Post caos bancario, en lo que representó el primer traspié de su Gobierno en el marco de la cuarentena dictada por la crisis por coronavirus, el presidente Alberto Fernández salió temprano este sábado a retomar la iniciativa con críticas y reclamos a los bancos, además de lanzar dardos a la oposición por la campaña que tildó de "demagógica" sobre los sueldos políticos. Asimismo, aunque volvió a defender “la lógica de no endeudarnos” pero avisó: “No me interesa que la Argentina entre en default”.
En diálogo con radio Mitre, Fernández reconoció que "alguien hizo mal las cosas, no cabe ninguna duda", en relación a las largas filas que se registraron el viernes en las puertas de los bancos y expresó su "malestar" por esa situación, pero aclaró que el gobierno no está "pensando en renuncias".
En cuanto a los inconvenientes registrados por pymes para acceder a créditos, el jefe de Estado sostuvo: “La dureza de algunos bancos me cae muy mal" y recordó que "estuvieron cuatro años llenándose de plata". Por esto, recalcó: "Espero que en esta instancia entiendan y le presten dinero a las empresas para que se mantengan en pie. Desde el Gobierno hemos hecho todo lo pudimos".
Por otro lado, adelantó que después del 12 de abril –fecha fijada para el fin de la cuarentena- la intención es "volver al trabajo poco a poco, porque el mayor canal de contagio son los medios de transporte". Sin embargo, aclaró que en algunos casos se mantendrán las restricciones y puso como ejemplo a la Administración Pública, que continuará ejerciendo trabajo a distancia. “Tenemos previsto que termine la cuarentena el domingo 12, pero esto es día a día", dijo el mandatario.
Sobre la iniciativa opositora de bajar el sueldo de los funcionarios, AF consideró que sería "un acto muy demagógico" y subrayó que sus ministros "no son ñoquis ni reciben sobres por izquierda".
"Tengo un Gobierno de ministros y funcionarios que no tienen fortunas, no tienen cuentas en el exterior, no tienen bienes, no tienen empresas: realmente viven de su sueldo. Los llamo a cualquier hora y atienden. Sé que los funcionarios no están robando la plata", arremetió.
En esa línea, el jefe de Estado afirmó que adoptar la propuesta de Juntos por el Cambio de rebajar salarios de los altos funcionarios sería "un acto muy demagógico". Así, dirigió directamente los dardos a su antecesor, Mauricio Macri: "No tienen los argentinos un Presidente que trabaja una semana y se toma dos de vacaciones".
"No quiero enredarme en esa discusión", manifestó Alberto Fernández, quien de todos modos continuó: "No tengo a nadie robando plata, nadie cobran un sobre por izquierda, ningún ñoqui". Y concluyó: "No vengan con esas cosas, porque después nos llaman populistas a nosotros".