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Cae el rating de la pandemia al ritmo de la reconstrucción de la grieta

La penetración del COVID-19 se mantiene al tope de la agenda mediática, pero el interés sobre el tema desciende en la opinión pública. El resurgimiento de la polarización y sus dueños.

Transcurridos 60 días de la decisión gubernamental del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio producto de la llegada del COVID-19 al territorio nacional, la relación entre medios y públicos evidencia algunas variaciones. Si bien las noticias ligadas a la pandemia se mantienen al tope de la agenda, en las últimas semanas se percibe una disminución en la cantidad de contenido relacionado con el tema.

 

Según el Observatorio de Medios de la UNCuyo, la presencia del COVID-19 continúa al tope de las agendas de los principales medios digitales del país, aunque evidencia una tendencia descendente. Si bien resulta inédito que un mismo asunto, luego de casi dos meses, acapare el 65% de la agenda informativa, no es menos real que otros temas que son habituales en los medios recuperan protagonismo. Para que ello ocurra, se combinó la aparición de algunos sucesos noticiables novedosos con un cambio en la demanda de información por parte de las audiencias. En efecto, diferentes mediciones muestran que, transcurrido un período ya extenso de confinamiento, cae el consumo mediático, lo que lleva a los periodistas a generar otros contenidos que puedan atrapar la atención de los públicos.

 

 

Durante la última semana, por ejemplo, la economía, a partir de la discusión en torno de la deuda y el dólar, acaparó el 18,8% de la atención mediática. La política, que concentró el 6,3% del espacio en los portales, se independizó del COVID-19 y la polarización, fogoneada en buena medida por algunos medios y periodistas, renació en relación con otros temas, como las diferentes causas judiciales que enfrenta la vicepresidenta Cristina Fernández. También volvieron los deportes (3,8%) de la mano del futbol alemán, la cobertura sobre casos de Dengue (1,5%) y otros asuntos internacionales (1,1%).

 

Los cambios que se perciben en la agenda mediática son consistentes con los resultados de un sondeo de opinión pública sobre el AMBA que elaboró la Consultora Proyección. Allí se afirma que, si bien el COVID-19 continúa siendo una preocupación pública trascendente, el 33% de las personas considera que su interés por las noticias sobre la pandemia disminuyó desde el inicio del aislamiento. Los contenidos de entretenimiento son los que más se consumen en los hogares y recién en segundo lugar la información relacionada con el Coronavirus.

 

Durante la última semana, la economía, a partir de la discusión en torno de la deda y el dólar, acaparó el 18,8% de la atención mediática. La política, que concentró el 6,3% del espacio en los portales, se independizó del COVID-19 y la polarización renació en relación con otros temas.

SOBREDOSIS. Al indagar sobre el consumo informativo, la TV continúa al tope de las preferencias. En efecto, más del 50% de los encuestados la considera su principal vía de acceso a las noticias. Entre los diferentes productos que ofrece, se destacan los canales de noticias y los noticieros de los medios del AMBA. En tanto, las redes sociales acaparan un 41% de penetración, con disparidad de uso entre ellas que son relevantes: Facebook quintuplica a Twitter e Instagram como vía de acceso a información sobre la pandemia. Sin embargo, sólo el 23% de las personas dicen confiar en la información que circula por medios sociales, porcentaje que se ubica por debajo de la confianza en los medios “tradicionales”, que alcanza al 35%. Finalmente, los diarios digitales son utilizados por el 24% de la población.

 

Consultadas sobre los tópicos relacionados con COVID-19 que más buscan en los medios, las personas encuestadas señalaron en primer lugar a las cuestiones sanitarias, como medidas de la autoridad nacional, informaciones preventivas o sobre avance de la enfermedad en nuestro país y el mundo; luego, las noticias sobre economía, especialmente sobre políticas públicas ligadas a contener los efectos del ASPO, y en tercer lugar la información de interés ciudadano, como guías de trámites o documentos necesarios para la circulación.

 

Asimismo, pese a que los medios son la principal fuente de información para la ciudadanía, esta difiere de sus perspectivas en algunos aspectos. Mientras que el Observatorio de Medios da cuenta de una aprobación mediática de las medidas del Poder Ejecutivo que ronda el 40%, la opinión pública del AMBA expresa una aceptación de la gestión presidencial que llega al 75%, lo que evidencia una nueva brecha interesante para analizar y reafirma la independencia de la percepción de las audiencias: el gobierno nacional es mejor valorado por la ciudadanía que por los medios.  

 

 

 

En ese terreno, el dato más llamativo surge en relación con la consulta acerca de cuál es el actor que más promueve la “grieta” en la Argentina. El 44% de los consultados cree que periodistas y medios son responsables de una confrontación que fue escalando durante los últimos días, mientras que sólo el 27% atribuye a la propia dirigencia política esa escalada.

 

Es probable que este sea un factor a tener en cuenta a la hora de analizar por qué entre las personas baja el interés sobre las noticias relacionadas con la pandemia, en las que la “grieta” afloró nuevamente. Y esa percepción sobre los instigadores de la polarización política podría contribuir al debate sobre el descrédito que acarrean la mayoría de los medios. En ese escenario, claro está que la población valora positivamente las muestras de unidad en la acción que tanto le retribuyen a la imagen presidencial y a las de los gobernadores. Frente a ello, algunos medios y periodistas se encargaron de promover debates y enfrentamientos que para los públicos resultan secundarios y prefieren evitar, al menos, en tiempos de pandemia.

 

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