendió las cuentas de su jefe Tagliaferro, puesto que no estuvieron presentes.
La ausencia fue explicada por la oposición macrista en lo que presentaron públicamente como un acompañamiento a la concejala Natalin Faravelli, que denunció discriminación del presidente del cuerpo, Jorge Laviuzza (FdT), quien no hizo lugar al pedido de la mujer de sesionar de manera remota. Faravelli se negó a acudir al teatro aduciendo el embarazo de cuatro meses que cursa, lo que la ubica en población de riesgo por el COVID-19. “Nuestro más enérgico repudio al abuso de poder y discriminación que ha sufrido recientemente la concejala Natalin Faravelli por estar embarazada y verse así imposibilitada de asistir a la sesión del Concejo Deliberante de Morón”, indicaron los compañeros de bancada.
Laviuzza explicó que para sesionar on line primero debía cambiarse el reglamento interno, y dispuso todas las medidas de prevención para garantizar la seguridad de los funcionarios públicos. La sesión se realizó en el Teatro Municipal Gregorio Laferrere, acondicionado especialmente para cuidar los protocolos sanitarios del debido aislamiento. Antes de ingresar a la sala, se controló la temperatura de cada edil y se los ubicó a distancia prudencial. No estuvieron presentes las y los asesores parlamentarios ni medios de prensa, aunque la sesión fue trasmitida en vivo.
El concejal Emiliano Catena es considera hombre clave en la estructura del bloque cambiemista. Debía ser él la voz cantante en la defensa de los números de la gestión Tagliaferro. Como sus compañeros, no estuvo en la sesión, pero porque no estaba en el país: unos días antes, viajó a Estados Unidos junto con su hija. Fuentes de Morón afirman que Catena viajó el viernes 15 de mayo, desde Ezeiza en el vuelo 1102 de la empresa Latam, con escala en Bandera de Chile, y, de allí, en el vuelo 500 de la misma aerolíneas, hacia Miami. En su lugar asumió Walter Anzorena, exfuncionario de Tagliaferro.
LA SILLA. La denuncia por discriminación que encabezó Faravelli fue replicada no solo por sus compañeros de bancada sino por dirigentes macristas de otras judisdicciones y por legisladores del espacio con bancas en la legislatura de bonaerense. La senadora por la Cuarta sección Daniela Reich (JxC) presentó un proyecto manifestando su repudio a la “discriminación por razones de género” sufrida por Faravelli.
El oficialismo dice que todo fue una “pantalla” de la oposición para desviar la atención y preservar la figura de Tagliaferro, quien, tras perder el distrito en manos de Ghi, ahora busca recalar en una silla del directorio del Banco de la Provincia de Buenos Aires. “Tagliaferro no tiene quién lo defienda (…) Los números hablar por sí mismos, nadie puede sentarse a discutir en defensa de lo que a las claras fue una estafa”, aseveró a este medio una fuente del Concejo moronense con años de militancia y conocimiento exahustivo de los cuatro años de gestión macrista.
En su cruzada para recalara en la entidad crediticia estatal de Buenos Aires, Tagliaferro cuenta con una carta que no tendría ningún otro: la exclusividad del apoyo de su exesposa y exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.