La inflación de enero (2,3%) se ubicó por debajo de las estimaciones privadas (3,2%) y reportó el menor índice desde julio de 2019, cuando marcó un 2,2%. Aunque esa cifra representa un alivio para el gobierno de Alberto Fernández, sería solo momentáneo, ya que los precios podrían volver a incrementarse en los próximos dos meses.
Letra P dialogó con los economistas Miguel Ponce, Agustín D´Attellis y Juan Valerdi para analizar los números que dio a conocer el INDEC y evaluar qué podría ocurrir en los próximos meses.
“El congelamiento de los combustibles, las tarifas y el dólar anclado por el cepo ayudó a que la inflación de enero fuera menor a la esperada. Sin embargo, esa cifra podría repuntar hasta un 3% en febrero y un poco más en marzo por una cuestión estacional”, advirtió Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI.
En este punto, explicó que el aumento de la canasta escolar podría trasladarse a la inflación del próximo mes y también advirtió que el fuerte incremento en los alimentos empujaría el número hacia arriba.
“El Gobierno tiene que priorizar el consumo popular, porque en enero se disparó el precio de los alimentos. Hay que prestarles atención también a los valores de los productos de limpieza, que son de primera necesidad. Otro tema a tener en cuenta es el precio de la harina, porque es un producto esencial para el consumo”, señaló.
En la misma línea, D´Attellis pronosticó “una inflación de 2,5% para febrero”, coincidió en que en marzo la canasta escolar podría impactar en los números del INDEC y pidió “prestarle atención” a la evolución de los precios de los alimentos.
“El rubro de alimentos y bebidas es el más sensible para los sectores con menores ingresos y no hay un control directo. El mes pasado, aumentó un 4,7% y en febrero podría trepar hasta el 5%”, indicó.
Si bien reconoció que el programa Precios Cuidados funciona porque “los productos están en los supermercados”, advirtió que “no sirve de referencia” para los artículos que están por fuera de la canasta.
Por su parte, Valerdi aseguró que el incremento del 4,7% en los alimentos se debe a “los abusos de los sectores formadores de precios”.
Asimismo, dijo que la desaceleración de la inflación en enero responde al “congelamiento de las tarifas de servicios públicos y a la estabilidad del dólar”. Consideró “difícil” que haya un salto importante de la inflación en febrero, aunque hizo hincapié en el precio de los alimentos.
“Mucha gente está comprando más alimentos con la Tarjeta Alimentaria y las grandes empresas están abusando de su posición dominante. En febrero, ese rubro podría subir un 4% y motorizar la inflación”, agregó.
Además, consideró necesario discutir un nuevo régimen tarifario de los servicios públicos y regular el precio de los combustibles una vez que se termine el congelamiento. También, pidió controlar a los formadores de precios y opinó que "todos los organismos del Estado" tienen que resolver el tema de los precios de los alimentos.