"El enemigo no esta acá, en la provincia. El enemigo es la recesión, la inflación, el desempleo y la falta de esperanza que vive el pueblo de Chubut. Tampoco digo que el enemigo sea el Gobierno nacional”, aclaró el gobernador Mariano Arcioni. Corría la mañana del martes 3 de septiembre y el sucesor del difunto Mario Das Neves se refería al entonces presidente Mauricio Macri mientras encabezaba una conferencia para explicar el delicado estado financiero de su administración. Sólo habían pasado 20 días de las primarias nacionales: Cambiemos había perdido por 18 puntos y aún faltaban dos meses para las generales de octubre, que confirmaron la victoria de Alberto Fernández por una diferencia del 8%. Según detalló en esa jornada, signada por la agudización post PASO de la crisis económica, la deuda pública local llegaba a los 915 millones de dólares y estaba compuesta en un 87% por títulos públicos, mientras que un 8% correspondía a pasivos contraídos con el Estado nacional y un 5%, a organismos internacionales. De acuerdo a los datos presentados por el mandatario, cada uno de los 608 mil chubutenses debía unos 1.900 dólares a los acreedores, una cifra que bajó a 1.404 dólares desde entonces por los pagos de los últimos diez meses y la depreciación del peso.
Al 31 de marzo, el pasivo provincial era más abultado. Llegaba a los 942 millones de billetes verdes. Este mes, el ministro de Economía local, Oscar Antonena, anunció que el total es de 855 millones de dólares, con una nominación en esa moneda extrajera que alcanza al 85% del stock. De ese pasivo, la provincia debe afrontar vencimientos durante este año por 158 millones de dólares, una cifra que ubica a ese estado patagónico en la lista de provincias con graves dificultades para cumplir sus compromisos, es decir, en riesgo de default. Por esa razón, Arcioni presentó un proyecto para renegociar una parte de la deuda. La iniciativa podría discutirse en una sesión extraordinaria que la Legislatura provincial tiene prevista para este jueves, con incógnitas sobre su éxito. Letra P buscó conocer el punto de vista de Arcioni sobre la situación de la deuda, pero sus voceros no contestaron a las consultas de este medio.
"Hoy Chubut está en una situación financiera delicada, porque durante demasiado tiempo se tomaron endeudamientos mal planeados para obras que no se concretaron o para cubrir una mala administración. El resultado es un Estado profundamente endeudado. Esta es la situación en la que nos encontramos", dijo el mandatario cuando lanzó el operativo para explicar la gravedad del pasivo local.
Luego de octubre, fue uno de los primeros mandatarios que le pidieron auxilio a la administración a Alberto Fernández. En la Casa Rosada consideran que Chubut es una de las provincias más endeudadas, pero no pierden de vista las garantías petroleras de esos bonos. Por fuera de eso, al igual que a otros mandatarios endeudados en dólares, el Gobierno le pidió a Arcioni que ordene las cuentas. Es decir, que antes de pedir auxilio, haga el ajuste necesario.
LA COMPOSICIÓN. El grueso de la deuda provincial está en los bonos librados a partir de 2013 y 2016 a 6, 7 y 10 años: los Bodic I y II, junto a los Bocade I y II, por unos 1.050 millones de dólares, a los que se suman otros 150 millones adeudados a un fideicomiso financiero. Una parte tiene vencimientos trimestrales, pero todos están garantizados con regalías petrolíferas, una característica clave que diferencia al pasivo chubutense de otras provincias.
La información se desprende de la presentación que hizo Arcioni en septiembre, aunque su ministro de Economía explicó que la provincia tiene dificultades para afrontar los vencimientos inmediato del bono Bocade I, por 650 millones, que tiene intereses cada tres meses. Este mes debería pagar 12,5 millones y otros 77 millones para lo que resta del año. Es sólo una parte de los 158 millones de dólares tiene que cancelar en 2020.
Para postergar el pago, Arcioni envío al poder legislativo el permiso para renegociar los plazos con los acreedores del Bocade I. La sesión extraordinaria está prevista para este jueves en una Legislatura donde hay dudas sobre el acuerdo político que pueda alcanzar Arcioni para avanzar con un plan "de reperfilamiento", que va acompañado con un fuerte ajuste fiscal.
