Argentina es un país en permanente construcción. El coronavirus está poniendo a prueba nuestro sistema social. Todo se torna más complicado. Sin embargo, en momentos difíciles sale a relucir la irremplazable gestión del conocimiento científico y tecnológico que organizaciones con perfil bajo complementaron en muchísimas oportunidades a las actividades del Estado durante diferentes gobiernos.
Ese proceso requiere un trabajo para cualquier Unidad de Vinculación Tecnológica (UVT- Ley 23.877) de enorme complejidad que, en ocasiones, ha sido ralentizado por la rutinaria desconfianza de los funcionarios a los expertos independientes. Si esta epidemia se está viviendo de una forma totalmente diferente a cualquier otra es gracias a la vinculación tecnología, desarrollada mundialmente.
Ningún otro brote en la historia ha podido ser rastreado e investigado con tanto nivel de detalle y casi en tiempo real. Y, aunque disponer de tanta información está impulsando la sensación de alarma y ansiedad, también permite a los investigadores entender y desarrollar una vacuna contra el virus, algo que está sucediendo de forma muy rápida.
Desde que el coronavirus empezó a propagarse en China, el país más poblado del mundo, éste se apoyó en su fuerte sector tecnológico y específicamente en la inteligencia artificial (IA), la ciencia de datos y la tecnología para rastrear y combatir la pandemia.
De allí la importancia de revalorizar la existencia de la unidades de vinculación tecnológica en el país, dado que es una entidad técnica habilitada por el Poder Ejecutivo Nacional para la identificación, selección y formulación de proyectos de investigación y desarrollo, transferencia de tecnología y asistencia técnica. Permite que el sector privado y el público converjan sus esfuerzos en mejorar organizaciones, instrumentar proyectos y conocimientos existentes.
Hace unos días, antes del aislamiento social preventivo y obligatorio, participé de la presentación del “IISIM -Instituto de Innovación en Salud e Ingeniería Médica” gestado en la histórica UVT, “Foro de Ciencia y Tecnología para la Producción”. Allí pude escuchar a Conrado González, su actual presidente, uno de los impulsores de la Ley 23.877 (de creación de las UVTs), junto con Néstor Barbaro y Roberto Juarez, que actualmente es uno de los más calificados referentes de la gestión de innovación y la de tecnología, quién expresó: “Estos tiempos requieren que las unidades de vinculación tecnológica sean valoradas por los múltiples beneficios que otorga a la sociedad, porque durante estas décadas, a pesar de los distintos avatares del país, siempre nos movimos claramente en dos ejes fundamentales. El primero, fomentamos innovaciones que impliquen investigación y desarrollo; transmisión de tecnología y asistencia técnica. El otro, aportamos nuestra estructura jurídica para facilitar la gestión, organización y el gerenciamiento de los proyectos”.
Universidades, instituciones educativas y organizaciones de la sociedad civil han sido responsables de brindar la asistencia técnica y/o capacitación y/o acompañamiento para la promoción y fortalecimiento de los proyectos de innovación durante estas décadas, contando con una características ventajosa, el modo organizacional, que permite la conformación rápida de redes de trabajo, equipos interdisciplinarios, que funcionan como estructuras temporales, formadas para solucionar un problema puntual y disueltas tras resolverlo, sin sumarse a la estructura estatal.
En este contexto, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) creó la Unidad Coronavirus COVID-19, que forma junto con el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i). Al día de la fecha miles de miembros del sistema científico y tecnológico envían sus propuestas para contribuir en la emergencia, que serán seleccionadas en virtud de su carácter innovador y su aplicabilidad en el corto plazo, en términos de prevención, diagnóstico, tratamiento, investigación, monitoreo, control y/u otros aspectos que permitan mejorar la capacidad nacional de respuesta frente al Coronavirus.
En este marco de situación la Jefatura de Gabinete, a cargo de Santiago Cafiero, está reconfigurando las partidas del presupuesto nacional para adquirir equipos de protección para el personal sanitario de primera línea, equipar los laboratorios de diagnóstico, mejorar la vigilancia y la reunión de datos; establecer y mantener unidades de cuidados intensivos; fortalecer las cadenas de suministro; acelerar la investigación y el desarrollo de vacunas y terapias; y adoptar otras medidas decisivas para ampliar la respuesta de salud pública interinstitucional a la pandemia.
En el futuro cercano, las UVT´s seguiran abriendo caminos nuevos. A veces institucionales, otros más informales, pero siempre con la finalidad de generar mejores condiciones para el desarrollo del sistema nacional de innovación. Lo importante es no demorar más los cambios y simplificar las acciones que esta época demanda.