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Kicillof no completa el directorio y un radical podría poner en jaque al Bapro

El 18 de enero vencen mandato los vidalistas que integran el cuerpo. Por ahora, no hay reemplazos y el quórum queda en manos de Diego Rodrigo, el único opositor. Negociación interna y externa.

El gobernador Axel Kicillof mide lo que será la próxima –y acaso urgente– negociación con el espacio liderado por María Eugenia Vidal por la integración del directorio del Banco Provincia, ya que a partir del próximo 18 de enero habrá allí tres lugares vacíos que corresponden a la oposición. En el corto plazo, esa vacancia obligará al presidente del Banco, Juan Cuattromo, a conseguir el quórum del Directorio -para poder llevar adelante parte de la política bancaria del Gobierno- a través de Diego Rodrigo, un ex senador radical que desde 2009 ocupa una silla en el organismo y ya pasó por varias administraciones. 

 

En los próximos días terminan sus mandatos, iniciados en 2016, Mario Biondi, Carlos Pérez y Felipe Hughes. Se trata del vicepresidente (Pérez) y dos directores (Biondi y Hughes) que fueron nombrados a principios de la gestión Cambiemos y por voluntad de la entonces gobernadora. A estos tres nombres hay que sumarle la salida de Mario Meoni, quien también tenía lugar en la mesa de decisiones. El exintendente de Junín, que ocupaba un casillero por el massismo, renunció al directorio al ser designado ministro de Transporte de la Nación. Siguen con mandato hasta 2021 los oficialistas Juliana Di Tullio, Sebastián Galmarini y Humberto Vivaldo, además del exsenador provincial por el radicalismo (representando a la oposición), Rodrigo.

 

A partir del 18 de enero y con la salida de los cuatro integrantes, para emitir resoluciones, acordar políticas bancarias y demás responsabilidades que tiene a su cargo, el Directorio deberá contar sí o sí con la presencia de todos los directores para lograr funcionamiento. Entonces, se necesitará de cinco miembros, incluido el presidente, para “sesionar”. Esa es la principal inquietud, entendiendo que el Banco es el motor principal con el que Kicillof pretende iniciar la reactivación productiva de la provincia. Hasta que se acuerde la ocupación de las sillas vacías, las miradas se posan sobre Rodrigo. En el oficialismo especulan con que acompañará las decisiones que se tomen, en virtud de la permanencia que lleva allí: 11 años. 

 

Por lo pronto, Kicillof ya activó a través de la entidad crediticia la implementación del plan Argentina contra el Hambre. Será a través de la entidad bancaria que se entregarán 500 mil tarjetas “Alimentar”.

 

El Directorio del Banco tiene facultades estructurales. Algunas de ellas son: “Autorizar el otorgamiento de poderes generales y especiales fijando las facultades y atribuciones conferidas, crear reservas y fondos de previsión que juzgue convenientes para la consolidación de la situación financiera del Banco”. También suscribir los acuerdos con el Banco Central o “designar Gerente General, Subgerente General y Gerentes Departamentales a propuesta del Presidente”. Y, el más importante para el plan de Kicillof, “reglamentar los créditos que puedan acordarse”,

 

Fuentes consultadas por Letra P confirmaron que están viendo “como seguir a partir del 18”, más allá de la “buena voluntad” de Rodrigo a la que apelan y cómo se ha manejado hasta el momento. Según informaron desde la entidad, el director por la oposición ha prestado quórum a las reuniones del directorio y las resoluciones se han emitido por unanimidad. Entre ellas, puso la firma para la designación del Gerente General, Rubén González Ocanto. 

 

 

 


Juan Quattromo con Kicillof (Foto: AGLP)

 


Rodrigo es director del Banco desde 2009, año en que declinó su candidatura a senador por la Cuarta sección electoral. Fue Senador de la Provincia de Buenos Aires en dos etapas: desde 1997 a 2001 y de 2005 a 2009. Entre 1999 y 2001 fue vicepresidente segundo de la Cámara de Senadores. 

 

LEY POR CARGO Y DISCUSIÓN INTERNA. Cómo contó Letra P, el vidalismo reclama designaciones en diversos organismos de control, los mismos lugares que –dice- le cedió a la oposición cuando era gobierno. En el caso del directorio del Banco Provincia fueron cuatro sillas. El diálogo por los nombramientos bancarios con la nueva gestión se inició a la par de la negociación de la Ley de Emergencia primero y la Ley Impositiva después, pero las tensiones sepultaron las prestaciones de acuerdos.

 

“Es cierto que en la provincia hasta 2015, había una tradición de cargos en diferentes lugares, que no eran marcados por la ley ni por la constitución sino por tradición, que correspondían a la oposición. Eso, estábamos dispuestos a aceptarlo”, dijo el gobernador en una conferencia de prensa cuando la oposición le trababa la sanción de la Ley impositiva 2020. Blanqueaba así las negociaciones por los cargos.

 

Las definiciones por el directorio son complejas. A la par de que deberá ceder otra vez ante la diversa oposición, Kicillof también tiene en el horizonte dar lugar –o no- al pedido del Frente Renovador demanda el lugar que dejó vacante Meoni. Un lugar que también lo pide Juntos por el Cambio y que hasta el peronismo bonaerense mira de cerca.

 

Los directores del Banco salen por acuerdo del Senado, a través de un pliego que gira Kicillof. En la Cámara alta, Juntos por el Cambio ya demostró su poder de injerencia. Tensionó fuerte con el Gobierno y terminó modificando sustancialmente la ley impositiva que pretendía el gobernador. La ruidosa banca en el cuerpo legislativo que preside Verónica Magario sigue siendo el arma de Vidal para condicionar las negociaciones. Incluso, las del directorio del Banco Provincia.

 

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Axel Kicillof.

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