"El problema fundamental de la economia de la provincia es el gasto público: en los últimos siete años hubo deficit, pero ingresaron regalías por 3.200 millones de dólares. Aún así, con esos ingresos, se endeudaron igual." (Facundo Ball, Universidad Nacional de la Patagonia Austral)
Facundo Ball es director del Departamento de Economía de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral San Juan Bosco. Sigue de cerca la evolución de la deuda provincial y considera que, así como el pasivo provincial no revista gravedad en comparación a otras provincias, cree que el plan de Arcioni para renegociar la deuda posiblemente no tenga eco en los bonistas. "La deuda provincial es distinta, porque está garantizada con regalías de la explotación petrolera y los vencimientos calzan con los ingresos. Este primer trimestre hay vencimientos en dolares que son el 28% de lo que ingresa por regalias en dolares", sostiene Ball en diálogo con Letra P, para argumentar que los vencimientos son un tercio de los ingresos en dólares para la provincia.
"Este año las regalías proyectadas son de 365 millones de dólares, sin contar las regalías gasíferas. Es una cifra conservadora en caso de que se mantenga el mismo precio del petróleo, pero es posible que ese valor suba" por el escenario internacional, detalla Ball, mientras apunta los pagos inmediatos que hace la provincia desde septiembre. Para este abogado y economista patagónico, esa proporción genera dudas sobre el éxito del plan de Arcioni para reperfilar la deuda. "No se si va a prosperar en los mercados financieros, me parece que no, porque al estar garantizados en regalias y con capacidad de pago, es dificil que se concrete el escenario de la renegociación", advierte.
Para el investigador "el problema fundamental de la economia de la provincia es el gasto público: en los últimos siete años hubo deficit, pero ingresaron regalías por 3.200 millones de dólares. La deuda provincial en 2018 era de 1.000 milllones, ahora es de poco más de 900. Aún así, con esos ingresos, se endeudaron igual y eso es una muestra de irresponsabilidad en las finanzas públicas. Es muy difícil que se concrete el reperfilamiento de la deuda si no planifican objetivos de responsabilidad fiscal de mediano y largo plazo", explica el docente.
Un estudio de la consultora Economía y Regiones aporta otra perspectiva sobre la debilidad financiera de la provincia. Si bien Buenos Aires es la más endeudada, en términos de ingresos la segunda es Chubut porque "el stock de deuda superaría el 75% de los ingresos anuales y el 89% se encuentra concertada en moneda extranjera". Otro punto del documento apunta cómo impactará el pago de intereses y capital de la deuda en la coparticipación de cada provincia con sus municipios. En el promedio nacional, cada municipio perderá un 10,1% de su coparticipación provincial: un margen que es permitido por la Ley de Responsabilidad Fiscal, con un tope del 15%. Hay dos distritos que están por encima de ese número: Buenos Aires con el 19,8% y Chubut con el 16,1%.
El ajuste como requisito de los mercados es parte del estado de alerta de los gremios de la provincia. El gobierno buscaría reducir unos 10.000 puestos de trabajo a una nómina de empleados públicos que ronda los 40.000. Es el costado menos conocido de un ajuste donde Arcioni prometió no subirse el sueldo por seis meses, pero luego de distintos intentos por garantizar un aumento que despertó tanta resistencia como el ajuste que ahora busca implementar.
ESCENARIO NACIONAL. El último estudio realizado por la consultora Epypsis sobre las provincias que tienen dificultades para afrontar los vencimientos de 2020 señala que Chubut es la quinta provincia endeudada del país, luego de Buenos Aires, CABA, Córdoba y Neuquén, y es una de las siete que tienen el 100% de sus bonos en dólares, junto a Chaco, Chubut, Cordoba, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Santa Fe y Tierra del Fuego.
Todas las provincias argentinas acumulan un stock de deuda de 28.098 millones de dólares. La cifra es el 8% de la deuda nacional, pero desde 2015 la deuda emitida en billetes verdes se duplicó. En este escenario, todas las provincias tienen vencimientos en 2020 por 4.000 millones de dólares y de 4.100 en 2021. La provincia de Buenos Aires, que afronta el primer intento de renegociación del año, posee el 68% de los vencimientos del año. La segunda que se lanza al intento de reperfilar sus pasivos es Chubut, con una situación económica totalmente distinta.